Capítulo 29 La venganza es un plato que se sirve frío

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El miedo tenía nombre y apellido "Salazar Slytherin" todos los habitantes de Hogwarts ya sabían quién era el causante de semejante exterminio, estaban atemorizados, no querían poner un pie fuera de los terrenos de Hogwarts, pocos sabían a que se debía que Salazar no acabara con Hogwarts, toda esa gente jamás había tenido tanto miedo, por lo menos con Voldermort podían escoger, unirse a él o estar en su contra, pero Salazar no daba opciones, solo venia y aniquilaba, todos estaban sumidos en el caos y la conmoción por el atentado, todos querían hablar con Pansy, Blaise, Ron, Harry o Draco para que les dieran palabras de aliento de que todo estaría bien, muchos se preguntaban dónde estaba Hermione pues nadie la había visto desde que se hiciera el cambio de poder al nuevo ministro.

La orden se juntó frente a la gárgola para ver si ya había aparecido la profecía, Harry fue el último en llegar, se sentía fatal, se acercó a Draco que estaba sentado frente a la gárgola — Salazar se llevó a Samantha — le informo dejándose caer aun lado de él.

Draco y Luna ya sabían cómo había pasado todo, Pansy los había puesto al tanto de la información apenas hace unos minutos — la recuperaremos — le prometió Draco, solo ellos y Luna entendían el dolor por el que pasaba el otro, pues su respectivas parejas habían partido y no sabían si las volverían a ver.

— Solo es una niña — De los ojos de Harry comenzaban a salir lagrimas que no se preocupó por ocultar — ella nos protegió.

Draco le paso a Harry su copa de whisky que estaba comenzando a beber, este la tomo y de un trago ingirió toda y lanzo la copa hacia la gárgola, esta se rompió en miles de pedacitos, Luna estaba de pie alado de Pansy, con su rostro sereno y tranquilo, ella no perdía la fe de que regresarían.

Castillo Denvegan en la isla Skye Escocia

Samantha despertó en una cama muy cómoda, se sentía débil, se rodó en la cama y frente a ella dándole la espalda mirando por un ventanal estaba una pelirroja, intento ponerse de pie, la acción le costó mucho por lo cual se quedó sentada al borde de la cama.

— Ya era hora de que despertaras, dormiste casi 10 horas — le dijo la pelirroja muy despectiva, mientras giraba y daba la vuelta caminando hacia Samantha.

— ¡Tu! — dijo llena de asombro al reconocer a Ginny.

— ¡Yo! — la imito burlonamente Ginny, como odiaba a esa chica.

— Eres de lo peor — le espeto Samantha intentando lanzarla sin éxito.

— Ni te molestes querida, yo que tu ahorraría mis fuerzas para después de la sorpresa — le dijo Ginny mientras con magia ponía de pie a Samantha y la desnudaba — espero te guste tu vestido de novia — le dijo altaneramente mientras le mostraba un hermoso y sencillo vestido de novia que le pondría.

— ¿Cual sorpresa? — la chica estaba desconcertada y no entendía por qué Ginny al verla tan débil no se cobraba la que le debía esta.

Ginny la vestía y arreglaba con magia, la miraba de lejos no quería acercarse a ella — jajaja ¿Pues cual piensas que va a ser la reacción de Salazar cuando se dé cuenta que su adorada ya no es doncella? jajajajaja — la tomo del brazo por la fuerza y la dirigió al gran salón del castillo, ahí ya la esperaba Salazar vestido elegantemente con un traje negro, voltio a verla y sonrió irónicamente, Ginny la coloco a un lado de Salazar y le susurró al oído — La venganza es un plato que se sirve frío y se come despacio.

Samantha se quedó fría al oír a Ginny, sabía que algo tramaba esta, en el recinto solo estaban Salazar, un señor ya de edad avanzada y ella, sabía que era cierto lo que Ginny le había dicho, cuando Salazar de diera cuenta de que ya no era doncella su furia no tendría limites, debía pensar rápido.

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