DIECINUEVE

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—Hola, ¿Podría ponerme un café para llevar?–Lauren susurro al oído de Camila  con una sonrisa en sus labios. Cuando entro a la cafetería se le vino a la mente jugarle una broma  ya que se encontraba de espaldas y era un escenario perfecto para hacerlo.

–Espere su turno señorita.–Respondió Camila yendo hacia la barra entrando al juego de Lauren, era más que obvio que había reconocido la voz pero le encantaba el lado divertido de la ojiverde.

–¿Esperar mi turno?–Protestó divertida– Pero si no hay nadie mas ordenando.–Señaló a todos los clientes que ya estaban tomando sus pedidos en las mesas, solo se encontraban ellas dos en la barra.

–Tranquila.–Contesto con una risita Camila comenzando a preparar el café.–Aquí tienes.–Dijo entregándoselo.

–Gracias Camz.–Respondió amable Lauren entregándole el billete para pagarlo.

—No.–Dijo Camila negando.–La casa invita.

–Claro que no, toma el billete por favor.

–Que la casa invita, pesada.–Camila insistió con una sonrisa en los labios.—Después de todo te mereces mas que eso, no se me olvida todo lo que has hecho estos últimos meses.–Camila habló quebrándosele la voz, se dio la vuelta fingiendo estar ocupada para que Lauren no la viera llorar de nuevo.

–Camz, sabes que a mi no me importa.–Sin pensarlo la ojiverde camino pasando la barra llegando a donde estaba Camila.–Y deja de fingir que estás lavando eso cuando ya está más que limpio.

–Pero...—Camila se giró quedando frente a frente, cerró los ojos al sentir la mano de la ojiverde secándole las lagrimas delicadamente.–No puedes estar aquí.–Susurró Camila abriendo los ojos y así encontrándose los expresivos ojos verdes que ya empezaba a amar, vio cómo Lauren solo se encogía de hombros en respuesta importándole un comino las reglas del lugar.

–Chicas, ¿No se les hace tarde para la cita?–Ambas abrieron como platos los ojos al escuchar la voz de la señora Méndez.

–Yo...–Lauren rápidamente salió de detrás de la barra.–Mmm buenas tardes señora.

–Tranquila hija, respira un poco.–Contesto preocupada Méndez.

–Discúlpeme, no se volverá a repetir.–Camila habló apenada.

–Tranquilas, solo que no pase tan seguido, ahora corran si no quieren llegar tarde.–Dijo mirando la hora en el reloj que estaba colgado en la pared.– Que lindo que la acompañes Lauren.–Comentó Méndez.–una mujer embarazada jamás debe de ir sola a la cita en la que sabrá el sexo de su bebé.–Termino de hablar observando cómo la ojiverde le ayudaba a quitarse el delantal a Camila.

–Jamás permitiría que Camz fuera sola.–Contesto Lauren colgando el delantal en el perchero.

–Eso no lo dudo.–Susurro Méndez.

–¿De que hablan, señoras ?– Preguntó Arturo quien llegaba de aparcar el coche.

–Cosas de chicas Arturo, no seas curioso.–Lo reprendió su esposa con una risita.

–Listo, nos vemos mañana.– Camila dijo despidiéndose de sus jefes.

–Claro hija, que tengan mucha suerte.–Respondió Elizabet.

–Con permiso.–Hablo Lauren poniendo su mano en la espalda baja de Camila guiándola a la salida.

–¿No crees que hacen bonita pareja?–Le Preguntó Elizabet a su esposo observando cómo ambas chicas salían del local.

[...........]

–Pasen chicas, las estaba esperando.–Camila dio un suspiro al ver a la ginecóloga Collins quien las esperaba fuera de su consulta, al menos la estúpida de la recepcionista no tendría tiempo para intentar algo en Lauren, pensó.

–Gracias.–Respondió Lauren tomando su habitual asiento a un lado de Camila.

–Muy bien, ¿Como se a sentido la futura mamá?–Pregunto con una sonrisa en su rostro la doctora centrando toda su atención a Camila.

–Muy bien...

–Mentira Camz, dile que te has sentido muy cansada.–Intervino Lauren. Camila volteó a verla con molestia pero decidió ignorarla.

–¿Es cierto eso, Camila?–Preguntó Collins apoyando ambos codos en el escritorio para prestarle atención.

–Ella esta exagerando.–Dijo señalando a Lauren.– El verdadero problema aquí es que comencé a trabajar y ella piensa que es el fin del mundo.–Collins la vio con sorpresa, jamás se imaginó que ella trabajara.

–Entiendo.–Contesto Collins tomando su block de recetas empezando a escribir.–Sino es un trabajo donde corra riesgo tu salud no pasa nada o ¿lo es ?– Preguntó subiendo la mirada para ver la respuesta de su paciente.

–Por supuesto que no.–Respondió Camila rápidamente impidiendo que Lauren volviera a intervenir.–Solamente sirvo cafés.–Agregó entrando más en detalle.

–Ok, para mi no suena nada arriesgado.–Continuo escribiendo en la receta.–Sin embargo te recetaré una vitaminas para completar y que te ayuden con ese cansancio, y tranquila Lauren.–Dijo mirándola.– no hay de que preocuparse, muchas mujeres trabajan durante su período de gestación y no tienen ningún problema.–La ojiverde asintió bajando la mirada.

–Yo solo me preocupo por ambos, doctora.–Respondió Lauren apenada.

–Y esta perfecto, sigue así.–Dijo guiñándole un ojo.

–Gracias por aclararlo doctora, espero que a usted si le crea.–Comentó Camila dándole un apretón a la mano de Lauren, ahora ella quería reconfortarla. La ojiverde subió la mirada encontrándose con la de Camila y ambas se sonrieron.

–Muy bien, es hora de saber el sexo de este bebé. ¿Estas lista, Camila?–Preguntó Collins comenzando a preparar todo para el ultrasonido.

–Definitivamente si.–Contesto la Latina poniéndose de pie, caminando hasta recostarse en la ya familiar camilla. Lauren la siguió colocándose a un lado de ella.

–Bien, aquí vamos...–Dijo Collins comenzando con el ultrasonido.–Mmm... creo que será algo inquieto, no deja de moverse.–Comentó Collins y vio cómo ambas chicas miraban expectantes.

–Ya lo veo corriendo por todo el departamento.–Comentó Lauren con una enorme sonrisa. Camila rió nerviosa girándose para poder ver a la ojiverde, no podía creer cómo se imaginaba los días donde el bebé corriera jugando por todo el departamento se dijo a si misma que no la merecía.

–Al fin se dejo ver y sí.— La ginecóloga señaló la pequeña pantalla. Ambas chicas trataron de mirar lo que señalaba la doctora pero fallaron en el proceso, ninguna entendió nada.–¡Es una niña, felicidades a ambas!

Camila sonrió enorme pensando en lo hermosa que sería su niña, una niña que próximamente tendría en sus brazos.

–Una niña...–Susurro Lauren aún en estado de shock.–Camz, será una hermosa niña idéntica a ti, estoy segura.–Lauren le dijo a Camila agachándose para quedar a su altura. Camila solo asintió emocionada derramando un par de lágrimas aun emocionada por la noticia.–Tranquila Camz, aquí estoy contigo.–Lauren le dijo limpiándole las lagrimas, ambas se miraron con una sonrisa compartiendo la felicidad que las embargaba pensando en la hermosa niña que pronto llegaría al mundo.

Listo, prepárense para el que viene traerá lo que todas esperan. Espero su votos y comentarios me animan a seguir con el fic.

Sonrían que nada les cuesta. 

Creo en ti  [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora