PARTE 5

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Llegaste a tu apartamento para cambiarte de ropa y justo cuando tu llegaste también apareció Chris quien parecía aun tener algunos problemas con su espalda.

— Quieres que pida pizza? — te preguntó mientras subían por el elevador.

— Lo siento Chris pero hoy saldré a cenar con Peter — le respondiste con cierto entusiasmo. Sabías que lo que había ocurrido la noche anterior había sido a causa del consumo en exceso de alcohol, la sensualidad de Chris (claro está) y quizá el deseo de un poco de diversión. Pero era eso, nada serio, así que no esperabas reacción alguna de parte de él.

— Perfecto. — Fue su única respuesta.

— Pasa algo? — le preguntaste sintiendo un ligero temor ante su respuesta. No querías que las cosas cambiaran entre los dos.

— No es nada. — Ni siquiera te miraba al responder — Tú y Sebastian complican demasiado las cosas — te dijo manteniendo aún ese tono serio.

— A qué te refieres?

— A nada. Olvida lo que dije, me siento cansado y muero de hambre. — Te miró esta vez pero no dejabas de sentirte incómoda por su actitud, especialmente porque Chris nunca era así.

La puerta del elevador se abrió en su piso, dos chicas esperaban en el pasillo y cuando vieron a Chris ambas sonrieron con malicia y se contorneaban como si fuera una pasarela. Era un llamado a gritos por su atención pero Chris ni siquiera las miró. Algo parecía rondar en su cabeza. Caminaron en silencio hasta la puerta del apartamento pero para ti era imposible mantener ese ambiente de silencio.

— Hablando de Sebastian. Hoy me pidió que lo fuera a ver. Juliette rompió con él. — La expresión de Chris cambió por completo. Ahora parecía preocupado. — De algo puedes estar seguro, ella es una maldita arpía.

Metiste tus llaves en la cerradura y abriste la puerta pero Chris se quedó pensativo en el umbral de la puerta.

— Qué sucede? — le preguntaste mientras colgabas tu abrigo en el perchero junto a la puerta.

— Iré a ver a Sebastian — te dijo y caminó nuevamente hacia el elevador sin decir nada más. Pero antes de que cerraras la puerta se dio la vuelta y con una linda sonrisa te dijo: Suerte en tu cita.

Tenías tiempo de sobra para arreglarte. Habías acordado que tu llegarías al restaurante porque así tenías mas tiempo para hacer todo con tranquilidad, no es que te importara demasiado esta cita pero al final de cuentas ese chico te interesaba. Tomaste una larga ducha y tras minutos de estar parada frente a tu armario tratando de elegir uno de tus mejores atuendos te decidiste por un vestido semi corto color esmeralda, manga larga pero con un muy sensual escote en la espalda. Era provocador pero muy elegante y hacía resaltar tu figura como ningún otro vestido. Optaste por  un maquillaje suave, nunca habías sido experta en maquillarte pero esa tarde habías logrado increíbles resultados.

Te encontraste con Peter en un restaurante muy popular y sobre todo muy fino. Era el tipo se hombre que se daba muchos lujos, sobre todo si quería impresionar a alguien. Cuando te vio su expresión lo dijo todo, estaba maravillado, embobado, idiotizado... A decir verdad él también lucía muy bien. Con un traje slim fit azul oscuro satinado y una corbata color vino y camisa blanca. Era un tipo muy elegante.

Desde el principio comenzaron a hablar sobre recuerdos de la universidad y otras cosas, pero mientras hablaban te percataste que a lo lejos que alguien se estaba ocultando detrás de pretil con arbustos. Al principio pensaste que podrían ser algunos chiquillos jugando pero no parecía un lugar para chiquillos, de cualquier forma te volviste a concentrar en la conversación. Pero cada vez era más difícil porque sentías que te estaban observando y no es que tuvieras delirio de persecución pero es algo que no podías obviar. Desatendiendo la conversación y prestando más atención en los movimientos de esos arbustos descubriste que eran dos personas, pero no estabas muy segura, cuando de pronto alcanzaste a reconocer la gorra azul de uno de ellos.

