Dangerous woman [Yoonmin]

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Ya había pasado una semana desde esa cena tan incómoda en la casa de los Park. Y al parecer JiMin lo tomó como algo con el cual se podía acercarse más a mi, lo cual me resultaba un poco incómodo ya que su rostro ahora se apegaba más a el mío y no dejaba de decirme cosas lindas y... era un poco insoportable.

–Noona, ¿te he dicho que me gusta mucho tu cabello negro? –me preguntó mientras agarraba un pedazo de éste y se lo acercaba a la nariz para poder olerlo–. También me gusta cómo huele; es tan sedoso... –no pude evitar sonrojarme ante ese cometario.

–¡JiMin! –le di un manotazo para que soltara mi cabello.

–Es broma, Noona –se reincorporó en el asiento, soltando una leve risa.

Estábamos en el salón de clases y la mayoría posaba la mirada sobre nosotros, digo la mayoría porque el único que no nos veía era el profesor, quien explicaba su clase. Típicos niños chismosos...

–JiMin.

–¿Si, Noona?

–Si tienes mucho dinero, ¿por qué tomas el autobús?

–Bueno –se acomodó en su lugar–, esa vez que tomé el autobús por primera vez fue porque nuestro chofer enfermó a ultima hora y no habían reemplazos disponibles –me comentó–. Y se suponía que esa iba a ser mi primera y última vez, pero... –dudó un poco y se rascó la nuca–. Resulta que esa primera vez te vi a ti, y pensé que era un milagro o algo parecido porque no te encuentras de la nada a una persona cómo tú –sentía como el rubor llegaba a mis mejillas–. Y desde esa vez tomo siempre el autobús para venir a la escuela: con tal de pasar más tiempo del que debería y me permites contigo.

–Vamos, JiMin –le palmeé la espalda con una sonrisa nerviosa en mi rostro–, no seas tan cursi.

–No soy cursi, Noona –me volteó a ver con extrañeza inclinando un poco su cabeza a un lado–. Sólo digo lo que en verdad siento.

***

–YoonGi Hyung, ¿tú que vas a querer? –me preguntó NamJoon.

–Sinceramente me da igual. Sólo que no contenga alcohol –le contesté mientras seguía haciendo mi graffiti.

–¿Una limonada? –preguntó SeokJin esta vez.

–No, no. No me gustan las limonadas embotelladas; saben demasiado artificial. Es cómo si consumieras más químicos que limones –me quedé pensando un rato–. Mejor sólo tráiganme agua –despegué mi mirada de mi arte urbano en la pared hacia ellos.

Se supone que iban a ir al supermercado a comprar bebidas –en su mayoría alcohol para ellos–.

–Desde que eres mujer eres más exigente, YoonGi –dijo Jin mientras se volteaba para irse junto a NamJoon.

–¡Así es mi naturaleza! –le grité y sólo escuché su risa.

–Bueno, Hyung –me comentó Taehyung esta vez–, la verdad todos empezamos a creer que si te estás volviendo más... femenina y exigente con el transcurso del tiempo...

–¿Qué mierda dices, Tae? –sólo alzó los hombros y se sentó a un lado de HoSeok para después apoyar su cabeza en su hombro.

–¡Es la verdad! –me reclamó TaeHyung. HoSeok sólo afirmó esto asintiendo con la cabeza.

–Como sea.

Me volteé a seguir con mi arte urbano, lo quería terminar antes de irme. Escuché unos pasos que se acercaban a mí, y sin pensar mucho supuse quien era.