Capítulo veinte

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Narra Marley:

1 año después.

Todo estaba casi listo, las mesas bien adornadas, comida recién hecha, había una pequeña mesa de dulces y botana en medio del pequeño salón de juegos que había rentado para la fiesta por el primer cumpleaños de Mateo.

Mi padre me había dicho que no era necesario hacer una gran fiesta para un niño de apenas un año pero creo que quería sentirme alegre ese día, ver nacer a mi hijo fue lo mejor que me pudo haber pasado ese día, pero ver morir a Mateo ese día fue lo peor que me ha pasado. Además, la idea de la fiesta me surgió después de enterarme que Jos, Alonso y Alan habían ido a una casa hogar a visitar a los niños y estar toda una tarde con ellos.

Decidí que esa fiesta iba a ser para ellos más que para Mateo, quería que recibieran amor y que fueran invitados a una fiesta (para muchos por primera vez y para otros una fiesta después de mucho tiempo). Así que todo eso lo organicé  principalmente con Alonso, su manager y con la directora de aquella casa hogar. 

Temía mucho que llegara este día, sabía que no podría sacarme de la mente lo que había pasado hace un año. Y era verdad, desde el momento en que desperté no pude evitar pensar desde el momento que me enteré que Mateo había tenido un accidente, el haber roto la fuente en el auto de Alonso y sobretodo las palabras de Jos acerca de la muerte de Mateo y lo que pasó después. Y es que lo único que supe en ese momento era que no quería volver a verlo, su mentira me había dolido más de lo que se pretende.

... —No quiero saber nada de ti, Jos. Quiero que te vayas, ¡ya!

—Marley, tienes que entender que lo hice por ti, para que no te pasara nada a ti y a tu bebé, ¡no podía ver como morías tu también!

—No tenías derecho de decidir por ni por mis sentimientos.

Cuando Jos se acercó más a para darme un abrazo lo empuje con toda la fuerza que pude recolectar de mi dolor y mi rabia. Lo amenacé con hablar a seguridad si no salía en ese momento de mi habitación. Así que tomo su chamarra de la silla que se encontraba a lado de mi cama y se dirigió a la puerta.

Me di la vuelta para no ver el momento en el que saliera de la habitación, escuché el cerrojo y a continuación las últimas palabras que he recibido de él:

Lamento que Mateo haya muerto. Entiendo que estés enojada por esto pero que eres fuerte y vas a salir adelante, por el bebé y por ti. Se parece a ti, es hermoso, Marley. Mateo te amó hasta el último minuto y también al bebé, no olvides eso nunca.

Las últimas palabras de Jos me hicieron tomar la decisión de llamar a mi bebé igual que su padre, ya que si no lo tenía a él, podía tener por lo menos su nombre.

Cuando vi que mi padre entró con Rebeca y mi hijo despejé de inmediato mi mente y caminé hacía ellos para cargar a mi niño. Les ofrecí que se sentaran en alguna mesa y así esperamos a que la fiesta diera inicio.

Después de unos veinte minutos un camión escolar se detuvo delante de la entrada y en seguida bajó la directora y Alonso, seguidos de todos los niños de aquel lugar. Cuando pensé que habían bajado todos, vi bajar a Jos con una niña en brazos. Vi a Jos después de todo un año de no verlo.

Alonso se acercó a mí y me agradeció por todo lo que estaba haciendo por los niños. No me dio tiempo de contestarle porque inmediatamente fue detrás de todos ellos. Lo seguí con la mirada hasta que se perdió entre los juegos del lugar.

Mi mirada siguió al frente para encontrarme con Jos caminando hacía mí. Una vez estando delante mío me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

—Ella es Renata —me señaló a la pequeña que traía en brazos —tiene 4 años.

—Hola, Renata —me acerqué a ella y sonrió. No por verme a mí, si no por ver todos los juegos que se encontraban detrás de mí. Jos la soltó y la niña salió disparada a los juegos.

—Pensé que no vendrías —solté al aire mientras Jos se acomodaba en el asiento
—No iba a hacerlo, pero recibí tu invitación —guardó silencio unos segundos —. Y además la prensa estará aquí tarde o temprano, así que creí que sería lo mejor.

Oh.

No dijo nada más y yo tampoco encontré algo más que decir. Así que me quedé callada un rato más. Estábamos incómodos, podía notarlo. Antes de poder hablar, los meseros que se encontraban en el salón comenzaron a servir la comida. Algo sencillo, rebanadas de pizza y sándwich en forma de triángulos.

Decidí levantarme de aquella mesa e ir hacia donde estaba Mateo, me quedé con el un buen rato hasta que llegó la hora de cortar el pastel. Tal como Jos había dicho, para este punto de la tarde algunos medios estaban ya aquí, tratando de tomar el mejor ángulo de CD9.

Pasadas las 7 de la noche, los niños ya se estaban subiendo nuevamente al autobús, con dos bolsas de dulces cada uno y con aperitivos que habían quedado para el final. Mi padre estaba subiendo los regalos de Mateo al auto mientras Rebeca le ayudaba a los encargados a recoger todos los platos sueltos que estaban por ahí.

Los chicos se despidieron de mí y de Mateo que estaba ya dormido en mis brazos. El último en subir fue Jos.

—Fue increíble la fiesta, todos estos niños están muy contentos.

Le sonreí.

—Gracias por venir, fue un placer ayudar con la prensa también —dije en un tono sarcástico.

—La prensa no era relevante para mí, realmente. Estoy aquí por Renata. Me he encariñado con ella y no querías venir si no estaba yo. En serio quería que viniera.

—Es una niña encantadora.

—Lo es, ¿sabes? Estoy considerando empezar los tramites de adopción. Quiero formar una familia.

—¿Vas a adoptarla? —dije, seguramente con un tono tan sorprendido que me avergoncé al instante.

—Aún no lo decido completamente, pero sé que quiero a esa hermosa niña conmigo. Ver lo feliz que te hace tener a Mateo me da paz, quiero esa paz. Siempre quise una familia.

—Lo sé.

—Siempre quise una familia contigo, pero eso ya lo sabes.

Antes de que pudiera decir algo más con respecto a su último comentario, acarició la cabeza de Mateo, me sonrió y subió al autobús.

Yo soñé con una familia contigo, alguna vez.

***************

Hola! Antes de que me atrincheren, perdón por todo el tiempo ausente. Honestamente, perdí la contraseña de mi cuenta y no hice mucho por recuperarla pero HE VUELTO PARA QUEDARME.

Espero que estén muy bien todas, estamos pasando un momento difícil, aquí en mi país sigue siendolo, por lo menos, ¿cómo llevan su cuarentena?

Les mando un beso y abrazo enorme, estén pendientes porque esta semana igual subo capítulo nuevo.

Última Oportunidad. ||EDUF #2||Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora