Pasados de Vuelta

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‒¿Qué?‒pregunté, totalmente confundida.

¿Pero qué mierda es esta?

‒Por ahora sólo tienes que saber eso. Te explicaré los detalles luego‒dijo y siguió a la sala.

Estaba totalmente confundida y sorprendida.

¿Cómo es que nunca supe de esto? ¿Por qué nunca me lo dijo?

‒Jackie, ¿vienes?‒Sydney me pregunta.

Asentí y la seguí a la sala.

La entrevista surgió de lo más bien hasta que Samantha hizo una pregunta que, honestamente, causó que el ambiente se pusiera muy abrumador.

‒Jackie y Jackson, ¿tenían conocimiento de que Sydney está casada?

Jackson se quedó callado por unos segundos y luego habló.

‒Sí‒contesta de lo más normal.

‒Sí‒contesté yo inmediatamente.

Samantha nos miró y siguió escribiendo en su cuaderno. Miré a Sydney y esta bajó la cabeza.

‒Felicitaciones, han sido aprobados, pero Jackie se tendrá que quedar con Jackson, y puede quedarse aquí con Sydney los fines de semana‒dijo Samantha. ‒Jackson, ya que tú estás más tiempo en casa y no tienes otros asuntos que te tomen tiempo–miró a Sydney cuando dijo eso. –Jackie se quedará contigo.

Todos acordamos con ella y nos levantamos. Nos despedimos de Samantha, y después de cerrar la puerta, la tensión explotó como una caja de dinamita.

‒¿Estás casada?‒pregunta Jackson, su mirada volviéndose dura.

‒Erm...‒Sydney murmura.

‒Es una simple pregunta, Sydney. ¿Sí o no?

‒Lo estoy, pero no por mucho tiempo. Estamos a punto de divorciarnos.

‒¿Con quién?‒intervengo.

Sydney le dirige una mirada a Jackson y luego voltea adónde mí.

‒Mason‒dice. ‒Mason y yo estuvimos en un noviazgo de tres años después de que naciste, y pues nos casamos. Estuvimos de lo más bien hasta que nuestras carreras se interpusieron en nuestro matrimonio.

Miré a Jackson, y su mirada era imposible de leer ahora mismo.

‒¿Mason?‒fue todo lo que dijo él.

‒Mira, Jackson, sé que tú y Mason tuvieron un desacuerdo, pero eso fue hace muchísimo tiempo‒refutó Sydney.

‒Me vale un pepino, Sydney. Mason es una persona egoísta y grosera‒Jackson reprochó.

La cara que Sydney acababa de hacer era aterradora, jamás he visto a alguien así de molesto. Es mejor que intervenga antes de que algo pase.

‒Deténganse ya. Antes de que ambos hagan algo de lo que se van a arrepentir, siéntense y resuelvan sus problemas hablando. Iré a ducharme‒dije y me fui.

~~~~~~~~~~~~~~~~~

Salí del baño y me dirigí a la sala, sólo para encontrarme con alguien más en la misma...

‒Dios mío...‒dice la mujer pelicastaña sentada al lado de Sydney.

No supe que hacer o qué decir, ella simplemente me miró sorprendida, como si acabase de ver un fantasma.

‒Jackie, te presento a Clara‒dice Sydney. ‒Clara ha sido mi mejor amiga por años, desde que teníamos tu edad más o menos.

‒Mucho gusto‒dije con una pequeña sonrisa.

Clara se dirigió hacia mí y me sonrió.

‒¿Puedo abrazarte?‒me pregunta.

‒Por supuesto‒dije y la abracé.

–Estás enorme, jamás pensé que te volvería a ver...– dijo, apretando más el abrazo.

Después de unos segundos me soltó y me sonrió.

‒Es un gusto conocerte, Clara‒dije.

Sydney se acercó a nosotras y sonrió.

‒Me gustaría que pudieran charlar más, pero Jackie tiene que irse‒comenzó. ‒Jackson está esperando por ti, cariño.

Asentí y sonreí. Me despedí de las dos y me fui con Jackson al apartamento.

‒Honestamente, nunca pensé que Samantha me dejaría quedarme contigo‒dije, abriendo la puerta del apartamento.

‒Lo importante es que dijo que si, ¿no? Y creo que así es mejor; mientras Sydney resuelve lo que tenga que resolver, pues es mejor que estés aquí‒Jackson dijo, cerrando la puerta.

Sentía una vibra extraña en el ambiente. De alguna manera, el hecho de que Sydney está casada le estaba afectando.

‒Sí, lo entiendo... Bueno, me iré a hacer mis tareas‒dije y me fui a mi habitación, obviando su notable bruma.

No pasaron ni cinco minutos cuando escucho que alguien toca la puerta. Me levanto a revisar si Jackson está cerca, pero al parecer no. Así que fui a ver quién era.

‒¿Le puedo ayudar?‒pregunto.

‒Estoy buscando a Jackson Woods‒dice el tipo de pelo castaño claro.

‒Está indispuesto por el momento. ¿Qué quiere que le diga?

‒Le puedes decir que quisiera hablar con él en cuanto pueda. Es urgente‒me dice.

‒De acuerdo. ¿Quién dice?

‒Dile que un viejo amigo. Éste es mi número, por favor haz que le llegue‒dijo y se fue.

Cerré la puerta y miré el papel. Tenía un número y una localización.

‒¿Quién tocó?‒pregunta Jackson, saliendo del baño.

‒Un tipo ahí. Te dejó esto‒le entregué el papelito. ‒Era alto, pelo castaño claro, ojos verdes... "Un viejo amigo", según él.

Jackson me miró y su piel perdió todo el color, lo cual me asustó.

‒¿Jackson?‒digo, pasando una mano al frente de su rostro.

‒Jackie, necesito que llames a Sydney y que le digas que contacte a Mason, rápido...‒dijo, guardando el papelito.

Hablemos©Where stories live. Discover now