TREINTA Y CINCO

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–¡Camila, abre la maldita puerta! ¡en algún momento tienes que salir de ahí!–Alejandro cabello grito al otro lado de la habitación de Camila.

–¿Vez lo que te digo?–Sinu dijo señalando la puerta.–Lleva así dos días... ¡Dos días! Estoy harta de esta situación.

–Cállate, Sinu.–Dijo Alejandro pasando una mano por sus cabellos en exasperación.–Esto lo arreglamos ahorita mismo.–Se giró caminando a las escaleras.–¡Alice! ¡Alice!–Comenzó a gritar como loco.

–Dígame señor.–Respondió una señora quien tenía la función de ser ama de llaves de la mansión.

–Dame la llave de la habitación de Camila, ahora mismo.–Dijo eso y se dio media vuelta volviendo a lado de Sinu.

La señora Alice subió las escaleras lo más rápido posible entregándole la llave a Alejandro quien se la arrebató de forma grosera de las manos.
Alejandro abrió por fin la puerta entrando a la enorme habitación con Sinu detrás de él.

–¿Que hacen aquí? !¿Ni en mi propia habitación puedo tener privacidad!?–Camila dijo sobresaltada al ver a sus padres entrar.

–Cállate ya Camila, no tuviéramos que hacer esto ¡si hubieras abierto la maldita puerta!–Grito Alejandro perdiendo la paciencia.

–Te lo advertí Camila, pero no quisiste escucharme.–Agregó Sinu.–Deja ya ese absurdo berrinche y vístete que vamos a llamar a los Mahone para la cena.

–¿¡Que!? ¿Acaso están locos?–Dijo Camila caminando quedando frente a sus padres.–Te dije que no lo hicieras madre, no quiero saber nada de Austin, es un patan.

–Y yo no quiero saber nada de esa tal Jauregui pero no siempre se puede tener lo que se quiere.–Respondió Alejandro.–Te lo vuelvo a repetir Camila, mas te vale que hagas lo que te....

–¿Y sino que?–Lo interrumpió Camila.–Soy mayor de edad y puedo...–Dejo de hablar al sentir una punzada en su estómago.

–Así está mejor, te callas y haces lo que te decimos.

–Déjenme en paz....–Contestó Camila tomando su teléfono y llamando a Lauren.–No quiero saber nada de Austin....–Volvió a callar al sentir de nuevo otra punzada, se agarro de la pared al ser esta vez más fuerte.

–¿Y ahora que te pasa?–Dijo Alejandro malhumorado.–Déjate de juegos Camila y arréglate.–Dijo caminado a la salida.

–No estoy jugando....–Dijo Camila comenzando a respirar más fuerte.–Me duele.... realmente me duele.

Sinu abrió grande los ojos al comprender lo que decía Camila y se acercó a ella para ayudarla a sostenerse.

–¿De verdad Camila?–Preguntó Sinu con una chispa de preocupación. Camila asintió cerrando los ojos al sentir otra punzada.–¡Alejandro, entró  en trabajo de parto, tenemos que ir al hospital urgentemente!

¡Camila! ¡Camila! ¿Estás bien? Dime que todo lo que escuché es mentira, ¿va a nacer?.–Lauren hablaba desesperada sin obtener respuesta.

De pronto escuchó pasos apresurados seguidos de un ruido sordo que provocó que se cortara la llamada, el teléfono se le había caído a Camila al querer salir lo antes posible de la habitación. Lauren no lo pensó mas y tomó sus llaves de su nuevo escritorio en la agencia saliendo corriendo al hospital.


[.........]

–Señorita, disculpe, ¿aquí se encuentra la paciente Camila Cabello?–Preguntó Lauren a la enfermera de recepción.

Creo en ti  [Camren]Where stories live. Discover now