Capitulo 16

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Cuando Camila entró en el apartamento, se encontró a Lauren sentada en el sofá del salón, las piernas recogidas bajo la barbilla y los brazos alrededor de ellas, los platos del desayuno seguían sobre la barra y las bolsas con ropa estaban intactas en uno de los sillones; la joven ni siquiera se volvió a mirarla tras cerrar la puerta, obviamente seguía enfadada con ella. Camila dejó salir un pequeño suspiro y se quitó la cazadora colgándola de un perchero junto a la puerta, retirándose cartuchera y pistola, fue a guardar ambas en el armero empotrado en la pared en el cuarto vacío y sin ventanas que Lauren había visto en su recorrido por la casa. El armero estaba cerrado mediante un sistema electrónico disimulado en la pared, Camila tecleó una enrevesada contraseña y este se abrió deslizándose hacia los lados y bajando dos largas bandejas que contenían todo clase de armas y municiones; dejando la Glock en su sitio, volvió a cerrarlo, salió del cuarto y entró en el estudio para recoger el portátil y la tablet, así como un pequeño dispositivo y regresó al salón, sentándose en el sillón a la derecha del sofá, dejando espacio suficiente entre ella y la pelinegra

—Si quieres, puedes darte una ducha —comentó mientras dejaba la tablet sobre la mesa baja e iniciaba el portátil con el habitual comando de voz.

Lauren no dijo nada y siguió sin mirarla, Camila se encogió de hombros y conectó el dispositivo al portátil, abriéndose casi al instante una ventana en la que tecleó una serie de códigos, aunque aquellos terminales eran prácticamente imposibles de rastrear, no estaba de más asegurarse y aquel aparato le ayudaría a mantener aun más lejos cualquier sistema de rastreo que pudiera estar buscándola, eso por no mencionar que le permitiría contactar con la persona que esperaba le ayudase a piratear la base de datos de La Agencia y a acceder al archivo sobre Michael Jauregui.

—La herida cuyos puntos se te han saltado —oyó decir débilmente a Lauren— ¿cuándo te la hiciste?-

—El sábado por la noche, después de despedirnos —contestó Camila ya no había motivo para seguir mintiendo.

—Entonces, ¿el domingo no estabas enferma, sino…?-

—Hasta arriba de calmantes —terminó por ella sonriendo de medio lado y enviando un mensaje encriptado a su contacto.

—¿Cómo?-

—¿De verdad quieres saberlo? —Levantó la mirada del ordenador y la vio asentir— Bien… —suspiró—. Salvando tu vida. —Eso hizo que Lauren la mirara confusa, así que se explicó—. Un tipo te estaba siguiendo, al principio pensé que sería un violador, así que le intercepté antes de que pudiera acercarse a ti. Resultó no estar solo y no ser un violador. Sacó una pistola, forcejeamos mientras su compañero nos apuntaba con otra pistola. No estoy muy segura de cómo pasó todo, pero al final la pistola del tipo con el que estaba peleando se disparó, la bala me rozó a mí y mató al otro hombre, que en un movimiento reflejo disparó su pistola, acabando con su compañero… Una noche de suerte para mí, si quieres que te de mi opinión… Ordenador —dijo cambiando un poco el tono de voz— avísame cuando establezca contacto-

—A la orden-

—¿Es en serio? —Preguntó Lauren obviando la voz digital.

—Sí. ¿Quieres ver la herida para comprobarlo? —Camila,llevó una mano al borde de su camiseta.

—No… no hace falta-

—Eso pensaba… Mira Lauren, sé que esto es tremendamente difícil de comprender, de asimilar, pero te aseguro que lo que hice, que lo estoy haciendo es para mantenerte a salvo de aquellos que quieren hacerte daño-

Guardaespaldas (CAMREN)Where stories live. Discover now