67. Te quiero, hermano

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Félix

Toco la guitarra en mi cuarto, para quitarme el estrés, pero este afecta hasta la sonora del instrumento y encima no muy bien.

—Qué horror. —Bufo y la tiro sobre la cama—. No puedo concentrarme. —Me siento y me cubro el rostro.

Nunca me he sentido tan enfadado, no es normal en mí. Se supone que soy el chico alegre, pero no me sentí bien con lo que dijo Katerina y mucho menos lo hago con aquello que le expresé yo.

"Tú ya no eres mi familia".

Me siento mala persona, a pesar de que no ha sido mi culpa lo que ocurrió, yo solo estaba en el lugar equivocado, pero no soporto la injusticia ¿Qué necesidad hay de meterse con procedencia de Taty?

"No es nadie, solo es una huérfana sin sentido, tuvo suerte de que mi madre se apiadara de ella."

¿Acaso piensa lo que dice? ¿No sabe que eso es un golpe bajo? Muy bajo. Eso es abrir una herida profunda y lo sé muy bien porque...

—¿Félix? —Levanto la vista oyendo a Tristán—. ¿Estás triste? —Me mira preocupado y sonrío acercándome hasta él.

Me agacho y lo abrazo.

—Tú siempre serás mi hermano, no importa quién lo diga, ¿de acuerdo?

—Sí —dice en tono bajo.

—Te quiero, hermano. —Mis ojos se humedecen.

Me abraza también.

—Yo también te quiero, pero no llores ¿Vamos a jugar? No vamos a llorar. —Agarra fuerte mi remera.

Levanto la vista y veo a Celeste sollozar.

—Eso fue hermoso.

—¿Por qué todo el mundo está llorando? —Llega papá mirándonos raro—. No pasó nada malo, ¿verdad? —pregunta preocupado.

—No, celebramos la felicidad familiar, qué hermoso —ella repite, sigue lloriqueando y se toca su enorme barriga de embarazada.

Me levanto y refriego los ojos, entonces me agarra un poco de vergüenza.

—Ay, esto es un momento incómodo. —Me sonrojo.

—Félix es tan lindo, es tan parecido a ti, no sabes las bonitas palabras que le dijo a Tristán sobre la familia. —Cely se agarra del brazo de papá—. Ojalá que esta felicidad siga por siempre, voy a mantener este momento intacto en mi memoria, qué bello.

Papá sonríe.

—Mientras estemos juntos y me encuentre aquí, haremos que esto sea una realidad infinita, nunca nadie más será infeliz en esta casa, yo lo juro.

Me les acerco con Tristán de la mano y sonriente.

—Mamá estaría orgullosa.

—¡Claro que sí! —dice Cely feliz—. ¡Abrazo familiar, pero no me aplasten que tengo un bombo!

Todos nos reímos, siempre tan graciosa Celeste. Ojalá que la felicidad en esta familia, dure para siempre. 

Herencia Ricoy (R#10)Where stories live. Discover now