34. Justo a tiempo

1.4K 143 4
                                    

Tatiana

Voy caminando por el pasillo de la escuela. Estoy feliz de haber conseguido una profesora que me guíe con mi nuevo proyecto de arte. Aún no he decidido que voy a dibujar, pero será estupendo, lo sé.

Me detengo encontrándome con Katerina en frente de mí. Intento evitarla pero se pone en medio.

—Déjame pasar —exijo.

—El otro día estuve en la casa de Elías. —Sonríe.

—¿Y? —Levanto una ceja—. No es mi problema.

—¿Sabías sobre su ex? Dicen que sabe karate.

—¿Por qué insistes? —Bufo—. Si te gusta, ve y conquístalo, yo no tengo nada que ver.

—¿No? —Pone un dedo en su labio—. Pero te la pasas todo el día con él.

Ruedo los ojos.

—Somos amigos.

—Sí, ya, ve a otra con ese cuento. Nadie piensa eso.

Frunzo el ceño.

—Qué piensen lo que quieran.

—¿Y Félix qué? —Sonríe—. ¿Él también puede pensar eso? —Exagera un suspiro—. Pobre de mi primo.

—Katty, ahogas mi paciencia.

—Por favor. —Se ríe—. Tú no dañar ni a una mosca.

—Las moscas merecen más mi consideración que tú, pero por respeto a la Reina simplemente te ignoraré. —Intento pasar pero me agarra del brazo y puedo visualizar con el odio que me está observando—. Katty, no quiero discutir contigo, déjame en paz.

—¿Te crees mejor que yo? —Presiona sus dientes—. ¿De verdad piensas que puedes hacer algo contra mí?

—Puedo, pero no lo haré. —Me suelto—. No quiero ser tu enemiga, tú eres la única que se ensaña con esto.

Se irrita más e intenta pegarme un cachetazo, pero no lo consigue porque es detenida por Elías que ha llegado justo a tiempo.

Él sonríe con satisfacción.

—¿Tú no aprendes verdad? —Sostiene su muñeca.

—Suéltala, ahora. —Oímos de repente y nos giramos a ver.

Miramos visualizando a Félix. Se ve completamente enojado, mala señal. 

Herencia Ricoy (R#10)Where stories live. Discover now