༺ Forty ༻

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– Pero...

– ¿Pero qué?

– Habla Nishio.

– Kaneki...lo siento –dijo con cierta tristeza.– La herida que Tn recibió fue en el vientre y...al parecer, golpeó al bebé. No pude hacer nada para salvarlo, lo lamento.

Kaneki abrió los ojos como platos, sorprendido y dolido. Sintió como si un balde de agua fría le cayese encima.

– E-Espera –habló Crawler, aún estupefacto.– ¿Estás...seguro?

– Sí.

– ...

– No puede ser... –murmuró Kaneki.– No es cierto –sus ojos se cristalizaron.

– Kaneki...oye...

Kaneki cayó de rodillas al suelo, llorando. Crawler y Nishio lo miraban, con pena.

– Ken...

– Déjalo –dijo Nishio.– Deja que se descargue.

– ...De acuerdo.

[A la mañana siguiente]

Tn despertó, miró la habitación y suspiró. Había perdido ante Furuta, y eso la frustraba.

Kaneki entró a la habitación y sonrió al ver a su amada despierta. Trataba de ocultar su dolor tras su sonrisa.

– Tn...

El albino se arrodilló frente a la cama, tomando las manos de su novia; ella lo miró, confusa por su triste mirada.

– ¿Ken? ¿Qué sucede? –preguntó, se sentía el cansancio en su voz.

– Tn... –sus ojos comenzaron a cristalizarse, asustándola.– ¿Cómo te sientes?

– Bien, estoy bien, pero... ¿Por qué lloras?

– ...Es que...tú... –la abrazó.– Nuestro hijo, Tn...lo perdiste... –susurró.

Tn abrió los ojos, sorprendida.

– No...No, no es cierto –se separó de él y tocó su vientre.– El bebé está aquí, está bien. No lo perdí, no es verdad.
 

Negación.
 

– Tn... –tomó sus manos.– El kagune atravesó tu vientre...y tocó al bebé. Eso dijo Nishio.

– No... –murmuró, negando con la cabeza mientras sus ojos se cristalizaban.

Tn comenzó a llorar, no podía creer, o más bien no quería creer, que su bebé había muerto por su culpa. Kaneki la abrazó, se sentía terriblemente mal ante la pérdida, pero sería fuerte por ella.

– Tn –la miró.– Cariño –tomó su rostro, secando sus lágrimas con sus pulgares.

Hinami entró a la habitación con una bandeja en sus manos, en ella traía una taza de café.

– Hermana –llamó.– Te traje algo de café.

Tn movió su mano bruscamente, arrojando la taza al suelo mientras volvía a recostarse, cubriendo su rostro con las sábanas.
 

Ira.
 

– Lo siento, Hinami –se disculpó Kaneki.

– Está bien. Traeré algo para limpiar esto.

– Gracias.

Hinami salió. Kaneki intentó hablar con Tn, pero ella le gritó y se giró, dándole la espalda. Estaba molesta consigo misma.

:re 🚬 Haise/KanekiWhere stories live. Discover now