Capítulo 14

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Amber.

Despierto y siento como suaves golpecitos inundan el silencio de la habitación.

—Amber—La voz de mi padre llega hasta mis oídos.

Hundo la cara en la almohada y gruño.

   —¡Amber!—Esta vez se escucha más fuerte por lo que decido levantarme.

Voy hacia la puerta y la abro.

  —¿Qué quieres?—Digo enojada.
Por dios, es sábado y me despierta temprano.

  —Amber, no me hables así—Dice mi padre en tono autoritario. Asiento mientras ruedo los ojos. —Hija, un chico esta en la puerta preguntando por vos como hace media hora, le dije que estabas durmiendo, pero él insistió en quedarse esperándote en su auto—Dice mientras me mira interrogante.

«Aaron.»

—Espera...¿Qué hora es?—Consigo decir.

   —Son las...—mira su reloj—2:00 pm—Dice mirándome extrañado. —¿Por qué quieres saber?—Pregunta.

«Bien Hecho Amber, llegas tarde a tu primer día de trabajo»

  —No puedo decirtelo ahora, me tengo que ir—Y con eso cierro la puerta y corro hacia el baño.

Entro, me doy una ducha rapida, hago mis necesidades y salgo.

Miro el reloj de la pared. 2:20 ¡Mierda!

Me pongo unos jeans, una blusa y mis zapatillas negras.
Agarro mi bolso y corro hacía la salida.

   —¡Adiós papá, te amo!—Grito despidiéndome.

Puedo ver el auto de Aaron aparcado justo en la salida de mi casa.

Corro hacia el y golpeo su ventanilla.
Aaron abre la puerta y entro.

   —Hola, perdón por el retraso, no estoy acostumbrada a esto de trabajar—Me excuso mientras lo miro.

Él lleva una chaqueta y unos jeans mas oscuros que los míos.

«Deja de mirarlo como jodida acosadora»

    —Bueno, vamos, de seguro Ross no te dirá nada, ya que es tu primer día.—Dice tratando de tranquilizarme, o eso creo, mientras arranca el auto.

   —Por cierto, buenos días—Digo medio sonriendo.

   —Igual—responde mientras ríe.
Ahora su mirada esta puesta en mi, me detalla de arriba a bajo y sonríe—Te ves bien—lo que me sorprendió, es que no lo dijo de manera arrogante, no, todo lo contrario; lo dijo sincero.

   —Gracias—Digo mientras oculto mi sonrojo con el pelo.

«¡¿Que diablos te pasa Amber?!»

Es raro que estemos hablando tan tranquilamente, sin pelearnos o tan siquiera discutir.

      Hasta podría admitir para mi misma que me agradaba.
Claro que nunca lo diría en voz alta.

  [...]

  Llegamos a la cafetería en un abrir y cerrar de ojos.

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Where stories live. Discover now