"Me he rendido y he decidido aceptar la realidad. Durante años decidí negar lo que sucedía pero ahora me es imposible hacerlo. Con el tiempo descubrí que cada parte de mí pertenecía únicamente a ti y que siempre será así.
He decidido desvanecer aquella cortina con la que trataba de ocultar el mundo en el que vivía y ahora no puedo evitar verlo como es. Quiero estar contigo por el resto de mis días. Por desgracia, eso no será posible. Sé que ambos nos correspondemos, pero aunque así sea, es inevitable que nuestros caminos sean separados por aquello que llamamos destino"
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Creo que ahora es mi turno de abandonarte, de verdad, lo siento. Sé que no es justo que te haga esto ahora, pero así es como las cosas deben de ser. Sabes, a pesar de que la Mafia no pueda asesinarte, si puede llegar a lastimarte lo suficiente como para que desees estar muerto de verdad, o peor, matarte en vida.
Mori sabía de lo nuestro desde hace tiempo, yo no le dije nada pero él siempre ha sido lo suficiente astuto como para notar el tipo de relación que llevan sus subordinados. ¿A qué quiero llegar con esto? Ahora que ha confirmado sus sospechas no dudará en utilizarme para llegar a ti y hacerte daño, y eso es lo que menos quiero. No podría soportar el verte herido, no otra vez, y mucho menos si sé que todo es culpa mía.
Bastardo, no te pido que me entiendas y mucho menos lo aceptes, pero esta decisión es algo que únicamente me corresponde a mí tomarla. Entiendo si después de terminar con esto ya no me dirijas la palabra o me aborrezcas con toda tu alma, creo que es algo que merezco en todo caso, pero por favor, respeta mi decisión, así como yo la respeté hace tiempo cuando te fuiste y que sin importar el daño que me hiciste, decidí no buscarte.
Gracias Dazai, gracias. Te agradezco por todo lo que has hecho por mí en este tiempo. Gracias por estar a mí lado como compañero, por cada pelea que tuvimos y cada castigo que nos ganamos a causa de nuestro orgullo. Muchas gracias por cada exitosa misión y por detenerme a tiempo cuando usaba corrupción. Pero sobre todo gracias por amarme. Nuestra historia de amor no tuvo un final feliz pero sí que estuvo llena de momentos felices y preciosos. No importa cuanto daño nos hicimos y haremos mutuamente, siempre mantendré en mi memoria las preciadas pláticas que teníamos hasta el amanecer, nuestras mejor dicho mis noches de borrachera en las que cantábamos a todo pulmón y más que nada aquellas noches en las que la pasión se desbordaba de nuestros cuerpos y hacíamos el amor. Por todo eso y más gracias.
Lamento que tenga que terminar todo esto así, de verdad lo siento, porque conozco el dolor y sufrimiento que dejaré tras mi partida, yo mejor lo conozco porque lo he vivido en carne propia y no es algo que desearía que tu sintieras. Temo que malentiendas mis acciones y creas que es por mera venganza cuando en realidad trato de protegerte, aunque eso ya será cuestión tuya, mi misión en este momento es el protegerte.
Nuestra historia juntos hasta aquí ha llegado y con todo el dolor tengo que dejarte ir porque ahora que eres libre no puedo arrastrarte a la obscuridad nuevamente, tú ya no perteneces aquí. Ahora es mi turno de cumplir mi promesa, yo me encargaré de que vivas una vida feliz aún si yo no soy parte de ella. Por favor cuídate, mi amado compañero.
