No Es Imposible

27 4 0
                                    

‒¿Teatro? ¿Estás loco? ‒digo, parándome de mi asiento.

Este hombre está demente. ¿Qué clase de prueba fue esa?

‒Vamos, Jackie. No es imposible‒dijo.

‒Si lo es, Jackson. Le tengo temor al público‒ confesé.

Jackson dejó de insistir y se sentó a mi lado.

‒Tuve que armarme de valor para conocerte a ti y a Sydney y tuve que armarme de valor para muchas otras cosas... Y todo eso me causó un mal de ansiedad que no tienes idea. No creo que pueda‒dije.

‒De acuerdo, no te presionaré, pero sólo te pido que los consideres‒dijo. –Quizás te termine gustando.

Suspiré y lo miré.

‒Lo pensaré.

Él sonrió y me abrazó.

‒Ve y toma lo que te vayas a llevar, tengo que dejarte en casa de Sydney.

Asentí y fui a buscar mis cosas.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~

‒Jackson me dijo que descubrió tu habilidad artística‒escucho la voz de Sydney.

‒Ah, sí. Él piensa que el teatro sería algo bueno para mí. Pero lo dudo‒dije mientras doblaba mi ropa.

‒Vamos, Jackie. Ten un poquito de fe, total, Jackson nunca se equivoca en estas cosas. Él me ayudó a encontrar mi pasión‒dijo, preparando la cena.

‒Espera, ¿esa prueba en realidad determinó tu futuro? ‒pregunté, estupefacta.

‒Suena ridículo, pero sí. Antes de todo me fascinaba, y aún me fascina escribir. Esa prueba sólo me ayudó a darme cuenta de eso; que las letras me apasionan‒dijo, pasándome mi plato. –Básicamente, esta prueba es más como un "empujón" o un "abrir de ojos"... Pero deja que siga creyendo que es una prueba que determina tu futuro.

Reí y tomé un bocado de mi comida, y no pude evitar suspirar de placer.

‒Tu comida es deliciosa‒dije.

‒Siento que me estás cambiando el tema‒ Sydney dijo, sentándose en frente de mí.

‒Bueno, no realmente. Pero ahora que lo dices...‒dije y nos reímos. ‒No lo sé, Sydney. Parece imposible

Sydney no dijo más nada y ambas terminamos de comer.

‒Ven conmigo un momento‒dijo.

Dejé mi plato en el fregadero y la seguí hacia un cuarto pequeño. Al abrir la puerta, vi cuadrados con las portadas de algunos libros colgados en las paredes.

‒¿Los escribiste tú?‒pregunto.

‒Están en proceso. Desde que escribí "El Sol de mi Noche", no he tenido la inspiración necesaria para terminar otro libro‒dijo.

‒¿En serio? ¿Por qué fue eso?

‒Por ti‒dijo y me volteé.

Soltó una pequeña risa y se acercó a mí.

‒Desde que te fuiste, mi inspiración no ha sido la misma. He empezado un montón de ellos, pero no consigo como terminarlos; pero luego llegaste y es como si esa bombilla se volviera a iluminar.

Era imposible no sonreír con sus palabras.

‒¿Me puedes decir de que trata "El Sol de mi Noche"?‒pregunto, sentándome en una silla.

‒¿Nunca lo has leído?‒pregunta.

‒Tengo una copia del libro. Pero quiero que me aclares una duda. ¿Escribiste ese libro por Jackson?

‒Por supuesto que no‒dijo y se sentó a mi lado. ‒Lo escribí sobre ti. Tú eras mi gran pérdida, Jackie; y eras el Sol de mi noche‒ dijo, acariciando mi cabello.

Una ola de emociones se apoderó de mí. No sabía que decir, exactamente.

‒Mi recuperación consistía en escribir sobre ti. Escribir sobre cómo me sentía al no tenerte en mis brazos y en cómo te dejé ir. Tú fuiste mi inspiración, y la seguirás siendo siempre; he comprobado eso en las últimas dos semanas‒dijo.

Todo este tiempo leí ese libro y no supe que era de mí. Nunca supe que, en la mayoría de mi vida, mi madre ha estado conmigo.

‒En realidad no me esperaba eso‒reí suavemente y limpié una lágrima.

Sydney también rió.

‒Ve y prepárate para dormir. Mañana tenemos un día largo‒dijo y eso hice.

Hablemos©Where stories live. Discover now