Herencia Ricoy (R#10)

51. Todo en mi contra

Katerina

Apenas entra David, él mismo echa a la abuela sin ninguna sutileza, la agarra del brazo y la obliga a caminar mientras ella se queja. Se oye la puerta cerrarse y el ruido que había antes desaparece. Un silencio insoportable, hasta que mi madre reacciona y también quiere salir de la oficina.

—Mamá. —Le evito el paso—. ¡¿Qué fue todo eso?! —me quejo—. ¡Fue estúpido y absurdo lo que hiciste! La abuela debe tener razón —opino.

De repente me sorprendo, me ha pegado un cachetazo.

—¡Katerina! —expresa molesta y veo lágrimas en sus ojos, las que noté que intentaba evitar mientras hablaba con la abuela—. No sigas, no me hagas decirte algo que de lo que después me arrepienta ¡Esa mujer tiene prohibida la entrada por una razón! —Suspira luego de gritar y parece mareada. Apoya la mano en su cabeza—. Necesito... —De nuevo suspira—. Necesito llamar a Ian.

—Greek goddess. —Regresa David—. ¿Está todo bien? —Se le acerca a acariciarle el cabello—. My Heart —insiste y luego sonríe—. Te traeré un vaso de agua.

—Esto es patético. —Bajo mi mano de la mejilla en la cual me abofeteo—. Te haces la víctima y te escudas en David, he perdido una ídola, me largo. —Me giro molesta y me voy indignada.

Llego a casa, aunque no encuentro a papá, necesito hablar con él, me hallo fatal. Él es el único que me entiende, pero la mala suerte me persigue ¡No está, todo en mi contra! Corro irritada y voy a ver si encuentro a Vincent. Toco el timbre de su casa, entonces me quedo esperando a que me abra la puerta.