PARTE 1

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— Ya estás ahí? — le preguntaste a Sebastian a travez del teléfono.

— Sí, ya estoy aquí como hace más de una hora, dónde estas tú? — te preguntó. Escuchabas al fondo música de coctel.

Era la reunión de su promoción de la universidad y tu ibas tarde.

— Voy en camino — le respondiste.

— Es en serio? Qué tanto tenías que hacer? — te volvió a preguntar con cierta impaciencia.

— Deja de hacerme preguntas, se me pasó la hora, no podía asistir a esa reunión llena de idiotas y no lucir espectacular. Tu eres el actor famoso, yo solo soy la fotógrafa del actor famoso — le dijiste y el rió. Adorabas escucharlo reír — Ya estoy aquí pero no te veo — comenzaste a buscarlo entre la multitud y de pronto lo viste alzando su mano para que te acercaras a él.

Se veía muy atractivo esa noche y era obvio por como las mujeres lo veían pero él como siempre de despistado y tonto no se daba cuenta. Caminaste hacia él sonriendo cuando de pronto apareció "ella", su novia. Una modelo francesa que había conocido unos meses atrás durante uno de sus viajes. No podías negar que era hermosa pero definitivamente no era la más lista de la camada.

— (T/N) que gusto verte. Pensé que no vendrías — te dijo ella con una sonrisa hipócrita.

Sabías que ella te detestaba y para ser honesta era algo mutuo, así que trataste de sonreírle y le diste un beso en la mejilla a Sebastian.

— Sabes, creo que iré por unos tragos, quieres algo? — le preguntaste a él.

— Claro, lo que sea que tu pidas estará bien — te respondió e inmediatamente ella también contestó.
— Yo también quiero algo, pero recuerda que soy modelo. Agua estaría bien para mí — movió su larga melena y acarició la mejilla de Sebastian.

Solo pensabas en golpearla pero respiraste profundo y sonreíste una vez mas y fuiste hacia la barra *ughh que pesadilla* pensaste.

— Hola quiero dos martinis y... un vaso de agua — le dijiste al barista que rápidamente se acercó a ti dejando a unos cuantos hombres molestos por la falta de atención.

De pronto un hombre se te acercó.

— (T/N) eres tu? — te preguntó. Tú lo reconociste inmediatamente, era Peter Adams. Durante años tuviste un crush con él pero jamás pudiste confesarle lo que sentías.

— S-sí, Peter hola! Que gusto verte — le dijiste y él te saludó con un abrazo.

— El gusto es mío. Wow luces hermosa — te dijo cuando el barista te dio los martinis y el vaso con agua.

— Vaya! Tu no pierdes tiempo, al menos te mantendrás hidratada — él bromeó. Habías olvidado lo lindo que era.

En la universidad era uno de los chicos más guapos, pero al mismo tiempo el más tímido. Ni siquiera él se daba cuenta que a todas las traía loquitas. Y era justamente eso lo que lo volvía más irresistible. Era lo suficientemente alto para ponerte de puntillas y aún así no alcanzar sus labios, sus finos labios. Su pelo castaño y lacio se veía mejor ahora que algunas pocas canas parecían abrirse camino y sus ojos grises brillaban como nunca. Habían compartido muchas clases juntos. Te lo encontrabas en la biblioteca casi todos los días, ya que tú hacías parte de tus horas sociales ahí.

— No, el otro trago es de Sebastian y... — él te interrumpió.

— Oh estás aquí con él? No sabía que estaban juntos. Pero era obvio — te dijo con cierto recelo y tu te sonrojaste.

— Iba a decirte que el vaso con agua es de su novia.. — Te querías morder la lengua por decir esas palabras — Por qué es obvio que él y yo estemos juntos? — le preguntaste.

— Bueno, todos pensábamos que ustedes terminarían casándose pero para ser honesto me alegra que no estén juntos — y una pequeña sonrisa se dibujó en su lindo rostro.

— Qué? Seb y yo? Naah imposible, somos como... como hermanos — le dijiste y volviste a ver hacia donde Sebastian estaba. Parecía  muy entretenido con su novia. Agachaste la mirada y fingiste una sonrisa. Era eso o salir corriendo para arrancarle las extensiones a esa francesa.

— Pero por qué te alegra? — le preguntaste arqueando las cejas. Aún no habías tomado nada pero ver a Sebastian con su novia te daba valor para lo que fuese.

— Porque... y-yo... l-la v-verdad y-yo — titubeó por un momento hasta que al fin suspiró y te dijo rápidamente — la verdad es que yo tuve un crush contigo durante años y fui un idiota al nunca decírtelo y ahora pues me preguntaba si aceptarías salir conmigo — Parecía aliviado pero al mismo tiempo muy nervioso. Se encogió de hombros con sus manos en sus bolsillos, tu estabas sorprendida.

— Oh por Dios! C-claro me encantaría Peter, ten este es mi numero, llámame — le dijiste con una sonrisa.

— Perfecto! — te dijo y antes de que te fueras con las bebidas te volvió a preguntar — Una pregunta... aún vives con él?.

Tu miraste al suelo y luego hacia donde Sebastian nuevamente y le respondiste — No, ya no más.

Más que amigos | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora