De niña a mujer

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Capitulo. De niña a mujer.

El cuarto caluroso era llenado por aquellos sonidos que para el hombre en cuestión eran adictivos y melodiosos. La hermosa muchacha bajo suyo se encontraba completamente desnuda con marcas que evidenciaban lo posesivo que él podía llegar a ser. Los chupetones y mordidas que marcaban un camino atrasar, para que todos se dieran cuenta que solo en y nada más que el lograría tenerla de esa manera.

Sonrojada, con la respiración agitada y por sobre todo... mirándolo con aquel inocente toque de deseo primerizo, que lo hacía enorgullecer. La estaba pervirtiendo, pero ella tenía la culpa... la culpa de ser tan tentadora con su inocencia, con su dulzura y por sobre todo con aquel amor maravilloso que le ofrecía.

—N...N-narutokun—Su voz melodiosa lo encendió aún más, acomodándose mejor para volver a lamer aquella zona tan sensible que era aquel perfecto cuello, la muchacha volvió a gemir con sorpresa al sentir el cálido aliento del rubio. De pronto otro ataque de impulsividad se apodero de ella, con sus dedos cosquilleando de aquel deseo logro apoyarlos en el pecho de Naruto que curioso dejo de lamer, solo para chocar nuevamente con aquellos ojos hermosos que transmitían demasiados buenos sentimientos.

— ¿Hinata? —En movimientos tímidos que definían su personalidad, fue deslizando sus manos en busca del cierre de aquella chaleco del Uzumaki, este comprendió lo que ella quería y quiso hacerlo por él para poder de esa manera sentir su piel rozar los pechos desnudos de la muchacha pero esta lo detuvo.

—N...no...deja que lo haga yo—Ella estaba decidida a cumplir esos arrebatos de placer, aunque no entendiera del tema. Supo desde el momento en que decidió entregarse que lo único que deseaba era darle todo el placer que pudiera a Naruto, por que mediante ello le demostraría todo su amor.

Él la vio, provocando que ella temblase de excitación por la mirada azulada oscurecida por la lujuria de aquel instante, pero por sobre todo con todo el amor que demostraba tenerle, porque en sus ojos...solo ella se visualizaba.

—Adelante princesa...puede hacer de mi lo que quiera—Le decido aquella sonrisa zorruna que ella tanto adoraba, y a pesar de los nervios se dio ánimo para seguir adelante logrando eliminar lo que le estorbaba, dejando ver parte de la piel desnuda del hombre, visualizando de esa manera como los años no pasaban en balde.

Él era...perfecto. Aunque su cuerpo estuviera decorado con las heridas de batalla, aquello no opacaba en nada la belleza innata de aquel hombre de piel morena. Los años y la bendita madurez lo habían convertido en un gran Adonis.

De pronto el miedo de desmayarse junto en aquel momento la colocaron nerviosa, sentía su rostro enrojecer a niveles insospechados y en un impulso sus manos dejaron de acariciar los músculos definidos para cubrir su rostro.

Se sentía aun como una niña. Una niña que estaba jugando con fuego y deseaba por sobre todo quemarse, pero aún era algo cobarde y aunque comenzaba a sentir un cosquilleo en su entrepierna, aun el pudor estaba en ella. Y el miedo de cometer algo mal y que el hombre se alejase le estaba jugando en contra.

Naruto en silencio la siguió mirando en silencio, intentando calmarse e ir al ritmo de la muchacha. Después de todo fue un gran avance para ella desnudarse ante él, y desnudarle hasta la parte de arriba.

Su pequeña y dulce Hinata era sorprendente...y nunca dejaba de maravillarlo. Y ahora verla en esa faceta tierna de niña lo hacía comprender lo importante y significativo que era para ella hacerlo. Y el entendía el peso, y por sobre todo se sentía honrado de ser su primer hombre (obviamente sería el primero y el único). Tomo aire e intentando que ella no sintiera como su miembro ya había despertado, mantuvo el equilibrio con una de sus manos y con aquella vendada toco con suavidad las manos de la Hyuga. Eran suaves y pequeñas, unas manos que con sus caricias lo hicieron sentirse en paz, mimado y amado.

Te arrepentirásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora