Capítulo 29

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Clínica Médica

Las luces de la tarde entraban a través de la ventanas de la habitación blanca de la clínica y caían sobre la cama en la que Lauren todavía dormía, sumida en un sueño profundo gracias a los calmantes que le habían puesto directamente en la vía intravenosa tras la pequeña cirugía por la que había tenido que pasar para arreglar el daño causado por el cuchillo. Camila estaba sentada en una silla junto a la cama, el brazo izquierdo vendado a la altura del hombro y en cabestrillo, aunque se había lavado la cara y las manos, todavía vestía la misma ropa negra manchada de sangre, salvo el chaleco antibalas. Scarlette y Cara esperaban fuera de la habitación; al menos la placa de la detective mantenía a los curiosos lejos de allí, claro que el hecho de que aquella fuera la misma clínica donde habían atendido a Camila y donde trabajaba Kendall también tenía algo que ver en que las preguntas se hubiesen mantenido al mínimo indispensable.

Camila no apartaba los ojos del rostro de Lauren esperando a que despertara; sabía que su tiempo allí era limitado, en cualquier momento recibiría la orden de regresar al cuartel general y presentar su informe de todo cuanto había ocurrido o incluso podrían encomendarle hacer algún arresto más; Ricardo seguía libre, pero tenía la certeza de que no lo estaría por mucho tiempo más. Esperaba que alguien en La Agencia estuviese manteniéndolo vigilado, después de todo lo que les había hecho pasar, no podían dejar que escapara, merecía acabar con sus huesos en una de sus presiones, una de aquellas sobre la que ningún gobierno sabía nada, que ni siquiera existían sobre el papel o los mapas.

Necesitaba que Lauren despertara antes de que tuviera que marcharse de su lado, quería estar allí cuando abriese los ojos, quería ser lo primero que viera ahora que todo había terminado y podría recuperar su vida allí donde la había dejado, pero sobre todo quería decirle que la quería y que estaba dispuesta a luchar por que su relación siguiese adelante… Eso si es que la pelinegra todavía la quería a su lado, después de la odisea por la que acababa de pasar por culpa de sus jefes, no estaba cien por cien segura de que fuera a ser así; la joven había sufrido una dolorosa tortura, su vida había corrido peligro cada segundo desde que habían sacado su coche de la carretera, había vivido de primera mano el tipo de vida que Camila vivía cada día, tal vez no quería tener nada que ver con ello nunca más, alejarse todo lo posible de aquel mundo y por tanto de Camila.

La vibración de su móvil en uno de los bolsillos de su pantalón la sacó de sus cavilaciones. Era un mensaje de Oriana,al parecer La Agencia estaba pasando por un pequeño caos como consecuencia de su «pequeña» acción encubierta y la detención de Luis, al que no tardarían mucho en interrogar, un equipo de confianza mantenía bajo vigilancia a Ricardo y la mayoría de sus asociados y Ally había tenido que partir de inmediato a la sede central en Estados Unidos para dar unas muy necesarias explicaciones. El mensaje terminaba avisándola de que ella misma se dirigiría al hospital con los padres de Lauren en aproximadamente una hora; la estudiante y su familia eran el último cabo que atar en aquel asunto y una vez terminado aquello, Camila tendría que regresar a la delegación con ella para informar y dar testimonio de todo cuanto sus investigaciones habían revelado sobre Pandora y estar lista para un posible viaje a la sede central o un nueva misión.

—No parecen buenas noticias-

La suave y cansada voz de Lauren la sobresaltó, pero eso no evitó que una gran sonrisa se dibujara en su rostro al volver la mirada hacia la cama y encontrarse aquel par de hermosos ojos verdes abiertos y mirándola.

—Ey, ¿cómo te encuentras? —dijo guardando el móvil, acercándose a la cama y sentándose en el borde.

—Mm, cansada, con sueño…-

Guardaespaldas (CAMREN)Where stories live. Discover now