La Cabaña De Al Lado

Capítulo 8

Leyre:

Eran las ocho y estaba saliendo del coche, tenía cinco minutos para llegar a clase.
Pasé por los aspersores con gran destreza porque ya me sabía su recorrido.
Iba a pasar por el último aspersor cuando una maldita ardilla se interpuso en mi camino. Intenté ir por la izquierda y se colocó ahí de un salto. Lo intenté por la derecha y se puso ahí.

- ¡Aah! - resoplé.

Le di una patada a la ardilla y me fui corriendo para asegurarme de que no me seguía.
Entre en clase a las ocho y cinco justas.

- Hola - me saludó Ruth.

- Hola - dije devolviendole el saludo -, ¿que toca ahora?

- El examen oral de historia - contestó -. Has estudiado, ¿verdad?

Nuestro estupendo profesor de geografía e historia, que me cae fenomenal, había tenido la gran idea de hacernos un examen oral sobre el Neolítico, la Edad de los Metales y las primeras civilizaciones. Lo bueno era que se hacía por parejas, de modo que si tu no te acordabas a lo mejor tu compañero si.

- Si, he estudiado. No tenía nada mejor que hacer ayer - confirmé.

- Vale, pues... - Ruth se interrumpió porque el profe acababa de cruzar el umbral de la puerta.

Nos sentamos todos con nuestras respectivas parejas, por si no ha quedado claro yo iba con Ruth, y el profesor comenzó a preguntarnos.

Mientras intentaba recordar la respuesta a la pregunta que había formulado el profe, vi algo en la ventana.

- ¡Hija de su madre! - dije, aparentemente muy alto porque Ruth, el profesor y el resto de la clase me observaban.

- Leyre - me dijo -, ¿pasa algo?

- No nada, me he pillado el codo con la mesa - mentí.

- Bueno, vale. Ten más cuidado - respondió y prosigió con la clase - Bien, Claudia y Martina os toca responder...

Me volví a la ventana, esa estúpida ardilla seguía ahí observándose y seguramente riéndose de mi.

- ¿Qué has hecho ahora? - me preguntó Ruth - Porque yo creo que no te has pillado el codo.

- Está mañana, mientras venía por los aspersores, esa estúpida ardilla se interpuso en mi camino - expliqué, señalando la ventana -. Le di una patada y ahora está aquí.

Ruth reprimió una carcajada y se puso sería de golpe.

- Ruth y Leyre - dijo Manuel, así se llamaba el profe -, ¿qué productos exportaba Egipto?

Estuvimos unos segundos acordando lo que ibamos a responder y Ruth lo memorizaba, ya que le tocaba responder a ella.

- Egipto exportaba madera, metales,y esclavos - contestó.

- Correcto - sentenció Manu -, un punto.

Hicimos un mini baile de la victoria. Y cuando paso de pareja. Le dije a Ruth:

- Esclavos defectuosos - Después de cinco minutos seguiamos con la cara roja de reirnos como focas en silencio.

Cuando se nos paso, volvimos a concentrarnos en las preguntas.
Cinco minutos después, alguien llamó a la puerta de clase. Entro el director, que saludo a Manu, y se dirigió a nosotros.

- Chicos vengo a presentaros a un nuevo alumno. Se llama Nacho y viene desde Bilbao. Espero que te sientas como en casa - dijo, pero esta vez dirigiéndose al chico -. Adiós.

- Bienvenido Nacho, yo soy Manuel el profesor de geografía e historia.

Manu empezó a explicarle lo que estabamos haciendo y tal, así que aproveché para hablar con Ruth.