8. Ángel perdido

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El príncipe Viktor junto con el Zar llegaron el día acordado, pero al ingresar notaron que algo no marchaba bien, ya que las caras de los solo súbditos mostraban preocupación.

—¡Esposa mía! ¡Hijo mío! ¡Ya he vuelto! —gritó apenas puso un pie en la entrada del palacio.

Rápidamente se escuchó el ajetreo de los sirvientes y luego de un momento la Zarina apareció.

—¡Mi querido esposo! Me alegra que volvieras a salvo, te extrañe tanto —dijo lanzándose a los brazos del Zar para luego besarlo.

—Yo también te extrañe esposa mía —miro alrededor y notó que faltaba alguien— ¿Dónde está el Zarévich? ¿No vendrá a recibir a su padre y su prometido?

Viktor agradeció las palabras del Zar pues ya estaba impaciente por ver nuevamente a Yuuri, habían sido varios días sin él y lo único que quería era sentir el dulce aroma de su bello ángel.

—Sobre el Zarévich... —dijo la Zarina fingiendo preocupación— Creemos que escapó, no le hemos visto en unos días y uno de los sirvientes dice que lo vio huir al bosque

—¿C-cómo puede ser eso posible? —preguntó nervioso Viktor— ¿No lo han buscado? ¿Seguro está perdido?

—Puedo asegurarle príncipe que llevamos días buscándole, pero hay rumores de que el Zarévich no quería casarse y por eso huyó —mintió— Aunque a estas alturas es bastante probable que los lobos ya le hayan devorado

En esos momentos el Zar y el príncipe estaban igual se atónitos ante las palabras de malvada mujer a la que no le importaba en absoluto los sentimientos de los otros dos, su único fin era ser la persona más bella del lugar. El Zarévich solo representaba un problema para ella y por eso simplemente se deshizo de él o eso creía.

—No... no es posible... Yuuri el no haría algo así —balbuceaba el príncipe— D-debe estar perdido... si eso es, él está perdido, debo ir por él

—Deberías de descansar un poco antes de hacer eso dijo la Zarina— El viaje ha sido muy largo, come algo y duerme un poco

—No, será mejor que vaya de inmediato y...

—Príncipe Viktor —habló el Zar— Mi esposa tiene razón, descanse y luego buscaremos al Zarevich

No es que el Zar no estuviese preocupado por su hijo, pero sabía exactamente que si este se había perdido solo en el bosque las posibilidades de encontrarle con vida eran nulas, pues él mejor que nadie conocía sus tierras y lo peligrosas que podrían llegar a ser para alguien como Yuuri.

Al pobre príncipe no le quedó más opción que acatar los mandatos del Zar, reuniría comida, descansaría y apenas tuviera alguna oportunidad saldría en busca de su amado, pues él estaba seguro de que su ángel lo amaba y el que no se quisiese casar con él no era el motivo de su huida.

Mientras tanto Yurio había presenciado toda la escena desde lejos sin poder decir ni una sola palabra, viendo como Viktor y el Zar estaban destrozados ante la noticia. Se decirle al príncipe la verdad, para que este fuera por Yuuri al bosque, si que aún no era demasiado tarde.

—Yuratchka llévale comida al príncipe Viktor a sus aposentos —le ordenó una de las sirvientas más viejas. Esa sería la oportunidad, podría decirle lo que sucedió.

Tomó rápidamente la bandeja que la mujer le entregó y se puso en marcha. Una vez ahí golpeó la puerta, pero al no recibir respuesta alguna entró encontrando la habitación vacía.

—Tsk... ¿Dónde se metió ese idiota? — busco por todo el cuarto, pero no había rastros del príncipe. Dejó la bandeja en la habitación y comenzó a buscar por todo el castillo.

El Príncipe y los siete Bogatyrs (AU Yuri!!! on ice)Where stories live. Discover now