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—¿Nos vemos mañana antes de clases?—preguntó Alexa saliendo con Keyla de su clase. La chica asintió.

—Sí, llegaré temprano para poder estudiar—mencionó y Alexa estuvo de acuerdo con eso. Ambas se despidieron y Keyla continuó caminando para buscar a Gastón, era algo que ya estaba en su rutina.

El chico le agradaba mucho y era algo que ella no se había esperado. No era una relación que solía tener con otras personas. Gastón se encontraba sentado en uno de los bancos del campus, pero no estaba solo sino con dos chicos que se veían mayores que él.

Se fijó en ambos, el primero tenía el cabello castaño claro, su piel era muy blanca y resaltaban sus oscuros ojos color café, no dudaba que fuese atractivo ante el resto de las chicas, era algo que había notado desde el primer segundo de verlo. El segundo chico le llamó un poco la atención por la similitud que tenía con su amigo, tenía el cabello negro y sus ojos se achicaban cuando se reía.

Se acercó a los tres con nervios, las personas hablaban de Gastón como un chico solitario, pero ella le había conocido a varios amigos. El chico de cabello negro, volteó y se fijó en ella, sonrió con una idea en la cabeza y codeó a su amigo que también se fijó en ella. Eso la hizo sentirse más incómoda, pero se calmó cuando sus ojos se encontraron con los de Gastón.

—¡Hola!—saludó el castaño con alegría, se acercó y se colocó a su lado y la miró animado—. ¿Buscas a alguno de nosotros?

—Viene conmigo, déjala—habló Gastón, ambos chicos se miraron interesados en el tema.

— ¿Tú eres la novia de este mocoso?—preguntó el pelinegro mayor, Gastón rodó los ojos y tomó la mano de Keyla para jalarla y que se alejase de ambos.

—Causen una primera buena impresión al menos—comentó—, no como dos raros haciendo preguntas personales en la calle.

—Sí es su novia—respondió el otro chico con una sonrisa burlona—. Mira como la está cuidando.

—Te podemos escuchar—dijo Gastón y luego miró a ambos de manera seria—. Es mi novia.

Keyla se impresionó por las palabras que acababa de decir hasta que vio como él le sonrió y le guiñó disimuladamente el ojo; entendió que debía seguirle el juego. No creía que esos chicos se lo creyesen, parecían conocer muy bien a Gastón, le hablaban con total confianza, así como a veces ella quería hablarle.

—Gastón te ganó, Dean—se echó a reír el castaño, para luego chocar las cinco con el menor—. Él tiene novia mientras tú sigues con tu amor platónico por la chica del café.

Keyla lo miró curiosa, ¿en esa ciudad los cafés contrataban a puras personas bonitas? Era una buena estrategia, te enamorabas e ibas todos los días para comprar.

—Soy Keyla—habló y se sentó en el banco junto a Gastón.

Dean se apoyó del hombro de su amigo y la miró, a diferencia de Gastón, la mirada de Dean no intimidada, realmente te daba mucho calma.

— ¿Cómo es que este chico siendo tan amargado puede salir con alguien tan alegre como tú? —le preguntó, Keyla miró a Gastón y sonrió por lo que iba a decir.

—Le canté la canción de la Bella y la Bestia y con eso lo dejé flechado—el castaño se echó a reír y empezó a tararear la letra de la canción, Gastón sólo negó.

— ¿No tiene algo más importante que hacer que molestarnos a Key y a mí? —les preguntó, Dean codeó a su mejor amigo.

— ¿Escuchaste eso, Liam? Le dijo Key, mira que con apodos se nos vuelve cursi el muchacho—Gastón rodó los ojos y Keyla rió.

— ¿Por qué no se van ya? —sugirió ya fastidiado—. ¿No tienen que espiar a la chica del apartamento de Liam?

—¡Já! Que gracioso—respondió Liam—. Vamos es a buscar una excusa para que Dean le hable a la cantante. T.J Priester siempre dice que no hay que pensarlas tanto, pero con Dean hay que hacerlo, todo le sale mal.

—Pensé que nos estábamos metiendo con Gastón y terminé yo siendo el molestado.

Keyla miró a los chicos con diversión, podía notar que se llevaban muy bien y que se conocían de mucho tiempo. Estaba segura que Dean y él eran hermanos, no se parecían en la personalidad que enseñaban pero físicamente lo hacían.

—Es para que te vayas.

Dean miró con fingida ofensa a su hermano.

—Bien, nos iremos pero conste que le diré a mamá que me estás echando—le dijo, Liam los saludó alegre y luego fue arrastrado por su mejor amigo lejos de ahí.

Keyla volteó a ver al pelinegro y le dio un leve empujón con intención de burla.

— ¿Así que soy tu novia ahora? —le dijo. —Mira que soy lo opuesto a la chica callada que quieres—Gastón se rio.

—Eso no me molesta en absoluto—la miró, el corazón de Keyla dio un brinco.

¿Por qué la miraba de esa manera?

—¿A qué te refieres?—Gastón sonrió por lo tierna que se veía con esa expresión de duda mezclada con nerviosismo.

Luego él también lo sabría.

Lo Que Quieren Los ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora