Hola, Jackie

49 4 0
                                    

‒Espera, ¿me estás diciendo que nunca te encontraron un hogar?‒pregunta Sydney sorprendida.

Negué con la cabeza y ella suspiró.

‒Increíble. Me dijeron que te iban a conseguir un buen lugar y que tendrías un futuro seguro. ¿Samantha sigue estando a cargo de tu caso?

‒Sí‒ contesté.

‒¿Ella te envió hasta acá?‒Jackson intervino esta vez.

‒Erm, no. No sabe que estoy aquí‒ dije.

‒¡¿Qué?!‒gritan ambos.

‒O sea, ¿qué tus padres adoptivos no tienen idea de dónde estás?‒pregunta Sydney algo inquieta.

‒No, y no creo que les importe‒dije y miré a otro lado.

Siento que sus miradas se posan en mí por un largo tiempo. Alzo la mirada.

‒¿Por qué me miran así?‒ pregunté.

‒¿Qué escondes?‒dijo Jackson.

‒¿De qué hablan?‒dije, evitando aún más sus miradas.

‒Estás desviando la mirada... ¿Hay algo más que tengas que contarnos?‒pregunta Sydney esta vez.

‒Sólo estoy tratando de espantar un estornudo‒ refuté, intentando disimular.

‒¿Ah, sí? Mírame a los ojos‒ dijo Sydney.

Bufé y la miré. Su mirada era intensa, pero ya son quince años que llevo haciendo esto, no hará que diga nada.

‒Puedo hacer esto todo el día‒dije.

‒Yo también, pregúntale a Jackson‒dijo.

‒Es cierto‒lo escuche decir.

Pasaron más de treinta segundos cuando no pude aguantar más.

Respeto, madre... Respeto.

‒Está bien, me rindo‒dije. ‒Necesito un favor‒confesé.

‒De acuerdo...‒Sydney dijo, confundida.

‒En tres meses cuando cumpla mis dieciséis años, tengo planeado emanciparme. Y para hacer eso, necesito haber estado en un hogar estable—que hasta ahora no lo he tenido–comencé. ‒Necesito por lo menos haber progresado algo en unos tres a cuatro meses para que me aprueben la emancipación.

‒No te sigo...‒dice Jackson.

‒¿Serás idiota? Quiere que la cuidemos hasta que pueda proveer para ella misma, Jackson‒ dice Sydney.

Quería reírme. Me recuerdan mucho a Alex y a mí.

‒Oh‒dijo Jackson.

Sydney suspiró y se sentó a mi lado, regalándome una sonrisa.

‒Jackson y yo no estamos juntos, es más, llevamos tiempo sin hablarnos‒dice Sydney.

‒Y por un tiempo, quiere decir quince años‒dice Jackson.

‒¡Jackson!‒Sydney le reprocha. Ella lo ignoró y volvió a mi ‒Quiero ayudarte, pero cuando firmamos los papeles, nos quitaron custodia completa de ti. Tendríamos que hablar con tu trabajadora social e ir a una corte para pedir custodia de nuevo. ¿Estás segura de que quieres arriesgarte?

‒Más que nada‒ dije.

‒¿Jackson?—Sydney lo mira, esperando su respuesta.

‒Yo no tengo ningún problema‒dijo Jackson encogiendo los hombros.

‒Bueno, pues. ¿Tienes el número de Samantha?‒pregunta Sydney.

Asentí y le pasé un papel con el número.

Marcó el número y lo puso en altavoz.

‒Samantha Dawson, ¿en qué puedo ayudarle?‒ escucho que contesta.

‒Samantha, hola. Habla Sydney Reed, no sé si te acuerdes de mi‒dice.

‒Por supuesto que aún me acuerdo de ti, Sydney. ¿Cómo estás? ¿En qué te puedo ayudar?‒ contesta Samantha.

‒No sé si ya sabías, pero tengo a Jackie profuga aquí en el apartamento de Jackson‒ contestó Sydney.

‒Ah, así que por eso fue que se llevó los papeles de su familia de crianza.

‒Sí, de todos modos, quería saber si era posible poder tener custodia de ella de nuevo.

‒Será un proceso difícil. Hay que pasar por inspecciones de hogar, evaluaciones familiares y todo eso‒ Samantha dijo.

‒Lo sabemos. Pero, ¿crees que sea posible?‒pregunta Jackson ahora.

‒No veo porqué no. Coordinaré una cita con ustedes mañana. Cuiden a Jackie, mientras tanto‒dijo y colgó.

Estaba sonriendo, pero por dentro estaba haciendo una fiesta.

‒Les prometo que si los aprueban, solo estaré tres meses y me iré‒dije.

‒Si en verdad quieres esto, no es problema para mí‒dijo Sydney. ‒¿Te molesta si paso la noche aquí?‒le pregunta a Jackson.

Jackson puso una cara extraña, pero igual accedió.

‒Um, no. Para nada. Sólo vayan a hacer algo en lo que organizo un poco y te llamaré para que vengan‒dijo de lo más normal.

‒De acuerdo. Vamos, Jackie. Te llevaré hasta mi casa para que comas algo‒me dijo. ‒Te veré luego, Jackson‒dijo y nos fuimos.

En verdad espero que mañana vaya bien.

Hablemos©Where stories live. Discover now