Capitulo 39

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-¿Estas borracho?

-¿Qué? No lo se creó que tome- Conto con los dedos y luego se rio-No lo sé, perdí la cuenta cuando tome más de tres y luego la rubia me abandono porque se fue a besar a otro chico, no sé si es su novio o su amante.

-Vamos Diego, ayúdame a levantarlo-el muy idiota estaba casi durmiendo en el suelo.

-Tan bien que iba mi noche, siempre tiene que llegar un idiota a arruinarlo.

-¿A qué te refieres?

-A que hay que dejarlo tirado por ahí y cuando sea de mañana pues lo traemos aquí y le decimos que nos preocupamos por el toda la noche cuando en realidad hicimos de todo menos pensar en él.

-La idea suena tentadora.

-¿De verdad?

-Si claro, omitiendo la parte en donde hacemos de todo.

-Aish, ¿Por qué nadie me entiende?

Reí.

-¿Vamos a hacer un trio?-dijo Sean mientras se quitaba la camiseta.

-Oye esa es una buena idea, podríamos hacerlo.-hablo Diego.

-Basta, aquí nadie va a hacer tríos...

-¿Y si tal vez habla de cocinar?-dijo Diego interrumpiéndome.

-Uy si, ¿Quién de ustedes dos va a querer cocinar a estas horas de la noche?

-Pues hay que experimentar, ¿no lo crees?

-Lo vamos a tener que hacer, no puedes morir siendo pura -murmuro Sean.

-¿Saben qué? Hagan lo que quieran-susurre.

-Está decidido, haremos un trio-sonrió feliz Diego.

-¡No! ¡Esperen!- no pude terminar de hablar porque Diego me empujó hacia la cama y se quitó la camisa.

-Yo también quiero participar-hablo Sean en piso- Si tan solo pudiera levantarme de aquí-gruño.

-Oh vamos, deben controlarse chicos -dije un poco asustada, tratando de controlar la situación.

-Debes dejar que al menos te probemos-dijo Diego.

-¿Probarme? ¡No soy un helado!

-No, pero sí que te ves sabrosa

-Oh por favor ya basta.

-Yo no sé ustedes pero sería mejor que lo hiciéramos aquí en el suelo, estoy casi paralitico-dijo Sean llamando la atención de Diego.

Yo me pegue al respaldo de la cama y trate de alejarme de ellos lo más que podía.

-Erika, no te hagas la difícil y deja de jugar, esto no se hará solo.-subió su rodilla en la cama y se estiro para tomar mi tobillo hasta jalarlo hasta donde estaba el.

Me tomo de la cintura y empezó a subir mi blusa hasta quitármela.

De repente alguien toco la puerta.

-¿Y ahora qué?-gruño Diego separándose de mi para ir hacia ella.

-¿Qué? Estoy despierto-gimoteo Sean abriendo los ojos rápidamente.

-Es servicio de habitación, señor-dijo un chico en la puerta.

Me puse la blusa y me tape con la mantita que estaba tirada.

Después de un momento de que hablaran, Diego llego hacia mí y blanqueo los ojos.

-Mejor lo hacemos otro día, cuando esta niña deje de comportarse tan salvaje.-dijo Diego

-Woah woah, espera, ustedes se están comportando como dos dementes violadores.

-Él ya se durmió-murmuro apuntando a Sean que yacía dormido en bóxer en el suelo-Pero nosotros pudimos haber hecho muchas cosas juntos, con o sin Sean.

-Aja-le reste importancia al asunto de que me querían violar, ya que en verdad tenia sueño-Diego, ¿ya nos podemos dormir?-susurre.

-Está bien, vamos a dormir, princesa-dijo acomodándose a un lado de mi mientras me abrazaba.

-Diego

-¿Si?

-¿Qué haremos con Sean?

-Lo dejaremos ahí tirado, eso le pasa por engañarte, solo, no le des tanto cariño. Si lo sigues haciendo, el creerá que siempre que haga eso -bostezó- Lo perdonaras.

No dije nada más y cerré mis ojos para por fin dormir como un koala.

Diego

Unos gritos hicieron que abriera los ojos. Me levante de la cama y vi a Erika gritando mientras lloraba.

-¡Erika! ¡Despierta!-la zarandee de los hombros y ella al fin abrió los ojos mientras me veía asustada.

-¡Diego!, tengo miedo Diego, tengo mucho miedo-la abrace y podía escuchar su corazón latiendo a toda velocidad.

-Tranquila, aquí estoy yo, nada te va a pasar, escuchaste, yo te voy a proteger-la subí a mis piernas y me puse en el borde de la cama para luego arrullarla.

Ella había controlado su llanto pero de vez en cuando se le salían sollozos casi inaudibles.

Cuando alfin se volvió a dormir, me quede un rato con ella en brazos. Parecía todavíauna niña pequeña, soñando esas pesadillas y tenerla que calmar con arrullos.Pero a veces me encantaba que fuera asi. 

Mi pequeña mateNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