Mi Eterna Amada

Capítulo 16

Voy llegando a una casa muy lujosa, por un momento, siento que ya había estado aquí, hay una fuente en la entrada y al rededor unos cuantos coches, camionetas negras chevrolet, específicamente, hay varios hombres resguardando la casa con AK-47, esto me recuerda a la casa de la playa, donde un hombre en terraza me miraba de manera aterradora.

Una mujer, se acerca a mi sonriente - la esperan en el jardín - dice mientras me dirige al jardín.
Voy viendo la casa, una piscina enorme, más hombres armados, llegamos al final del patio de la casa y no hay nada, por un momento me asustó, la mujer se mete entre los arbustos y yo me quedo ahí viendola mientras se pierde.

No pienso entrar ahí.

Pero por un lado me muero de la curiosidad, así que entro y miro un hermoso camino de árboles rosados.
El camino de árboles de que enamore aquella noche de la subasta.

Miro una mesa en medio del camino, y mi corazón empieza a palpitar cada vez más fuerte, me sonrojo, y mis piernas empiezan a temblar.
Sonrió y me dirijo hacia la mesa, donde esta Elliot esperándome.

Él se levanta y me ayuda a sentarme.
- este lugar me encanta - le digo sonriente.

- siempre te ha gustado - sonríe.
Lo quedo viendo y sonríe - aquí fue donde me di cuenta que eras la mujer para mi - sonríe.

Él me cuenta que un día después de clases él me trajo a este lugar, cuando unos hombres intentaron aprovecharse de mi, él me salvo y luego me trajo a este bello lugar, donde hablamos de nuestros intereses y gustos, donde nos dimos cuenta que somos totalmente diferentes. Sin embargo, esas diferencias hacen que nos atraigamos el uno con el otro.

Elliot toma mi mano, siento como una corriente se extiende desde mi mano hacia mi cuerpo, haciendo que me sonroje de nuevo. Sonrió y ese fue el inicio de una grandiosa noche, donde recordamos lo bellos momentos difíciles que pasamos juntos y que marcaron nuestras vidas uniendonos aun mas.

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- como te fue con Elliot? - escucho, mientras me despierto lentamente.
Me muevo en la cama y me tapo la cara, sonrió a escondidas.

La pase increíblemente bien, por un momento cerré con llave aquella puerta de recuerdos llenos de dolor, de rencor y hable con él de una manera sana donde recordar ese pasado provoca ahora sonrisas.
Realmente Elliot es un hombre increíble, pero, hay una cosa, ya no me siento como antes, no me siento suya, siento que hay algo más, un presentimiento talvez, y eso me incómoda porque sé que él no se lo merece, no merece de nuevo mi confusión que nos alejo. Es como si todo se dio vuelta, ahora yo soy la mala y él el chico bueno que intenta darme un poco de su inmenso amor y que no puedo corresponderle.

- solo vengo a avisarte que el jet sale en la noche - se levanta y me guiña el ojo.

- gracias. - le sonrió.

- te importa quedarte sola unos minutos... - dice, volteó hacia él, no dice nada más, no comenta adónde irá, así que sospecho.

- Brian... - le digo desanimada, Brian ha tomado una obsesión por las carreras de motocicletas, sus viajes a malibu sólo es para participar en esas carreras - la última vez te quebraste el brazo... - lo reprendo

Él nada más sonríe. - apenas venía aprendiendo... estaré bien - se acerca a mi para darme un beso en la frente.

- Brian porfavor...

- estaré bien... No te preocupes - sale de la habitación sin decir más.

Me levanto de mi cama apresurada, con la intención de convencerlo de acompañarlo, pero el sonido de mi celular me detiene. Regreso por mi celular a mi cama y veo que un mensaje ha llegado.