CATORCE

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Lauren entro al departamento, chequeo la hora en su móvil y se dio cuenta que apenas marcaba las 5:30 am, hizo cálculos mentales y como mínimo podría dormir hora y media, despertar a las siete, darse una ducha y llegar a tiempo al turno de las ocho. Lauren sabia que le daban un incentivo económico por ser puntual y no pensaba perdérselo por nada así tuviera que ir a rastras al trabajo.

Caminó a la cocina encendiendo la luz, tenía un hambre feroz pero no tenía ni ganas ni energías para prepararse algo y absolutamente no despertaría a Camila solo para que le cocinara algo, para eso tenía dos manos que ahora no soportaba, que estaban rojas e hinchadas, a pesar de que solo llevaba tres semanas trabajando en la fábrica las tenía demasiado sensibles, agradecía que Camila no se hubiera dado cuenta de ello pues si le preguntaba, no sabía que rayos iba a responderle.

Sacó una botella de agua del refrigerador y se la bebió de un solo trago, la arrojó al contenedor de la basura y tras apagar la luz hizo camino a la habitación.

La oji verde se quedó sorprendida al encontrar a una Camila dormida a mitad de la cama abrazando a una almohada que resulta ser la suya. Cuando menos se dio cuenta la estaba fotografiando con su cámara profesional.
Después de tomar varías fotos de todos los ángulos que quiso dejó la cámara en la mesita de noche y con mucho cuidado le quitó la almohada a Camila. Pero su mayor problema era el moverla, así que no lo pensó más y la tomó en brazos. Aunque su acción había sido inicialmente para acomodarla en el lado de la cama que siempre usaba Camila, se vio desechando la idea cuando sintió los brazos de la chica rodearla por el abdomen, precisamente como minutos antes tenia la almohada.

La fotógrafa se quedó estática sin saber que hacer, pensó las opciones que tenía por unos minutos acostada en la cama con Camila encima de ella, paso por su mente despertarla para que se moviera ella misma pero le encantaba aquel contacto y además no tenía fuerzas para hacerlo pues sus párpados se comenzaban a cerrar solos, así que solo se enderezó un poco para poder quitarse los vaqueros y movió sus pies para quitarse los zapatos y se dejó vencer por el sueño.

Los primeros rayos del sol comenzaban a asomarse por la ventana y con el minutos después la alarma del móvil de la ojiverde.
Para Lauren fue más que difícil despertarse y por instinto solo quiso dar media vuelta en la cama para seguir durmiendo pero su acción se vio interrumpida pues el peso de algo o más bien alguien se lo impedía.
Abrió rápido los ojos al recordar la posición en la que se había quedado dormida cuando llegó al departamento. Vio de reojo y sí, se dio cuenta que no era producto de su imaginación y efectivamente Camila seguía aferrada a ella, durmiendo pacíficamente en su hombro, con su brazo entorno al abdomen y sus piernas entrelazadas con las de ella.

Lauren volvió a cerrar los ojos soltando un fuerte suspiro, lo menos que quería era despertar a Camila, a decir verdad quería poder quedarse en aquella posición el tiempo del mundo, le daba un inmenso cosquilleo en el estomago, pero como nada dura para siempre sonó de nuevo la alarma provocando que Camila diera un brinco de la impresión.

–Lo siento, ¡ay dios, que vergüenza!.–Murmuro Camila desesperada.

Lauren vio cómo la chica embarazada se quiso alejar de ella al darse cuenta de la posición en la que estaban dormidas, brinco lejos de Lauren y al hacerlo como consecuencia iba a dar en el suelo sino fuera por los rápidos reflejos de Lauren que la tomo de los brazos jalándola hacia ella.
Ambas estaban con las respiraciones aceleradas debido al rápido movimiento. Camila aún mantenía los ojos cerrados por el miedo que había sentido al casi caer al suelo.

–¿Estas.... estás bien ?–Lauren le pregunto a la embarazada.

–Yo... creo que si.–Susurró Camila en voz apenas audible.–Pensé que... caería al suelo.

–Claro que no, yo no permitiría que eso pasara, eso no ocurriría, no al menos cuando yo este aquí.–Contesto Lauren con voz suave tratando de tranquilizar a Camila.

Sin poderlo evitar Lauren acaricio el cabello negro de la embarazada gentilmente acomodándolo detrás de su oreja. Ambas estaban muy cerca, a unos pocos centímetros, pero ninguna lo notaba, tal parecía que esa cercanía ayudaba a Camila a tranquilizarse después del sobresalto. Pero de nuevo el móvil de Lauren comenzó a sonar devolviéndolas a la realidad.

–Yo.... humm tengo, tengo que contestar.– Hablo la ojiverde atropelladamente soltando a Camila y tomando el móvil de la mesita de noche.

Camila solo parpadeo un par de veces para entrar a la realidad, frunció el ceño al darse cuenta de que Lauren hablaba con alguien ¿Quién era capaz de hablar a esta hora de la mañana?

....Claro Alexa, no hay problema, paso por ti en veinte minutos.... ¡claro! Una invitación a desayunar la acepto como recompensa... si, ya salgo para tu casa....–¿Qué?–Dijo Lauren al ver cómo la miraba Camila quien aún estaba en la cama.

–Nada Lauren, será mejor que te apresures, no vaya a ser que llegues tarde.–Camila le respondió girándose en la cama dándole la espalda a Lauren.

Minutos después Camila escuchó la puerta de baño cerrarse y después escuchó el correr del agua de la ducha, cerró los ojos volviendo a preguntarse ¿Quién rayos era Alexa? ¿Y por que le hablaba tanto a Lauren?

Lauren salió de la ducha cambiándose de ropa lo más rápido que pudo, le incomodaba demasiado la impuntualidad por lo que odia llegar tarde. Salió del baño aún colocándose la blusa del uniforme del trabajo, quiso mostrársela a Camila pues apenas se las habían entregado el día anterior pero se dio cuenta que la chica se encontraba dormida, se giró en derrota mirándose al espejo, peinó su cabello negro, tomó su teléfono, su monedero y se encaminó a la puerta pero antes de irse se arrodilló frente a Camila le acomodó gentilmente el cabello.

–Nos vemos en un rato, Camz.– Susurro con una sonrisa y se incorporó saliendo de la recámara.

Tomó las llaves de la mesa donde las había arrojado hace apenas unas horas y salió del departamento cerrando la puerta tras de si.

Solo después de escuchar el sonido de la puerta cerrarse Camila abrió los ojos y con una sonrisa rememoró en su mente la despedida que le dio Lauren.

...
Listo, perdón por tardar en actualizar, pero ya lo haré mas seguido, promesa :)

Sonrían que nada les cuesta.

Creo en ti  [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora