Mi deseo egoísta

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Capitulo 6. Mi deseo egoísta

Fue gratificante aquel pequeño abrazo entre ambos, el rubio se sintió tranquilo y con todo el corazón decidió disfrutar de aquella pequeña alegría que la vida le brindaba. Por lo cual encontró la razón a lo que Sakura le comento, ¿Cómo era posible que culpara a esta Hinata de algo que ella no había provocado en esa realidad?

—Hinata...perdóname por tratarte tan fríamente durante este tiempo, después de todo nos han ofrecido su casa y...

—Está bien Naruto-kun, yo entiendo tu comportamiento y no te juzgare. Además estoy tan contenta de que hayas confiado en mí—Ella estaba completamente feliz por la pequeña posibilidad de curar el corazón al joven el cual ahora le dedicaba aquella sonrisa que con tanta añoranza había querido.

Se quedaron unos momentos más en aquel mercado, disfrutando únicamente de esa complicidad que comenzaba emanar de ambos, para luego volver a la mansión con las manos entrelazadas.

Los días avanzaron con mucha más prisa, pero ante los ojos del siempre inteligente Neji todo era mucho más gratificante. La complicidad entre la pareja crecía con día y la sonrisa permanente en la boca de su prima era un grato gesto para él. Y tal cual lo había predicho los ojos azulados del rubio comenzaban a brillar con alegría cada vez que miraba a Hinata, lamentablemente ellos tarde o temprano deberían volver, pero... alguien que había cambiado su manera de pensar, estaba considerando la idea de que aquí, en esta extraña situación el destino no importaría con tal de unir aquellos corazones heridos.

Y hablando de corazones heridos, se encontraba aquella mujer de ojos jade que a pesar de las sonrisas o regaños, siempre mantenía una mirada tan profunda como un océano de tristeza. Tenten le comento que esa mirada solo provenía de un corazón roto que guardaba algún secreto. Y el que tuvo que cargar con un pasado lleno de sufrimiento comprendía en parte aquel dolor que ella emanaba.

Era algo injusto que mientras Naruto tuviese a alguien que pudiera curar sus heridas...Sakura no tuviese nada ni a nadie. ¿Acaso aquel Uchiha había vuelto a la aldea luego de la guerra? Y si eso fuese cierto, ¿Por qué la Haruno mostraba tal grado de tristeza?

Pero los pensamiento del castaño se vieron interrumpidos a mitad de la noche cuando un molesto ruido se comenzó a oír en el baño. Su curiosidad no fue espantada por los fuertes ronquidos de un Uzumaki que dormía a piernas sueltas en la cama, y agradeciendo que su prima siguiera dormida, fue rápidamente al origen.

La puerta entre abierta del baño, solo le mostro algo que podía ayudarlo en sus dudas. De rodillas aquella mujer amiga de Naruto, se encontraba vomitando. No era necesario ser completamente alguien inteligente para entender la situación.

Sakura se asustó levemente cuando alguien tomo sus cabellos, pero luego noto el gesto amable que evitaba que este se manchara gracias a lo que comenzaba a salir de su boca. No volteo a ver para entender que en ese momento a esas horas se tratase del segundo hombre en la casa. Agradeció internamente que su ruido solo despertara a Neji y no de esa manera a Naruto. Aun no estaba lista para confesarle que había decidido ir a una misión, poniendo tal vez en peligro la vida de ella y su bebe, únicamente por su deseo egoísta de mantenerse alejada de Sasuke.

Los minutos pasaron hasta que las náuseas finalmente acabaron, dejándole un mal sabor en la boca. Después de todo, hubiera deseado tanto que esa persona que estuviera a su lado en esos momentos, fuera únicamente el hombre que amaba.

Pero la vida no era justa, y un ninja lo sabía. Ella como tal, solo debía agradecer seguir viva y tener a un ser formándose en su vientre que era parte de ella.

Te arrepentirásWhere stories live. Discover now