Padre

22 4 0
                                    

‒¡Maldita sea!‒grité.

‒¿Qué ocurre?‒escuché a Jackson preguntar.

‒Nada‒dije, esperando que no viniera a donde mí.

Escuché sus pasos y empecé a maldecir en mi mente.

‒¿Por qué gritaste..?‒dijo mirándome. ‒Quédate en dónde estás, vengo rápido.

Mierda.

Estaba arreglando mis cejas con un perfilador y me resbalé, causando que me rajara la cara.

Bien torpe, lo sé.

‒Sal del baño‒ dijo Jackson, volviendo con una crema, alcohol y curitas.

Suspiré y salí del baño, dirigiéndome al comedor para sentarme en una silla. Jackson comenzó a curar mi herida, lo cual me incomodaba un poco porque podía hacerlo yo sola. No estoy acostumbrada a que me ayuden.

‒Pude haberlo hecho yo, ¿sabes? ‒le dije.

‒No me molesta. No es como si no lo hubiera hecho antes‒dijo mientras terminaba.

‒¿Por qué lo dices?‒dije, acomodando la curita que me acaba de poner.

–Muchas personas torpes en mi vida, en especial Sydney‒dijo y ambos nos reímos. ‒Pero no creo que a ti te pase a menudo.

‒No, soy igual de torpe. Tal vez peor‒admití.

Jackson guardó las cosas y volvió a lo que estaba haciendo, lo cual era mirar fotos y escribir.

‒¿Qué haces?‒pregunto, sentándome a su lado.

‒Estoy haciendo un artículo sobre este local. ¿Quieres ayudarme? ‒pregunta.

Me sorprendí un poco cuando me preguntó eso.

‒Estropearé tu trabajo. No tengo ni una onza de talento—digo dudosa.

‒Vamos, te mostraré cómo hacerlo‒dijo, pasándome un papel y un lápiz.

‒Jackson, no son bromas. En sexto grado nos dieron una prueba de habilidades artísticas y la fallé. Y la prueba no tenía calificación‒dije, tomando el lápiz y el papel.

Él me miró y suspiró, reprimiendo una risa. A lo que le lancé una mirada de muerte.

‒De acuerdo, pues yo te daré una prueba a mi estilo‒dijo y puso a un lado su trabajo. ‒Te daré una foto que tomé en Barcelona, y quiero que escribas algo sobre ella. Es más, sólo escribe lo que sientes.

Suspiré y tomé la foto. Era hermosa; había una pareja pasando por un mercado y se veían felices. Escribí como me sentía respecto a ella, aunque creo que Jackson no será capaz de entender mi letra. Mi cursivo es más garabato que letras.

‒Terminé‒dije y le pasé el papel.

Por la expresión en su rostro, supe que mis predicciones eran correctas.

‒Me gusta cómo te expresaste. ¿Crees que puedas poner esos sentimientos en un dibujo? ‒ me preguntó.

‒Soy pésima dibujando‒dije

‒Sólo inténtalo.

Le regalé una sonrisa y dibujé lo que me pidió. Lo más que yo hago son garabatos, así que intenté hacer lo mejor que pude.

‒Toma‒dije, dándole el papel.

Jackson inspeccionó el papel y una sonrisa atravesó su rostro.

‒¿Hay una posibilidad de que te guste Shakespeare?‒ me preguntó.

‒He leído una que otra de sus obras, sí. ¿Por qué?

‒La forma en la cual te expresaste es tan críptica y complicada, pero profunda a la vez. Tus dibujos gritan angustia y son igual de complicados que tu escritura‒comenzó. ‒Te relacionas tanto con todo; pensamientos y sentimientos. Creo que he descubierto tu habilidad artística.

‒¿Escribir? ¿Dibujar?

‒¿Te interesa el teatro?‒ pregunta.

Hablemos©Where stories live. Discover now