Perros y Gatos en un Costal

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Definitivamente lo que quiero debe estar muy enterrado. Ya me sangré el hocico, las garras y no puedo llegar. Pero no creo ser un mal perro, debo tener mal olfato en todo caso.

Aunque no le parezca así a los demás perros, siempre rasco en mí mismo, nunca rasco en los demás. A veces , quizá muchas veces, la tierra que lanzo hacia afuera le cae en la cara a los demás.
Pero es inevitable si vives con un perro que anda buscando su hueso.
Porque el perro no descansará hasta encontrarlo.

De modo que si no quieres que tu jardín termine horadado.
Nunca lleves perros a tu casa.
Mejor consíguete un gato.
Los gatos no son tan idiotas como los perros.
Un gato nunca te va a recibir moviendo la cola cuando llegues.
¿Por qué habría de hacerlo?
O apoco crees que porque le das de comer todos los días tiene que salir como idiota a saludarte?
¡No. Mi alma. No!

Un gato tiene dignidad.
Por eso todo mundo quiere mejor un perro a su lado. Porque un perro es manipulable. Un perro te obedecerá al instante, con sólo chasquear los dedos.
Un perro te moverá la cola cuando llegues aunque en la mañana le hayas dado una paliza.
Sí. Un perro tiene un gran corazón.
Pero no tiene dignidad.

Sólo las personas que no tienen dignidad buscan a los perros. Porque con los gatos se sienten muy mal. Sencillamente porque el gato les muestra un espejo. El gato les demuestra que él tiene más dignidad que su supuesto dueño".

Así que por eso nunca verás a gente rescatando gatos "callejeros" y buscándoles un "hogar". Como lo hacen con los perros "de la calle". Porque por definición, un gato es callejero. Y esto es realmente hermoso. Porque lo único que hace el gato es expresar su libertad. Por eso se sale de la casa cuando quiere. Y regresará si quiere.

Si tu perro se va de la casa y no regresa nunca, puedes estar seguro que lo mataron. Pero nunca podrás decir lo mismo de un gato. Quizá se haya mudado con tu vecino y nunca regresará contigo. Hasta puede que lo veas y lo llames y quizá ni voltee a verte.

La vida es muy extraña. La gente que no tiene dignidad busca tenerla haciéndose de un perro. Pero eso es precisamente lo que un perro no te puede ofrecer. Ellos necesitan que un gato les enseñe lo que es la dignidad.

Mi abuela solía decir que no puedes meter a un perro y a un gato en el mismo costal. Soy precisamente la excepción a la regla. De alguna forma tengo corazón de perro, pero dignidad de gato. Sí. Soy un fenómeno.

Si te incomoda la dignidad de un pequeño gatito. Imagínate qué sentirás con la dignidad de un Emperador. Con la dignidad de un Buda. Con la dignidad de un Jesús. No te engañes. Puedes leer todos los días El Nuevo Testamento. Puedes leer todos los días "la Pasión de Cristo", pero si Jesús se hubiera atravesado en tu camino lo hubieras apedreado por decirte la verdad.

Palabra de Buda. :)

Fisiología de un BudaWhere stories live. Discover now