CINCO

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Camila se alegraba demasiado que justamente aquel fin de semana sus padres tuvieron que salir de viaje de negocios. Claro que estaba acostumbrada a que salieran debido a sus compromisos, pero esta vez le había caído como anillo al dedo.

Apenas habían transcurrido tres cortos días de su charla con Lauren por lo que no dudó en informarle con una llamada la ausencia de sus padres y por lo tanto ambas pensaron que era la oportunidad perfecta para irse sin que nadie le cuestionará nada.

Por otro lado Lauren solo le informó a sus padres que tomaría un viaje para aclarar sus ideas y obviamente no se lo tomaron para nada bien pero al Lauren decirles que estaba reconsiderando su idea y quizás estudiar medicina sería lo mejor como ellos lo decían, hizo que se alegrarán y la dejarán irse cubriendo todos sus gastos para el viaje.

Y ahora se encontraban ambas sentadas esperando a que llamaran a su vuelo, ninguna de las dos pensó que fuera así de difícil decirle adiós a la ciudad que las había visto crecer, sin embargo al escuchar que llamaban para abordar su vuelo lo hicieron de manera mecánica, en silencio.

Lauren mágicamente encontró lugares disponibles una al lado de la otra tomando en cuenta el poco tiempo de anticipación que contó al recibir la llamada de Camila por la mañana. Por lo que tampoco le había dado tiempo de avisar a sus amigas así que antes de que la azafata les ordenara apagar los celulares les escribió un simple texto informándoles de su viaje sin especificar su destino ni fecha de retorno. Y le dio enviar a sus amigas: Normani, Ally y Dinah. Tras hacerlo apago el móvil olvidándose un poco de lo locas que seguramente se pondrían.

–¿Estás bien?–Pregunto Lauren a una tímida Camila que miraba por la ventanilla del avión.
Desde que despegó ella había mantenido su vista en la ventanilla.

–Hmm... si.–Apenas y respondió con un tono audible de voz.
Lauren suspiro dejándola estar y sin pensarlo demasiado se puso los audífonos para escuchar su playlist de viaje el resto del vuelo.

[....]

–Yo se que esto no es mucho, y no es nada comparado a lo que... bueno, fue lo más modesto que pude encontrar, digo que encontré de clase media, dios... solo pasa.

Camila escucho la voz de Lauren explicar atropelladamente el por qué había elegido ese barrio de zona media en Denver al igual que el departamento.
La latina entro apenas Lauren le concedió el acceso. Camila camino dentro de el observando aquel poco espacioso departamento, se encontraba ya amueblado lo cual agradeció. Camino hasta llegar a una pequeña cocina-comedor abierta que dejaba ver la pequeña sala de tres piezas, hizo una mueca al ver el desagradable color negro de los sillones, demasiado oscuro para ella. Siguió su recorrido encontrando un medio baño contiguo a el un pequeño cuarto que parecía ser una especie de oficina o biblioteca que solo contaba con un estante y un sillón beige cerca de la ventana, siguió y abrió una puerta, la última que quedaba y observó la recámara, la cuál constaba de una cama matrimonial con unas mesitas de noche y un tocador con espejo, vio una puerta que se imagino que era el cuarto de baño, más sin embargo camino a abrirla para estar segura.
El para nada lindo color verde de los azulejos la recibieron aún así, lo ignoro viendo una ducha y frente a el un baño, a un lado un amplio closet y frente al closet el lavabo.

Tras recorrer todo el lugar regreso al punto de inicio donde aún se encontraba Lauren, ella solo al cerrar la puerta se dio cuenta de la pequeña exploración de Camila y temiendo que no le gustará decidió quedarse de pie en la pequeña sala.
Camila pudo distinguir el rostro preocupado de Lauren por lo que decidió hacer su mayor intento de una sonrisa.

–Es perfecto.–Dijo la latina llamando la atención de Lauren.–Quiero decir, solo seremos dos personas, en unos meses tres pero es suficiente.–Termino de hablar mirando a su alrededor con las manos en la cintura en forma de jarras.

Camila vio como comenzaba a dibujarse una sonrisa en el rostro de Lauren, ella no sería tan mal agradecida al decirle a Lauren que le parecía un departamento ridículamente pequeño.

–Yo se que no es a lo que estamos acostumbradas pero...–Volvió a decir Lauren quien solo se detuvo al ser interrumpida por la voz de Camila.

–Está bien Lauren, de verdad.

–Bien. Iré a dejar las maletas a la recámara y tomare una ducha.–Lauren le informó a Camila antes de desaparecer por el pasillo.

Camila se encontró de pie en la pequeña sala y sin saber que hacer pensó en tomar una ducha. Sin pensarlo dos veces se encaminó al cuarto de baño que estaba fuera de la recámara, pero su rostro decayó al darse cuenta que solo se trataba de medio baño pues no contaba con una ducha, lo recordó solo hasta que lo vio de nuevo.
Regresó de nuevo a la sala sentándose en el horrible sillón negro, vio el mando de la tv en la mesita de centro y lo tomo encendiéndola.

La chica llevaba al menos media hora viendo ese horrible programa de chismes, al ser media noche no encontró nada bueno que ver, se armo de valor y después de apagar la tv se fue a la recámara. Al entrar se encontró con una Lauren secándose su largo cabello color azabache con una toalla blanca.

–Hey.–Le hablo Lauren mirándola a través del espejo del tocador que tenían.

–Hmm... tomare un baño.–Le informó a Lauren abriendo su maleta de manera descuidada sacando todo lo necesario.

–Si, claro.

Camila camino a grandes zancadas hasta el baño cerrando la puerta con seguro tras de sí.

Después de demorarse lo más que pudo en la ducha Camila salió del cuarto de baño vio como Lauren estaba acostada en la cama con un libro en sus manos. Camino hasta estar al pie de la cama y al ver que Lauren no la noto decidió hablar.

–¿Dormirás aquí?–Pregunto con una voz no tan amable.

Lauren tras escuchar a Camila dejo el libro y entendiendo salió de la cama de un salto.

–Yo... no, no.. solo iré a la sala.

Camila vio los pasos torpes de Lauren al tratar salir de la recámara y recordó que era la única con la que contaba el departamento.

–No es necesario, las dos cabemos en la cama perfectamente.–La chica latina vio como Lauren se detenía girando a verla.

–¿Hablas en serio? No quiero incomodar.

–No incómodas.–Mintió Camila.

Ambas caminaron a la cama metiéndose en ella minutos después. Lauren apago la luz de su mesita de noche y Camila hizo lo mismo.
Ninguna sabía exactamente que decir por lo que Lauren solo susurro un "buenas noches" y Camila solo asintió dándose la vuelta.
Por la cabeza de las dos pasó el como fue de incómodo compartir habitación pero esa idea desaparecería semanas más tarde.

Creo en ti  [Camren]Where stories live. Discover now