Abrí mis ojos y pude ver a Sean sentado en una silla a lado de la cama mientras se revolvía el cabello desordenandolo cada vez mas.
Diego estaba al otro lado de mi con sus ojos oscuros, mirando mi cuerpo.
-¿Que... que paso?-susurre intentando levantarme pero un fuerte dolor en mi cuello me hizo quejarme.
Sean levanto la mirada y Diego miro mi rostro con preocupación.
-Al fin despiertas amor, no sabes todo lo que nos hiciste esperar.-Dijo Diego tocando mis piernas suavemente.
-¿Cuanto tiempo dure desmayada?
-Veinte minutos.
-¿Porque tanto?
-Porque somos dos, Erika...- dijo Sean mientras me acariciaba mi brazo.- ¿Te sientes bien?
-Si, eso creo....
-Pero...-murmuro Diego inquieto- ¿Te sientes bien para continuar lo que estábamos haciendo?
-No lo se, me siento débil.
-Carajo -suspiro Sean volteando hacia otro lado.
-Hay que hacerlo... Diego... Sean... hagamoslo.
Sean me miro preocupado- ¿Segura? No te forzaremos...
-Lo quiero hacer -dije interrumpiéndolo.
Diego y Sean se miraron mutuamente y sonrieron.
-De acuerdo, pero hay algo que debemos hacer primero.-dijo Diego con la voz ronca.
Se acerco lo suficiente a mi para besarme los labios suavemente y luego se sentó a un lado de mi separando sus piernas para después cargarme y sentarme entre estas.
-Erika...-susurro en mi oído.
-¿Si? -murmure nerviosa.
-Levántate un poco para quitarme el bóxer.
Quede pálida. O al menos me sentía así, maldita sea, Diego estaría totalmente desnudo ante mi y todavía nose si Sean hará lo mismo.
Hice lo que me pidió y un momento después el bóxer ya no estaba en el.
Sean, que estaba mirándome, se acerco lo suficiente a mi y se hizo un espacio entre las piernas de Diego y las mías.
-Erika, quiero que sepas que si tu quieres que pare, lo hare ¿de acuerdo?
Asentí, los nervios me estaban matando y no sabia porque. Esto es totalmente normal entre los lobos, pero siento que no seré suficiente para ellos.
Me recargue en Diego y sentí un bulto en mi espalda, Jesús, me van a partir aquí.
Sean acerco su boca a la mía y me beso delicadamente. Sus manos fueron a mis piernas para separarlas un poco mas y acomodarse entre ellas.
Mientras tanto, Diego succiono la marca suya en mi cuello y ligeras hondas de placer recorrieron mi cuerpo haciéndome soltar un gemido.
Poco a poco, Diego fue subiendo sus manos a mi boca separándome del beso entre yo y Sean haciendo que el gruñera.
Metió sus dos dedos en mi boca y me ordeno que los chupara, esto es completamente extraño.
Los dos gruñían como perras en celo y yo, bueno pues yo solo seguía las ordenes de Diego.
Cuando saco sus dedos de mi boca, Sean acaricio mi abdomen y lo fue bajando hasta llegar a mis bragas dispuesto a quitármelas pero el sonido de golpes en la puerta lo hizo gruñir molesto.
-Ignóralo..-susurro Diego tratando de desabrochar mi sostén pero no lo lograba. -¿Para que usan esto las mujeres? carajo
Los golpes seguían insistiendo en la puerta y Sean no tuvo de otra que separase de mis labios e irse a la puerta.
Gruñí molesta por la separación de Sean y deje que Diego siguiera tocándome.
-Ya estuvo, voy a abrir-dijo Sean poniéndose los pantalones.
Abrí los ojos al tope.
-¡Espera, Sean! déjame ponerme algo decente.
-¿Es que nunca nos dejan terminar?-Gruño Diego molesto mientras bajaba de la cama para tambien cambiarse.
Me deje caer en la cama enojada, justo cuando dejo que esto pase, nos interrumpen.
Después baje y me puse la pijama que estaba debajo de la cama.
-¿Ya están listos?-dijo Sean.
Nosotros asentimos y el abrió la puerta.
-Alfa, en dos horas va a ver una reunión, El señor Jerry lo ha autorizado a usted para ir.-dijo un chico nervioso.
-De acuerdo, dile que luego voy.-el joven asintió e hizo una pequeña reverencia para luego marcharse.
Sean suspiro- ¿Nos bañamos juntos?
Creo que a alguien le salio muy bien el capitulo 7u7 de hoy, me refiero a mi amiga :D
Esa chica es toda una pervertida.
Menos yo que soy una palomita blanca jejeje.
![](https://img.wattpad.com/cover/89112361-288-k323029.jpg)
YOU ARE READING
Mi pequeña mate
WerewolfLas viejas leyendas de hombres lobo son reales. Tal vez no sean tan sádicos y sin amor como los cuentos, No... Algunos de ellos son cariñosos y románticos, ellos solo protegen lo que es suyo. Anhelan a su pareja desde su primera transformación y la...