Capítulo cuatro.

1.5K 116 5
                                    

Y ahí estaba yo, sentada en el auto de un extraño, con un vestido elegante y repasando frases formales para la velada.

Seguía sin entender porque había aceptado tan fácilmente. Mateo era una persona agradable, tal vez fue eso o su sonrisa que podría derretir ambos polos del mundo.

—Te ves muy bien, Marley.

—También tú —comenté.

No sabía que decir, ni comentar, en realidad, esto era más incómodo que nuestro encuentro en la cafetería. Empezaba a creer que esto era una pésima idea; ir a cenar con su familia, a las casi ocho horas de conocernos, en estilo formal. Esta relación inexistente estaba yendo demasiado rápido y no me sentía bien con eso.

Mateo entró al estacionamiento de un bonito restaurante y esperó a que el valet parking viniera por el auto. Ambos bajamos y entramos al restaurante. Estaba más nerviosa que antes.

—Tranquila, todo va bien —me calmó —, además, vas a agradarle a mi prima.

Sonreí.

¿Por qué creía que quería agradarle a su prima?

—Buenas noches, voy a ver a alguien, Marina Villanueva —Informó a la recepcionista.

Un momento, yo conozco ese nombre, Marina Villanueva, es... Mierda. No, no, no, no puede ser cierto.

La señorita nos condujo a la mesa con gran amabilidad. Estaba muerta de pánico, sabía que me iba a encontrar en aquella mesa y no quería ser capaz de estar ahí.

Cuando me dispuse a huir, estábamos frente a ellos. Yo, con una sonrisa incómoda. Jos con la mirada perpleja, sin saber que estaba pasando. Marina, más confundida que yo y Mateo sonreía sin saber si quiera que estaba ocurriendo ahí.

Marina salió del shock en el que estaba y se paró para abrazar a su primo, él correspondió el abrazo con una gran felicidad. Ambos intercambiaban frases como "cuánto tiempo", "te extrañé", "que gusto verte" y todo eso; mientras que Jos y yo nos mirábamos mutuamente sin saber que decir o hacer.

Marina y Mateo dejaron de abrazarse.

—Marina, ella es...

—Marley, hola —interrimpió Jos —. No sabía que ya tenías novio, qué novedad.

Lo miré incómoda y Mateo me veía con confusión evidente en su expresión.

—¿Se conocen?

—Ella es vieja amiga de Jos y de la banda, su prima se está divorciando de uno de ellos.

—En realidad, Marley es mi ex, ¿no te lo había contado?

Dios, suficiente.

—No es mi novio, José. Y no era necesario hablar del pasado, estás en el presente.

Todos nos quedamos callados por un momento. Marina veía a Jos de una forma decepcionante que por alguna extraña razón me hizo sentir mal.

Mateo y yo tomamos aciento frente a ellos.

Aunque la platica y la estancia se tornaba incómodo de vez en cuando, fue una noche tranquila. No había mucho que decir y tampoco pareciera que fueran a decir algo realmente importante. Estaba nerviosa, claro, esto era más incómodo que cualquier otra cosa.

Marina trató de restarle importancia a los celos aparentes en su novio y decidió que quería saber todo con respecto a su primo favorito. Ella le preguntaba sobre su trabajo, su estancia fuera de México, sus planes y claro, apareció el tema que refería hacia mi acompañamiento en aquella velada.

—Estoy llevando el divorcio de su prima, nos conocimos apenas hoy. Es algo inusual —rió suavemente.

—¿Tú eres el abogado? Vaya, quisiera decirte que no siguieras, por mi amigo —Jos interrumpió con un tono brusco pero decidió ser más amable —, pero entiendo que ese es tu trabajo, solo es separar a esa pareja disfuncional.

Miré a Jos con cautela. Su mirada expresaba cierto odio hacia él. Trataba de ocultarlo pero no lo logró, si yo lo notaba era obvio que Marina iba a hacerlo igual, ella lo fulminaba con la mirada pero por esta noche pareció no importarle a Jos.

—Es lo único que hago, Jos, descuida.

—Mi primo es muy profesional con respecto a su trabajo, cariño.

Cariño, agh.

—Salir con clientes es lo menos profesional que he oído, ¿no te parece?

Sentí como mis oídos palpitaban por la sangre que bombardeaba tan rápido en mi sistema. Lo único que salió de mi boca fue un "cállate" tan irrelevante ya que lo que estaba sucediendo era realmente un drama tan fuera del lugar.

Marina se había parado de su silla para caminar furiosa hacia el tocador, Jos intentó traerla de vuelta pero ella solo lo mandó al carajo y Mateo preguntó un simple "¿cuál es el propósito de tus celos?", Jos se enojó tanto que le soltó un puñetazo en la cara. Mateo lo vio con tanta incredulidad que antes de que pudiera reaccionar, un mesero se acercó para ayudar a Mateo y corrernos a todos del lugar.

Nadie se despidió de nadie. Marina subió al auto con Jos y yo subí al auto de Mateo, los cuatro en completo silencio.

No sabía que decir, Mateo estaba molesto y en cierta forma sentía la responsabilidad de esto.

—Siento tanto lo que pasó —Por fin hablé.

—No fue tu culpa, Marley. Jos fue muy estúpido al hacer lo que hizo —suspiró —. Estoy enojado porque estoy seguro que le rompió el corazón a mi prima con sus actos.

—Jos no siente nada por mí, es solo el cariño de hace tiempo, Marina lo sabe, todo va a estar bien entre ellos.

En cierta forma deseaba que fuera así, aunque Marina no era de mi agrado era una chica que no merecía sufrir.

—La pregunta es, ¿tú sientes algo por él?

La pregunta me sorprendió más de lo que debería pero aún así quería contestarla, quería que Mateo se diera cuenta que ya no había nada relacionado entre Jos y yo, así que negué sentir algo por él; él sonrió.

—Entonces, ¿volverías a salir conmigo?

La respuesta fue obvia.

—Sí.

Última Oportunidad. ||EDUF #2||Jos CanelaWhere stories live. Discover now