Dangerous woman [Yoonmin]

26

Tres meses después...

–Ya casi es tu turno, Suga –el mismo hombre de la vez que peleé con Jackson apareció por una puerta.

–Claro –me saqué el cigarrillo de la boca y después lo pisé para adentrarme al establecimiento.

Dos días después de que Park JiMin me rompiera el corazón empecé, de nuevo, con las peleas. El dinero que ganaba era más que las veces anteriores y lo ahorraba para poder irnos a algún lugar lejano de vacaciones –probablemente a Sudamérica– mi mamá y yo.

Ambos queríamos aliviar nuestros corazones rotos.

Seguí al señor por muchos pasillos, ambos sin decir ninguna palabra hasta que decidí romper el silencio.

–¿Sabe quién es mi oponente? –en estas fechas ya eran prácticamente las finales, debía de ser muy fuerte esa persona como para llegar hasta mi.

–No sé su nombre ni su apodo, sólo sé que le ganó a Jackson antier –tragué saliva, Jackson siempre era el segundo mejor.

–¿Y cómo fue la pelea? –cada vez me interesaba más en esta plática.

–Muy reñida, sólo que Jackson terminó con la cara llena de golpes y a el otro chico sólo se le rompió el labio; todo mundo se sorprendió con los resultados y las apuestas llevaban a otro nivel –me quedé sin habla. ¿Cómo era eso posible? Nadie le ganaba a Jackson más que yo.

En los pasillos vi a NamJoon y a Jin, ambos agarrados de la mano y sonriéndose mutuamente. Cuando pasé a su lado sólo se limitaron a decir: "Suerte, vas a ver que le patearás el trasero a ese tipejo..."

Asentí hacia ellos y seguí caminando. Si mi oponente era fuerte lo que menos quería era distraerme.

Una vez en el ring de pelea pude escuchar mejor los gritos del público, algunos a mi favor y otros muy pocos en contra; a decir verdad no es como que me importara.

El chico con el que iba a pelear subió también, pero no pude verlo bien porque el gorro de la sudadera que traía puesta me tapaba su cara casi por completo. Físicamente se veía un poco más ejercitado que yo, aunque si había vencido a Jackson esto también sería pan comido, ¿verdad?

El mismo hombre de siempre con el micrófono dijo unas cuantas palabras y a continuación nos presentó a ambos.

–En esta esquina tenemos al campeón de campeones, ¡el gran Suga!!–una multitud aclamó mi nombre y el hombre pidió silencio luego de unos segundos–. Y del otro lado del ring, un novato que nos ha dejado impresionados a todos, ¡Mochi! –hubo menos gritos a su favor. Casi me ahogo con mi propia saliva por aquel absurdo apodo.

¿Quién carajos se pone de apodo Mochi para pelear?

–Señores, hagan sus apuestas porque están viendo la pelea del año –nos señaló a ambos–. ¡Comiencen!

Me puse en pose de defensa ya que no conocía el estilo de pelea de éste tipo y no quería que me tomara desprevenido.

El sujeto se quitó la capucha y millones de emociones me invadieron.

Sin duda alguna el castaño le quedaba bien.

Los dos nos quedamos en silencio total mirándonos fijamente.