Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)

Capítulo 5

Amber.

Me encontraba sentada en la salida del instituto, hoy habia tenido un dia terrible, bueno, como casi todos los demas desde que no estoy con Nathan.
Y si, ya habían pasado dos semanas y el rumor seguía dando vueltas. Aunque como dije, la historia fue muy modificada, haciéndome quedar como la mala del cuento.

La angustia esta vez sí me consume y solo puedo pensar en lo mucho que disfrutaba los momentos con él.
Y no, sé que no estaba enamorada, porque si no estaría pataleando, gritando y arrancando cada vello capilar de la cabeza de esa zorra.  Pero mi tristeza va mas allá, los recuerdos de cuando éramos amigos me matan, y solo puedo pensar en que si él me lo habría dicho, si tan solo él me habría dicho que no quería seguir conmigo, seguiríamos siendo amigos.
Pero no, tuvo que traicionarme y eso es lo que más me duele.

Nathan no se ha rendido en tratar de hablarme, llamaba a mi celular día y noche, me perseguía por la escuela y hasta mandaba a sus amigos solo para que lo escuchara.

Mi estado de nervios está al limite y parece que cualquier cosa que hagas me molesta, y lo peor es que lo único que he visto en mis compañeros por estos últimos días, eran sus miradas de pena, claro que solo algunos, ya que otras y si, hablo especialmente de mujeres; me miraban como si se estuvieran riendo de lo que me pasaba en mi puta cara.

Veo llegar el coche de mi padre y me dispongo a caminar hacia el, con cara de pocos amigos. 
Pero algo me lo impide cuando estoy a metros de la puerta, haciendo que choque y me caiga directamente encima.
Cierro los ojos dispuesta a sentir un duro golpe, pero me sorprendo al sentir entre mi cuerpo, algo más blando que el suelo.

Mis ojos se abren por inercia y me encuentro con la sonrisa más malditamente linda que vi en mis 17 años.

Si estaríamos en una novela y tendría que representarlo como algún personaje, este sin duda sería el "Dios griego" por el cual las chicas babean como si tuvieran rabia, detrás de él.

Parece que me quedé embobada mirándolo, porque enseguia siento la risa de él y me levanto de golpe, haciendo que me vuelva a caer.

—Vaya nena, si tantas ganas tenias de caer encima mío haberlo dicho antes—Dice para luego guiñarme un ojo.

Frunzo el seño ante las palabras más egocéntricas que he escuchado y vuelvo a tratar de levantarme, pero esta vez algo me lo impide y son dos grandes manos que se encuentran en mi cintura.

—Tranquila muñeca, que no muerdo—dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Mi enojo va subiendo a zancadas y cuando estoy apunto de responderle lo idiota que es, una voz hace que me detenga.

—Deja en paz a Amber y vete a molestar a alguien más—Claramente es la voz de Luke.

Ladeo la cabeza hacia el lado donde provenía la voz de mi mejor amigo y me lo encuentro a solo centímetros de mi, extendiéndome la mano.

Lo miro interrogante ante su gesto, pero de nuevo una risa capta mi atención haciendo que agarre rápidamente su mano, recordando que seguía encima de el tal Aaron.

—Oye tranquilo, que me parece que el único que anda molestando eres tu, así que piérdete nerd—habla mientras se levanta del suelo y nos mira a ambos.
¿Acaso esta loco o qué...?

Cuando veo que Luke esta apunto de lanzarse encima de él, lo sostengo del brazo impidiéndoselo.

—Vamos Luke, solo te quiere molestar, es un idiota—Le digo fuerte y claro para
que escuche.

     —Oh, ahora soy un idiota, pero bien que te tiraste encima mío—escucho murmurar a el estupido frente a mi.

     —Me caí, imbecil—respondo entre dientes, tratando de llevar todo mi autocontrol y no acercarme y plantarle una buena cachetada.

«¡Por dios! ¿Cómo se atreve a decirme estas cosas si lo conozco hace apenas 5 segundos?»

—Claro, como no, eso dicen todas—Responde sacudiéndose el polvo de la ropa y dándome unas cuantas miradas.— Bueno en fin, nos vemos nena—y cuando pienso que se va a ir, se da la vuelta—Enserio, estoy seguro que si nos volveremos a ver—agrega mientras me mira de arriba a abajo.

—En tus sueños, imbecil—Digo entre dientes

—Oh créeme que si.— Grita, riéndose, alajandose por fin.

     —Déjalo Amber, no hables con él, solo es un mujeriego más—dice Luke mirando hacia donde se fue Aaron.—Como no, el nuevo capitán de futbol tiene a todas detrás—la amargura llena su voz.

—Tan cliché.—Respondo entrelazando nuestros brazos mientras nos dirigíamos hasta el auto de mi padre.

Mi mejor amigo empezó a contarme algunas cosas a las cuales no pude, en ese momento, prestar atención.
Mi cabeza estaba en otro lado, desde hace una semana que me siento estupida, me siento derrotada y de alguna manera adolorida.
Ese dolor que no tiene explicación y esta combinado con todo el enojo y en rencor que le tengo a Nathan.

Las veces que me ha venido hablar lo he esquivado, le he contestado de la peor forma, y sin embargo; él seguía ahí, insistiendo algo imposible.

Lastima que eso ya no importe.
Pero de alguna manera me siento mal de perderlo.

Mi pensamiento es interrumpido por otro.
Ese chico que acabo de conocer; su personalidad de arrogante y que todo puede tener a sus pies, me molesta.
Piensa que con un chasquido de dedos y unas lindas palabras tendrá todo lo que quiera y todas las chicas se lanzaran a sus brazos.
Esa manera de hablar con altanería y querer burlarse de los demás, como si se creyera el rey del mundo, hace que todo el encanto de su cara bonita desaparezca.

Porque seguro eso es lo que es, tan solo una cara bonita.

Mientras voy de camino a casa, una extraña sensación me recorre el cuerpo, mi cintura cosquillea justo donde me habían agarrado minutos atrás.
Y no sé que es ese raro sentimiento que de pronto golpea mi pecho; como si luego de que tropezara con aquel chico, mi vida se abría detenido, o no exactamente, mas bien cambiado de alguna manera; algo muy adentro mío lo presentía, sabía que ese chico traería problemas y aún así decidí ignorarlo.

Y recordé. Aquel chico con el que había tenido una "grata" bienvenida, era el mismo del que me había hablado Mia. No tenia duda. 
Dicen que juega como los dioses al futbol, aunque bueno, se dicen tantas cosas que no son verdad en esta escuela.

Tenía que admitir que sus tatuajes lograron llamar mi atención, y cómo no lo haría, si parecía sacado de una buena novela juvenil de chicos rudos.

Conclusión, he conocido al que se ha robado el nuevo "puesto" del chico más popular... Aaron bienvenido a mi lista negra.

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N/a:
      ¿Cómo andan? ¿Les gusto este capitulo?
Parece que se avecinan problemas...
Nos leemos en el próximo!

(Cap.editado2)