Capítulo 13

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Canción: Girl on fire - Nicole Cross

Canción: Girl on fire - Nicole Cross

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* * *

La mañana del lunes me siento en mi jardinera favorita, es muy temprano, por lo que tengo un momento de calma para mí sola. Pasar el fin de semana con mi madre fue un infierno, y no porque me gritara o estuviera molesta, cuando mamá se deprime tiende a encerrarse por horas en su alcoba, no sale ni para comer, se la pasa llorando viendo viejas fotografías. Nuestro infierno no está lleno de lava y fuego, está lleno de tristeza y soledad, de recuerdos que torturan.

Mezclo mi yogurt, haciendo que la granola y los trozos de manzana se revuelvan. Hoy decidí ponerme unos shorts de mezclilla viejos y gastados, una playera que usaba para dormir cuando tenía dieciséis, y zapatillas; me siento cómoda así.

Voy por la mitad de mi desayuno cuando dos pares de piernas largas se acercan a mí, Brenda se sienta en mi lado derecho, Mirian en el izquierdo.

—Hannah, ¿tienes algún problema con tu lavadora o por qué usas esa ropa tan ordinaria? Si es así no tengas vergüenza, puedo prestarte la mía o te acompañamos a la tintorería —dice la pelirroja con sorna. Me contengo de volcar los ojos, ella aplaude, doy un respingo—. Mira lo que tengo aquí.

Mirian saca de su bolso un paquete, es un tumulto de invitaciones de color rosa, tienen textura, el material hace que la invitación parezca sacada de la cola de una sirena. Las tomo con cuidado para no mancharlas, pero ella truena los dedos, entonces Brenda me quita el bote de yogurt, ¿qué demonios? ¿Por qué Mirian la trata de esa manera y por qué Brenda deja que lo haga?

—Están hermosas, chicas, muchas gracias.

—Obvio, las hicimos nosotras —se mofa—. Por si no te diste cuenta, el tema va a ser el mar, todo lo acuático. Las mujeres tenemos que ir disfrazadas de sirenas, los hombres de piratas, así que no olvides ponerte algo caliente para que Liam quiera estar junto a su sirena toda la noche. Va a ser una noche que jamás olvidarás.

Ellas sueltan risitas, yo frunzo los labios con disgusto. ¿Ponerme algo caliente para que quiera estar conmigo? ¿En serio ha dicho eso? Dios, tengo ganas de vomitarle en la cara, no puede ser tan estúpida, a veces creo que solo dice ese tipo de comentarios para molestarme.

—Hola, chicas —dice alguien a nuestras espaldas. No hace falta que me gire, en segundos Nathan y William se materializan frente a nosotras. El primero sonríe y se queda parado sosteniendo su mochila, el segundo se planta frente a Brenda, quien lo mira desde abajo con confusión.

—¿Puedes darme ese lugar? Quiero estar junto a mi novia —dice con seriedad. Mis párpados se abren, también mis labios, ¿es una maldita broma? Brenda asiente con una sonrisa amistosa, me tienta la idea de agarrar su muñeca y obligarla a quedarse sentada, en cambio, veo cómo se pone de pie y se sienta junto a Mirian del lado contrario.

Liam se sienta a mi lado, muy cerca, más de lo necesario, más de lo normal; lo que me parece extremadamente extraño, pues ayer le cerré la puerta en la cara, debería estar enojado. Su brazo rodea mi cintura y me da un jalón para pegarme a su costado. Me siento desfallecer, deposita un beso en mi sien, casi se me cae el yogurt

Química imparable © (AA #2) [EN LIBRERÍAS]Where stories live. Discover now