Capítulo 30 La poción

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Luna acababa de despertar en enfermería, la tarde de ayer al ver que su amor no regresaba con su mejor amiga se había desmayado unos minutos después, su relación con Theo había sido muy rápida, ella sabía que el chico era un don juan de primera, pero desde que comenzaran a salir a partir de la boda de Draco y Hermione se habían acoplado muy bien, él la trataba como a una reina y no se burlaba de ella cuando le contaba sus teorías de todos aquellos animales que para la mayoría de todos no existían. Entre ellos no había habido promesas ni ataduras, todo había fluido solo, como por magia, ella se sentía tan bien en compañía del chico pero no se había hecho esperanzas, sabía que Theo estaba entre los hombres más cotizados del mundo mágico, sin embargo no olvidaba como todo había cambiado apenas hace dos semanas cuando se enteraron....

***Flashback***

— Jajajaja ya para, tenemos que ir a reunirnos con la orden — decía Luna entre risas, acababan de hacer el amor y el chico ya quería una cuarta ronda — vamos cielo — le decía la rubia en medio de una sonrisa.

— ¿Te he dicho lo hermosa que te ves? — le decía Theo mientras acariciaba su mejilla con el dorso de su mano.

—Todas las mañanas — le contesto ella en medio de un suspiro poniéndose roja.

Si había algo que adoraba Theo de la rubia era eso, su timidez e inocencia, la contemplaba con maravilla, él había estado con cientos de mujeres, de alta sociedad, con famosas, con desconocidas, con muggles, con muy exuberantes, en fin con cientos de chicas, pero ninguna como ella, Luna era especial, ya lo sabía desde el colegio, siempre le había parecido fascinante la chica y muy hermosa, pero del tipo de chica que él no merecía, ya lo había comprobado la primera vez que estuvieran juntos, pues Luna a sus 23 años aun había sido virgen y se había entregado a él por primera vez, el chico decidió que ya era hora de sentar cabeza y ese angelito era la indicada.

Luna se levantó de sopetón y sintió un mareo horrible, de inmediato perdió el control de su cuerpo y cayó al piso, pero en el trayecto su cabeza golpeo con la esquina de su cómoda provocándole de inmediato una herida, Theo no tuvo tiempo de reaccionar rápido, pero pudo evitar que su cabeza golpeara en el suelo también, muy espantado se apresuró a llevarla a enfermería, al llegar le relato todo rápido a la señora Promfey, esta analizo la herida de la chica y se la curo de inmediato.

Con un hechizo despertó a la rubia — ¿cómo te sientes linda? — le pregunto la enfermera.

— Bien solo un poco aturdida — contesto la rubia, Theo la tenía tomada de la mano.

— Quiere explicarme que paso — pidió para hacer su diagnóstico.

— Al levantarme me sentí muy mareada y después mmm desperté aquí — contesto la chica preocupada.

— Se alimenta bien señorita? — le pregunto Promfey.

— Si — no entendía Luna que tenía que ver eso.

— Ok, ¿se había mareado antes en estos días? — siguió preguntando.

— Mmm un poco pero no había perdido el conocimiento — admitió la rubia, Theo la reprendió con la mirada por no haberle dicho nada antes.

— Muy bien, solo por si las dudas, recuéstese bien y deje descubierto su estómago — le indico mientras la observaba.

Luna obedeció y se recostó, subía su blusa para dejar al descubierto su plano abdomen, Theo las veía desconcertado, ya sabía que le aria la enfermera.

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