Capítulo 74

2.4K 263 39
                                    

Narra Kara:

  —Am... Pasa— Le dije.

  —No,no. Aquí está bien— Dijo, miró al suelo y suspiró para luego verme de nuevo— ¿Qué... Qué querías decirme?

  —No...no. Comienza tú.

   Prefiero que ella comience, porque después de lo que yo diré creo que ni podrá hablar.

  —Bien... Kara.

  —¿Si?

   Sus ojos se pusieron cristalinos ¿Qué estaba pasando?

  —Creo... Creo que deberíamos tomarnos un tiempo.

  —¿Qué...?

   Al escuchar eso, sentí como si me hubieran disparado en el corazón. No, esto no podía estar pasando.

  —Yo... Necesito tiempo.

  —Pero... Lena ¿D-de qué estás hablando?

  —Kara...

  —Lo lamento, eso solo que...— Suspire— No lo entiendo, Lena.

  —No puedo estar contigo, sin pensar que casi mataste a nuestros hijos.

  —Tú sabes muy bien que esa no era yo. Fueron... Fueron los sueros que me inyectó tu madre.

  —¡Lo se! Solo que... Igual. Por favor Kara, solo quiero que me entiendas.

   Ella comenzó a llorar, haciendo que yo también lo haga. Odiaba verla llorar.

  —¿Qué pasará con los chicos? ¿Qué les dirás?

  —Yo... No lo sé.

  —Solo... Por favor, no les digas la verdad. No quiero que estén molestos contigo. Ellos te necesitarán

  —Entonces ¿Qué les diré?— Preguntó con la voz entrecortada.

  —Diles...Diles que yo rompí contigo. Diles que para ser Supergirl no puedo tener distracciones.

  —Te odiaran.

  —Prefiero que me odien a mi que te odien a ti. Yo ya he perdido mucho en la vida, puedo superar esto.

  —Ok... ¿Q-qué querías decirme?

  —Yo...— La miré a los ojos. No podía hacerlo, no con lo que me había dicho. Ella me miraba fijamente. Yo movía la pequeña caja que tenía en mi mano que estaba ocultando.

   Lena suspiró,  yo bajé la mirada. No dijo nada y se fue. Saqué la pequeña caja y la abrí, mostrando un hermoso anillo de oro. Lo saqué y mire la puerta, por donde se había ido Lena.

  —¿Te casarías conmigo?— Dije muy bajo.

   Me apoyé en la puerta y me deslice hasta el suelo. Miré por un tiempo el anillo y luego me tape la cara para comenzar a llorar.

  Estuve por un buen tiempo ahí hasta que escuché que mi celular comenzó a sonar.

   Me levanté y lo agarré de la mesa. Era Maggie. No respondí, solo lancé el celular, haciendo que se rompa en mil pedazos.

   Fui a la cocina y de la alacena saqué varias botellas de alcohol. Eran las que si me ponían afectar. Las había comprado hace tiempo.

Narra Maggie:

  —Que raro— Dije— La pequeña Danvers no contesta.

  —Llamala de nuevo, aveces no responde la primera vez. Ya sabes como es ella.— Dijo Alex, que estaba trabajando en su laboratorio.

«SuperCorp» Imagine You And MeWhere stories live. Discover now