Capítulo 11

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Arena:

Estaba tan feliz.

- ¡Viva la vida! - gritaba por la calle, había gente que me seguía el rollo y otra que me miraba mal.

No sabría describir esa sensación, supongo que es lo que pasa cuando estás enamorada.
N/A: Momento fangirl!!!🌸🌸

Pero en ese momento, desgraciadamente, tenía cosas más importantes en las que pensar como, por ejemplo, las cabañas.

Al día siguiente (viernes):

No tenía muchas ganas de ir a clase, pero tenía una motivación a la que veía 300 o 350 minutos durante cinco días a la semana.
N/A: Datos fiables.

Llegué sobre menos cuarto y supuse que Ruth ya habría llegado porque no había ni rastro de ella.
Alcancé los aspersores, pero estaban apagados. Me encaminé titubeante hacia ellos. En mitad del recorrido, se encendieron.

- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! - grité.

Salí corriendo de allí, menos mal que esa mañana hacia calor y me sequé rápido.
Entré en el edificio y me topé con Ruth en la puerta de su clase. Estaba hablando con Yago y Nacho, por sus gestos deduje que les estaba dando unas indicaciones. Cuando me vieron me saludaron con un gesto de cabeza y yo les devolví el saludo con una sonrisa.
Entré en clase y me encontré con Dani garabatrando algo en una hoja. Apoyé la mochila en mi silla y me dirigí a su mesa.

- ¿Qué haces? - pregunté.

- ¡Aaaa! - gritó él, abalanzandose sobre la hoja - Me has asustado.

- Ya lo veo - dije burlona.

Me dirigí a la salida quedándome con las ganas de saber que estaba haciendo.

No puedo contar mucho más del día, transcurrió tranquilo hasta la penúltima clase: biología.
Los viernes, ibamos al laboratorio del edificio de bachillerato para usar los microscopios y todo eso.
Pedí permiso para ir al lavabo. Cuando salía, vi una cabellera rubia al final del pasillo. Me acerqué un poco más, escondiéndome detrás de una columna.
La chica se giró, estaba revisando una carpeta con unos paleles dentro. Entonces la reconocí, labios rojos y ojos azules como zafiros... ¡Era la chica de las cabañas! Ya sabía yo que me sonaba de algo y es que la había visto un par de veces rondando por el instituto.

Regresé al baño, y en la puerta me puse todo el pelo que pude en la cara para que no me la viera. Pasó delante de mi, en la carpeta ponía filosofía, y bajó las escaleras. "Vale", pensé, "no te ha visto".
Cuando oí el ruido lejano de sus tacones, volví al laboratorio.

- Eh - me dijo Dani. Eramos compañeros de laboratorio porque las parejas tenían que ser mixtas -, ¿estas bien? Te veo más pálida.

- Si, si, estoy bien.

- Tenemos que observar estas muestras de células.

- ¿Nada más?

- Nada más

- Esta bien - cogí la muestra y la coloqué en el microscopio.

- Un poco más a la derecha - indicó mirando por las lentes -. Hay que enfocarlo - lo enfoqué -. No se ve nada.

- Estúpido - le reproché -, hay que poner el objetivo más pequeño. Normal que no se vea nada.

- Ah, claro.

- Déjame mirar a mi - dije apartàndolo a un lado -. Más para arriba - palpé el cacharro - ¿Dónde está la cosa?

Dani se rio y me colocó la mano en la cosa que estaba buscando. Sentí un hormigeo al contactar con su piel.
N/A: Desfallecimiento fangirl.

La Cabaña De Al Lado Where stories live. Discover now