:re 🚬 Haise/Kaneki

༺ Eight ༻

Tn llegó a un salón vacío, y por una de las entradas apareció un investigador, uno que conocía muy bien: Haise Sasaki.

«Haise», pensó Tn al verlo.

Haise la miró y sacó su quinque, estaba listo para atacar. Tn tragó saliva y sacó su kagune, debía enfrentarlo si quería salir con vida.

– Skully –dijo él.

– ... –sonrió de lado.

Decidió no decir nada, pues tal vez él reconocería su voz. Le apuntó con su kagune y comenzaron a pelear, una pelea que se intensificaba más y más...hasta que Haise logró arrojar a Tn al suelo, haciendo que la máscara de ésta y su capucha cayeran, dejando así expuesto el rostro de la fémina.
Los ojos de Haise se abrieron como platos al verle el rostro a aquella ghoul. Tn se alarmó, volvió a colocarse rápidamente su capucha y máscara, y se puso de pie.

– Tn... –murmuró él.

– ...Voy a matarte –dijo ella, seria.

Ambos quedaron en silencio, mirándose. Tn frunció el ceño y sacó su otro kagune, apuntando con ambos al investigador.

– Lo siento...Haise –susurró, con frialdad.

.
.
.

Ese día, 11 de Noviembre, el CCG llevó a cabo dos operaciones en simultáneo: el asalto a la subasta y la escolta de vehículos que llevaban acero quinque. Por casualidad, la fecha de asalto a la subasta calzó con la de la transportación del acero quinque.
Si el Aogiri hubiera tenido esta información, habría tenido la oportunidad de interceptar el transporte de acero. Como resultado, el Escuadrón S3, liderado por el investigador de Clase Especial Marude, se le asignó escoltar el transporte.
Justo después de que el asalto a la subasta comenzara, ellos atacaron los vehículos de transporte como se planeó; pero el Escuadrón S3 los defendió de ellos.
Tan pronto como el transporte fue consumado, la Escuadra S3 se dirigió a la subasta.

.
.
.

– ¡El ataque al transporte falló! –informó Tn a los ghouls de Aogiri.– ¡Divídanse y retírense! ¡Dispérsense tanto como puedan! –ordenó.

Crawler y Ayato estaban a sus lados, ambos la miraron.

– Hora de irnos –los miró.– ¿Uh? ¿Dónde está Hina-chan? –preguntó alarmada.

– Ella sigue adentro –dijo Ayato.– ¡Debemos ir por ella!

– ¡Muévete entonces! ¡Vamos a buscarla!

– ¡Esperen ustedes dos! –los detuvo Crawler.– ¡Par de idiotas, ellos son muchos! ¡Si van ahí van a matarlos!

– ¡No me importa, no dejaré a mi Hina-chan ahí dentro! –gritó ella.

– ¡Pero que terca sigues siendo, Skully!

– ¡Cierra la boca!

Crawler suspiró y cargó a Tn en su hombro, como una bolsa, luego tomó a Ayato del brazo y comenzó a correr, llevándoselos, aún contra la voluntad y las quejas de ambos.

.
.
.

Luego de un largo año de búsqueda, el CCG logró su objetivo de exterminación y fueron capaces de asesinar al ghoul macho "Big Madam".
Tanto el ataque al transporte quinque como los guardias de la subasta, fallaron. Y muchos grupos del Árbol Aogiri que escaparon fueron perseguidos y asesinados por "algo".

.
.
.

[Un día después de la subasta]

– Lo siento mucho –se disculpó la pelinegra, haciendo una reverencia ante aquellos tres: Eto, Noro y Tatara.

– Ya no importa. No has tenido nada que ver en el ataque al transporte, y en la subasta saliste viva por poco. Ya no debes preocuparte, Tn –dijo Eto.

– No te haremos responsable de nada –dijo Tatara.– Menos después de que asesinaste a tantas palomas.

– Entonces... ¿No están molestos conmigo?

– Claro que no, tontita –rió Eto.

– ...Me alegra saberlo –sonrió.

– Puedes retirarte. Y ya deja de lamentarte.

– Sí. Con permiso.

Tn salió de aquella oficina y regresó a casa. Allí se aventó al sofá mientras pensaba.

«Estoy a salvo por ahora...pero...de seguro el CCG está buscándome o viniendo por mí...», pensó.

[Día siguiente]

Tn estaba en su departamento, organizando la información que Eto le había pedido para así ir a entregársela. Una llamada entró en su celular.

– ¿Diga?

– Skully, ¿Dónde estás?

– En casa. ¿Sucedió algo, Crawler?

– ¿Recuerdas el idiota del Distrito 9?

– ¿El que nos delató al CCG?

– El mismo. Tengo su ubicación, hay que acabarlo.

– De acuerdo, ¿Dónde estás?

– En el Distrito 10. Pasaré por ti y nos reuniremos con Ayato allí.

– Bien. Aquí te espero.

– Llegaré enseguida.

La llamada finalizó. Tn buscó su máscara y la dejó sobre la mesa; iba a terminar de organizar la información antes de ir con Cralwer, para así, al regresar, tomar aquellos papeles e ir a casa de Takatsuki a entregárselos.

Alguien llamó a la puerta al rededor de unos 15 minutos después. Tn cerró la libreta y caminó a la puerta, abriéndola.

– Pasa. Dame un minuto para... –calló al ver que quien estaba al otro lado de la puerta no era Crawler.– Haise –murmuró.

– Hola, señorita Shimura –saludó el investigador, serio.