༺ Forty-one ༻

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Tn estaba aún despierta, no podía conciliar el sueño; suspiró y se zafó de los brazos de Kaneki para así levantarse, salió de la habitación y caminó por el edificio como un alma en pena. Se detuvo en la terraza, donde se sentó mirando al vacío. Se sentía mal, horrible, tanto que no podía comer o dormir, llevaba días sin hacerlo. Llevó sus manos a su vientre, mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.

– Bebé...Lo siento tanto... –se lamentó.

[Habitación de Tn y Kaneki]

Kaneki se despertó al no sentir a su amada entre sus brazos. Se incorporó en la cama de un salto, observando la habitación. Se levantó rápidamente y salió corriendo hacia la habitación de Crawler, pensando en que tal vez su esposa había huido de nuevo para ir tras Furuta; entró en aquella habitación, despertando al pelinegro.

– ¿Uh? –restregó sus ojos.– ¿Kaneki? ¿Qué haces aquí? ¿Me quedé dormido?

– ¡Tn no está! –gritó, exaltado.

– ¡¿Qué?! –gritó él, levantándose.– N-No puede haber salido, tiene que estar en el edificio.

– Ayúdame a buscarla entonces.

– Sí, sí. Vamos –dijo mientras lo empujaba fuera.

Kaneki y Crawler comenzaron a correr, el albino buscaría dentro y el pelinegro fuera.
 

Crawler salió fuera y, tras buscar en varios lugares, sus ojos se posaron en la terraza del edificio, dónde vio a la pelinegra a la cual buscaban. Sacó un comunicador y contactó con Kaneki.

– Oye Kaneki, la encontré.

– ¡¿Dónde está?!

– En la terraza. Será mejor que corras, creo que planea lanzarse.

– ¡¿Qué?! ¡Estoy subiendo! ¡Vigílala, por favor!

– Claro.

Crawler observaba con cierto temor a aquella chica, preocupado al verla ponerse de pie al borde de la terraza.

– No, no, no. No hagas nada estúpido, Tn –murmuró.
 

Tn se levantó, quedando de pie al borde de la terraza. Observó hacia el horizonte sintiendo la leve brisa en su rostro.

– Ken. Crawler, Ayato. Touka, Hinami. Naki, Miza, Banjou, Tsukiyama...Lo siento... –susurró mientras cerraba los ojos.

Tomó aire. Una leve sonrisa se formó en sus labios, y una lágrima resbaló por su mejilla.

– Espérame, Eto...Voy contigo... –susurró.
 

Crawler abrió los ojos con horror. Sabía lo que seguía a continuación.

– ¡Tn, no! –gritó.
 

Tn abrió los ojos y miró hacia abajo, viendo a su amigo allí, mirándola aterrado.

– Crawler... –sonrió.– Dile a Ken que lo amo.

– ¡No diré nada porque no vas a saltar!

– Te quiero, fuiste un gran amigo –dijo, ignorando los gritos del contrario.

– ¡¡Tn, espera!!

Tn cerró los ojos y se dejó caer hacia adelante, al vacío.
Crawler gritó aterrado, quería correr y salvarla, pero sus piernas no respondían.

– ¡¡NO!! –gritó Kaneki.

El albino había llegado a la terraza a tiempo, para su suerte. Corrió hacia su amada al ver como ésta se dejaba caer y la tomó de la chaqueta, tirando de ella hacia él, evitándole así la mortal caída.

:re 🚬 Haise/KanekiWhere stories live. Discover now