9. Ella es más que adorable

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Félix

Observo la laptop, entrando a la página de la academia, reviso la lista y luego miro a Taty.

—¿Quién crees que pueda orientarte mejor?

—La señorita Craih. —Señala la pantalla.

—Esa es una mandona. —Me río.

—Pero sabe un montón y no creo que me rompa los trabajos, ¿o sí? —expresa preocupada.

—¿Quién ha roto lo que has dibujado? —Nick sale de la cocina y llega hasta nosotros en el comedor, luego sonríe—. Por cierto, tu amigo se durmió en el sillón.

—Ja, ja normal en Pipu —aclaro.

—Tu amigo es raro —opina Taty y luego se lo piensa—. Quizás por eso le gusta a Katty.

—No le gusta, luego de que consiga lo que quiere, se irá volando. —Muevo las manos como un pajarito y ella ríe—. Por suerte Pipu no es idiota.

—¿Por qué hablas así de Katty Katty? —opina Nick y agarra un bollo de la mesa, el cual muerde—. Mm, esto me salió delicioso.

—No hablo mal, es mi prima y la quiero, pero a veces hace cosas que ni yo comprendo.

—Bueno, iré a comprar, se me acabó la harina —exclama haciéndose el melodramático en forma de broma y luego ríe—. ¡Ya vuelvo! —Nos señala—. Pórtense bien.

—Con Pipu durmiendo quién se va a portar mal —acoto y Taty se ríe otra vez, así que yo también lo hago.

Luego de un rato de que Nick Nick se haya ido y revisar a cada profesor en la página de internet de la escuela, Taty elige uno, el cual le parece el más adecuado. Y ahora, se ha formado un silencio.

—Pipu sigue durmiendo —acota ella intentando generar una conversación—. ¿Es que no duerme en su casa? —pregunta preocupada.

—Sí duerme. —Río—. Pero él es así, le gusta hacer todo lo contrario a lo normal, quizás es agente secreto —bromeo y muevo los ojos.

Ella ríe de nuevo.

—Eres muy divertido.

—¿Lo crees? —Me sonrojo—. Yo solo hago del bobo.

—Ánimas a los demás, obvio que eres divertido —opina.

—¿Me has estado observando? —bromeo.

Baja la vista avergonzada.

—Un poco.

Okey, creo acaba de explotar algo en mí ¿Hace calor? Sí, este es calor de enamorado.

—Taty yo... —Me acerco a su rostro.

—¡Cuando me olvido las llaves del auto! —La puerta de entrada se abre y al inclinarme para atrás me tropiezo, mi espalda choca contra el suelo. Nick me observa y entrecierra los ojos, luego sonríe—. ¿Qué estás haciendo ahí? —Ríe.

—¿Gimnasia? —Hago una sonrisa amplia.

—Claro —exclama con sarcasmo, pero sigue alegre.

—Las llaves están en la cocina —de repente acota Taty pero Nick cierra la puerta—. ¿Qué sucede? —Lo mira confundida.

Sonríe y se sienta con nosotros.

—Me quedaré por aquí.

Acaso... ¿Sospecha de mi acción? No sé, pero dicen que engañarlo no se puede, aunque creo que Taty no se ha dado cuenta de aquello, ni de lo que hice yo, ni de por qué Nick se ha quedado.

Es que así, ella es más que adorable en esos temas. Ahora me siento depravado y no hice absolutamente nada. Juro que no fue adrede, así que me hace sentir culpable también.

Herencia Ricoy (R#10)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora