Mi Eterna Amada

Capítulo 22

- mucho gusto - finjo no conocer a Elliot y le estrechó la mano, él se acerca a mi lenta y seductoramente hacia mi tomando mi mano, sentimos esa conexión de inmediato y me sonrojo aún más, queriendo que nunca me suelte.

- porque finjes Emily Miller... - se acerca Clara.

Aún estoy cerca de Elliot, volteó mi rostro discretamente - dile a tu zorra que se calme o le parto su madre - le digo en un susurro y volteó rápido hacia la señora Russell que todavía sonríe.

- Clara por favor - se acerca a ella y la toma de la cintura llevandosela mi cara arde de coraje,
¿es necesario tocarla?

- Clara acaba de hacer un postre delicioso - sonríe amablemente, sus ojos brillan de una manera peculiar, una emoción de madre se refleja en su rostro.

- acompañanos - me hace una seña con su mano.

No quiero nada que venga de esa, pero tengo que fingir más que nunca que la redondita me agrada para mostrarme una persona agradable, últimamente mi presencia, mi existencia, no es del agrado de muchas personas.

Entramos al comedor y Clara discute con él, pero al verme entrar con la señora Russell disimulan y ella lo toma de la mano y sonríe.

Hija de puta.

- saben ehh... - tartamudeo - tengo que irme...

- no preciosa - la señora me toma por los hombros. - quédate un rato por favor - me dice amablemente.

La quedo viendo un momento, seremos familia y creo que la tengo que ir conociendo.
Una de las empleadas de la señora se acerca con un pastel de chocolate y otro de fresas.

- Clara aprendió en Francia a hacer estos postres - me dice amablemente mientras me siento en la mesa, al lado derecho de ella.

¿Quien le enseñó?, ¿Chefcito o Gusteau?, me duele las mejillas se tanto sonreir.
Elliot se sienta al lado mío, poniéndome nerviosa mientras Clara se sienta enfrente de mi, mantandome con su mirada.

- quieres de chocolate o de fresas? - me dice la señora Russell.

No quiero de ninguno, pero tengo que escoger uno.

- fresas - sonrió. Ella me sirve un pedazo de pastel de fresa y lo coloca enfrente de mi.

Ay Dios
La dieta.

Le ofrecen a Elliot pero rechaza inmediatamente el pedazo de pastel, algo que se me hace sospechoso, se acomoda en su asiento de manera que tiene mejor vista para verme, poniendo una mano en sus labios esperando algo.
Meto un pedazo de pastel en mi boca y lo de detengo ahí ya que está horrible, miro que la señora Russell también trata de disimular que no le gustó el pastel.
Traga fuerte y yo hago lo mismo, es una total porquería.

Siento lástima.

- definitivamente... - hago una pausa - una exquisitez - digo en forma de sarcasmo pero con mucha clase.

- Cuéntame Emily - dice Grace mientras aleja el plato. - como conociste a mi hijo - sonríe.

- si Emily - dice Elliot - cuéntanos.

Dios ayúdame.
Tengo que inventar algo rápido, no quiero que la mamá de Mark sepa que su hijo me compro y mucho menos quiero que Clara se entere.

- lo conocí cuando iba saliendo de mi edificio, choque con él por ir perdida en mi celular...- me acomodo en la silla - me encantaron sus ojos, y en la forma en que una corriente extraña recorría en mi cuando me sostuvo en sus brazos... casualmente me lo encontré luego en una fiesta de unos amigos y... de inmediato supe que el destino lo quería para mi, nada fuera de lo común.  - sonrió y finalizó mi historia.