Guardaespaldas (CAMREN)

Capitulo 17

Delegación de La Agencia

Uno de los varios móviles que había sobre la mesa de su despacho comenzó a sonar y lo cogió de inmediato.

-Agente Oriana -dijo al descolgar.

-Ha establecido contacto-

-¿Cuándo?-

-Hace unos minutos. Ha pedido exactamente lo que pensabas-

-No esperaba otra cosa -Oriana se permitió una sonrisa- y lo ha hecho bastante antes de lo que pensaba. Nunca ha sido muy paciente-

-Ciertamente -una ligera risa se pudo oír al otro lado de la línea-¿Sigo adelante con su petición?-

-Sí, no podemos hacer nada por los canales oficiales. Confío en que sabrás hacer tu trabajo con discreción-

-Por favor, no me ofendas-

-Nada más lejos de mi intención. Gracias por tu llamada, Ally nos mantendremos en contacto-

Oriana colgó el teléfono y la sonrisa que adornaba sus labios se ensanchó, sus piezas empezaban a moverse en el tablero tal y como ella esperaba.

Departamento de Homicidios,Policía de EE.UU

Cara miraba sin ver la pantalla de su ordenador, varios informes cubrían su mesa esperando a ser completados, pero no se sentía con muchas ganas de centrarse en el papeleo, incluso con su actual caso todavía atascado prácticamente en el mismo punto que hacía casi dos semanas, cuando le habían ordenado investigar las muertes de aquellos dos hombres desconocidos, sin nombre, sin pasado, sin historia, sin nada que les diera una pequeña pista de quiénes eran o a qué se dedicaban antes de acabar matándose el uno al otro; eso por no mencionar que la tercera muestra de sangre hallada en la escena tampoco les había llevado a ningún sitio. Odiaba tener que admitirlo, pero era muy probable que aquel caso se quedase sin resolver o que lo cerraran como un doble homicidio cometido por ambas víctimas.

-Ey, jefa, parece que tienes visita -la voz de Justin la sacó de su estado semi ausente, mirando primero a su compañero y después hacia los ascensores.

Algo sorprendida, la detective se levantó de su silla para ir a recibir a Dinah a medio camino, las cejas levantadas en un gesto interrogante, su hermana no solía aparecer por allí a no ser que necesitara algo de ella o...

-¿Ha pasado algo? -Inquirió al llegar frente a la rubia

-Hola a ti también, Cara-sonrió Dinah-No ha pasado nada. No exactamente-

-¿Qué...? -Su expresión interrogante se acentúo aún más.

-¿Estás ocupada? ¿Puedo hablar contigo un momento-

-Claro, ¿quieres un café?-

Sin esperar una respuesta que no le hacía falta, Cara guió a su hermana a la pequeña sala de descanso que había en la planta; un sofá que había visto tiempos mejores, tres mesas, varias sillas, una nevera, una cafetera y una máquina expendedora completaban el mobiliario. Le indicó a Dinah que tomara asiento en una de las mesas, mientras ella preparaba dos tazas de café; estaban de suerte, alguien se había preocupado de preparar una nueva jarra del oscuro líquido. Una vez las bebidas listas, Cara se sentó frente a su hermana, tendiéndole un humeante vaso de plástico.