Capítulo 21

4.1K 331 28
                                    

Amber.

Aaron ríe con suficiencia y yo ruedo los ojos, fingiendo fastidio.

Suelto un gruñido.
—Era sarcasmo—miento.

—Seguro— para de reír y me observa por varios segundos.— Supongo que te debo algo por a ver visto tu trasero, muy lindo por cierto.

Estampo sin demasiada fuerza mi mano en su pecho, juguetonamente.

—Supongo...— inconcientemente, me deje llevar por el momento.

—Entonces ¿Qué tal si te invito a comer algo?— pregunta mientras alza su brazo y mira su reloj.

Lo dudo por un momento.

—Mmm...— veo como sonríe ante mi duda.

—Vamos, solo una comida, no te voy a pedir matrimonio,— ríe— a no ser que tu quieras.

     —Esta bien, solo la comida—acepto—Pasemos por mi casa; me cambio y vamos.

Hace una rara actuación como si habría logrado algo, y yo me dedico a levantarme de encima suyo mientras río.

     —Si que pesas Amber— habla con burla.

«Así señores y señoras, es como Aaron arruina todo»

     —Prefiero ser gorda antes de comer ensalada todos los días como si fuera conejo.

   Pero la verdad es que no era nada gorda, y eso puedo decir que lo heredé de mi padre.

Ni siquiera tenia kilos de más, por supuesto mi cuerpo no era perfecto, ni tenia las curvas muy marcadas... pero para tener 17 años estaba bastante bien; en mi opinión.

Aaron ríe y pequeños pósitos de simpatía se forman en sus mejillas; haciendo que de repente, tenga ganas de hundir mi dedo justo ahí.

     —Bueno vamos, que se nos hará tarde— hablo a medida que ignoro mis ridículos pensamientos.

     —A sus ordenes— respondes mientras nos dedicamos a caminar dentro de la casa nuevamente.

Entramos en silencio y yo busco mi celular.

          «Carajo ¿Dónde estará?»

    —¡Aaron!— le grito mientras veo como busca las llaves.

Hace un raro sonido, invitándome a que prosiga y así lo hago.

     —¿Has visto mi teléfono?— de pronto deja de buscar y solo me mira extrañado.

Lo piensa por varios segundos y por fin habla.

     —No, no tenias nada cuando te traje aquí.

  «Mierda, ahora como llamaré a mi pad...
¡MI PADRE! ¡Doble mierda! Estoy en problemas...»

      —Aaron ¿Me prestas tu celular?—trato de fingir cero problemas, pero soy un nudo de nervios andando.

     —Claro, toma.— me extiende su teléfono y un suspiro de alivio se escapa de mis labios
Aaron se dedica a soltar una pequeña risa.
—¿Qué? ¿Acaso la princesa tiene toque de queda?

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora