Capítulo 5

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21.00 horas. Centro de Miami

Poco más de un mes después del comienzo de su misión, las cosas parecían seguir igual de normales y rutinarias en la vida de Lauren, salvo que ahora el grupo de amigos contaba con un miembro más; Camila se había hecho hueco entre ellos con una facilidad y velocidad nada desdeñable, en aquellas cuatro semanas desde que recomenzó el curso, la joven agente se había ido ganando el aprecio de todos ellos y su amistad con Lauren, a despecho de las mentiras sobre su supuesto pasado en Cuba, crecía día a día. Camila era muy consciente de la complicidad que tenía con la pelinegra, de la facilidad que tenía para tratar con ella, para divertirse a su lado y pasar buenos ratos, para ganarse su confianza y viceversa, pues lauren lograba que ella se mostrase prácticamente tal y como era, no la competente agente de La Agencia, sino una joven más que quería pasar buenos ratos con sus nuevos amigos. Por supuesto, no olvidaba el motivo de su presencia entre ellos y su vigilancia seguía teniendo el mismo celo con el que había comenzado aquella misión, pero eso no quitaba que pese al "aburrimiento" de ser una niñera, Camila no estuviese en cierto modo disfrutando de la experiencia.

Y por eso se encontraba aquella noche en el centro de Miami con el grupo de amigos de Lauren, su grupo ahora, buscando un sitio para cenar y después salir de marcha, era sábado y los exámenes todavía estaban lejos, así que era tiempo de divertirse. O eso era lo que había dicho Dinah cuando sugirió el plan un par de días atrás al salir de clase.

Caminaban por una de las calles más concurridas del centro, jalonada de tiendas cerradas o a punto de hacerlo, restaurantes y bares de copas; una marea de gente discurría por la iluminada y ruidosa avenida con planes parecidos a los suyos; había jóvenes y no tan jóvenes caminando de un lado a otro, hablando entre ellos, haciendo cola ante la puerta de algún local de moda y en general, pasándolo o bien o intentándolo. Tal aglomeración de gente amenazaba con volver locos a los sentidos de Camila,la agente trataba al mismo tiempo prestar atención a lo que sus amigos le contaban, a las personas con las que se cruzaban, a la calle en sí y todo cuanto les rodeaba en busca de posibles amenazas, mientras Lauren, se colgaba de su brazo llamando su atención señalando esto o aquello. Sin duda, toda una prueba de resistencia.

Por eso, apenas pudo reprimir el suspiro que pujó por salir de sus labios cuando por fin entraron a cenar en un restaurante italiano tras esperar una larga media hora en la puerta. Al menos el lugar parecía merecer la pena; decorado de forma elegante y sobria, una música suave envolvía el ambiente, apenas perceptible sobre el ruido de las conversaciones del resto de clientes, un simpático camarero vino a pedirles nota enseguida y a no mucho tardar, estaban disfrutando de sus deliciosos platos de pasta.

—¿Alguna idea de a dónde ir después? —inquirió Normani una estudiante de derecho que formaba parte del grupo original de amigos.

—Aún estamos en medio de la cena —se quejó Dinah— ¿Tienes prisa? —

—No, solo quería saber si había algo pensado —se defendió la morena— Que luego nos tiramos una hora dando vueltas hasta que nos decidimos —

—Exagerada —rió Dinah

—¿Qué les parece el Vessel? —sugirió lauren— Me han dicho que ponen buena música allí —

—Tu concepto de buena música es que simplemente sea bailable —comentó tyga echando mano del parmesano.

—Es que me gusta bailar —se defendió la pelinegra

—Di que sí Lauren que para meternos a un sitio a hablar, nos vamos a una cafetería —añadió Lucy otra de las primeras amigas de Lauren, que estudiaba informática en la misma universidad que ellos, pero en otra parte del campus.

Guardaespaldas (CAMREN)Where stories live. Discover now