Capítulo 61

2.7K 187 4
                                    

Amber.

Frena y mis ojos se abren despacio.
Miro hacia la derecha y una sonrisa se plasma en mi rostro.

Un enorme parque de diversiones se dejaba ver tras algunos arboles.
Hace mucho que no venia a este lugar, porque a mi padre no le agradaba.

—¿Y? ¿Te gusta?—mi sonrisa se hace aún mas grande, dandole una respuesta sin decir nada.

Sin palabra de por medio, bajamos de la moto y sin dejarme reaccionar, toma mi mano y corremos hasta el lugar.

La fila no es larga ya que pocas personas asistían.

   —Al de allá—señaló una increíble montaña rusa que desde ese punto, se veía escalofriante.

Niego con la cabeza muchas veces pero parece que ni se da por aludido ya que, sonriendo, avanza y corre hacia la escasa fila de personas.

Luego de esperar, por fin es nuestro turno.

—Abrochasen los cinturones—eso es lo único que escucho, antes de que la montaña rusa, avance con fuerza.

[...]

El sol caía despacio.
La tarde había pasado volando, y nos habíamos cruzado varios de nuestros compañeros.

—¿Quieres algodón de azúcar?— siento como mis ojos se iluminan.

—¡Si!— ríe ante mi entusiasmo.

Caminamos ante el pequeño puesto de dulces y compramos uno enorme.

—Seguro ni te lo terminas—asegura Aaron mientras me ve comer.

—Veremos...—hablo rápidamente.

Mientras avanzábamos por los juegos, una melena inconfundible aparece en mi visión.

Ryan.

—Mira, Aaron—señalo a la chica que se encontraba mirando en muestra dirección.

—¿Hum?— sus desconcertados ojos se ven guiados hasta donde estoy señalando.

La rubia está con un chico tomada del brazo, mientras camina tramquilamente.
Lo raro es que no parece tener ni un rastro de superioridad en su rostro.
Cuando clava los ojos en nosotros, solo se detiene por un segundo, y luego retoma su marcha.

Raro.

Me encojo de hombros.

   —Raro— suelto mientras agarro la mano de Aaron.
El simple contacto me hace sonreír.

Él asiente y seguimos caminando por entre los demás juegos.

De pronto, algo logra llamar de nuevo mi atención. Bueno mas que ver un poco nervioso a Aaron, y es un enorme puesto de peluches.
Me acerco soltando su mano en un acto desesperado.

<<sigo siendo una niña>>
Me regaña mis pensamientos.

Cuando llego al puesto, me doy la vuelta y frunzo el ceño al ver que Aaron no ha venido detrás nuestro.
Miro entre la gente y no logro detectarlo.

Camino un poco mas, miro, nada.

<<¿Donde se habrá metido?>>

Pov Aaron.

Miro me celular nervioso, pero tratando de que Amber no lo note.

Saber que Ryan esta cerca no me conviene.
En realidad, cada acercamiento aunque no sea para molestarme, me tenia inquieto.

Y más estos últimos días.

Los mensajes y las llamadas eras constantes.
Amenazas iban y venían, pero yo lo había decidido.

Trataría que Amber nunca se enteré de nada, porque obviamente, me dejaría.
No es que sea egoísta, pero me di cuenta de que de verdad la quiero.

Mas de lo que ella piensa.

Se volvió tan indispensable y ocupada cada puto pensamiento que tenia.
Por eso no quería perderla.

Supongo que la quería mucho por el sonido de su voz, solo esa melodía podía silenciar mi mundo y mis inseguridades.
O sus ojos. Que parecían querer decirme todo lo que no decía su boca. Esos cristales azules eran mi perdición.

O su boca. Dos pétalos rosados hermosos, que cualquiera en su sano juicio habría perdido total sensatez.

O su pelo. Ese espectacular aroma a vainilla que desprendía cada vez que se movía.

Esas eran algunas de las características que no me dejaban apartarme de ella.

¿Podía haberme enamorado?
No lo sé, pero esto sentimiento se debe acercar mucho.

Por un instante, salgo de mis pensamientos y observo a mi alrededor.

Mi corazón empieza a latir desenfrenado al no verla a mi lado.
La busco y solo me calmo cuando logro distinguir su esbelta figura.
Esta de espaldas. Supongo que buscándome.
Trato de dejar todos los problemas a un lado y hacerla feliz este día y todos los siguientes.

Me acerco sigiloso y cierro los ojos por un momento cuando el aroma de su perfume me llega.

Envuelvo mis brazos en su cintura y ella se sobresalta.

   —Creía que te habías ido— digo en broma mientras doy un beso bajo su oreja.

Escucho un pequeño suspiro de alivio salir de sus hermosos labios y eso me hace sonreír.

No sé, pero nada ni nadie, la arrebatara cuando esta en mis brazos.

[...]

Cuando la noche va cayendo, los dos nos encontramos cansados.
Mañana ella tiene el recital, y tiene que dormir temprano, pero no quiero que se valla.

No nos queríamos ir del parque, pero ya habíamos recorrido cada juego, y cada detalle de aquel lugar.

De pronto, nos encontramos con un punto desolado.
Todo está oscuro.
Hay algunos arboles pero los pasamos.
Eso es lo que mas me gusta de ella.
Siempre curiosa.

Una valla alta y media sucia.
La altura de algunos arboles no nos dejan ver que hay mas allá.

  —Bueno, lo intentamos, no hay nada, perd...— soy interrumpido cuando veo como ríe suave.

   —Ven—asiento y cuando estamos a centímetros de la valla, de un salto, la tengo colgada en ella.

  —¡¿Qué haces Amber?! ¡Te vas a lastimar!—grito-susurro mientras la veo escalar por ella.

Salto rápidamente y me subo.

  —¿Ves? No hay n...— una increíble vista de la ciudad, me deja estático y sin habla.

La luna esta en su punto exacto, y le da un hermoso brillo a cada punto.
Sonrío mirando a Amber.

   —¿Cómo sabias de este lugar?— pregunto impresionado.

   —No lo sabia—dice simple encogiéndose de hombros.

   —¿Entonces por qué te subiste? ¿Y si no había nada?—digo desconcertado.

  —Sabia que había algo mas hermoso allá, solo hay que buscarlo— sus palabras logran dejar un sentimiento en mi.

Y de eso estaba seguro. Amber era así, siempre lograba ver lo bueno de las cosas y si no las encontraba a simple vista, pulía y al final, sacaba brillo a todo.

                    ^^^^^^^^^^^^^^
N/a: ¡Holaaa!
Perdón por no subir los capítulos tan constantes como antes.
Estoy teniendo algunos problemas para escribir y todo se resume a la falta de tiempo.
Aun así, espero que estén disfrutando de esta novela.

Nos leemos en el próximo capitulo :)

Las complicaciones de enamorarte © |Completa| (editando)Where stories live. Discover now