Sebastian? pensaste, pero era imposible si él estaba con Chris y además no sabía que tú estarías ahí pero dos personas como ellos no pasarían desapercibidas en cualquier sitio. Y tal como lo esperabas dos chicas que iban saliendo gritaron de emoción al verlos y supiste que en efecto, eran ellos. Par de idiotas pensaste.

— Peter, me disculpas un momento — le dijiste y te levantaste de la mesa. Caminaste en dirección a ellos y como seguían firmando autógrafos no te vieron acercarte pero cuando se dieron la vuelta otra vez pegaron un salto al verte, tú te cruzaste de brazos y los miraste muy molesta.

— Qué demonios hacen aquí?. — Ninguno de los dos sabía que decir. Comenzaron a balbucear tratando de inventar alguna excusa hasta que Chris dijo:

— Vinimos a comer. — tu lo miraste incrédula. Hace unas horas quería pizza y ahora quería hacerte creer que vendría justo a ese lugar a comer un Bœuf Bourguignon.

— Oh en serio? Y dónde esta su mesa? — les preguntaste con una sonrisa falsa y ninguno supo que decir nuevamente. Eran el perfecto par de idiotas. — Les pregunto otra vez. Qué hacen aquí?.

Ellos se miraron sabiendo que no tenían mas excusas y como si hubiese sido ensayado previamente, ambos agacharon la cabeza apenados.

— Queríamos conocer a tu cita — dijo Chris finalmente.

— Sebastian tu sabes quien es Peter, tú mas que nadie — le dijiste y él gruñó. Entre Sebastian y Peter nunca hubo muy buena relación, sobre todo porque fue Peter la causa de muchas de tus tristezas durante la universidad y Sebastian odiaba verte mal. Tanto o más de lo que tu odiabas verlo así a él.

— Exacto! Por eso mismo quería venir a verlo... No confío en él — te respondió precipitadamente apretando la mandíbula.

— Sebastian no comiences con eso nuevamente. Sé que no te agrada pero ya no somos unos adolescentes inmaduros. Estoy segura que Peter no es el mismo. — Él bajó la mirada y tu levantaste su barbilla para mirar fijamente esos ojos azules que aún estaban rojos por haber llorado. — Es muy dulce que te preocupes por mi pero yo me puedo cuidar sola, además ya están grandes para jugar a los detectives — les dijiste burlonamente.

— Pero...

— Pero nada — lo interrumpiste — Debo regresar con Peter. Vayan a casa, en serio... Oh y deja la llave bajo el tapete, olvidé la mía y no quiero despertarte cuando llegue — le dijiste a Chris y ambos fruncieron el ceño. No parecían contentos con ese comentario.

— No llegues tarde — te aclaró Sebastian.

— Nada de fondue en la primera cita — dijo Chris riendo.

— Cállate! para de decir eso, ya no es gracioso.

— Hablando de eso. No puedo creer que casi tuviste sexo con Chris — dijo Sebastian con cierto recelo. Tú miraste a Chris completamente sonrojada. Estabas a punto de sacarle los ojos.

— Christopher no puedo creer que le hayas contado sobre eso!! — le reclamaste y le diste un ligero golpe en el brazo.

— Es por ese tipo de cosas que necesitas que nosotros te cuidemos, unas cuantas cervezas más y... — dijo Sebastian con una sonrisa acusadora. Parecía más relajado, o eso aparentaba.

— Basta! Los dos váyanse ya! — les ordenaste empujándolos. Ellos en cambio se resistían y trataban de acorralarte entre sus brazos. — Largo! Me ponen nerviosa.

Esperaste a que estuvieran fuera del restaurante y regresaste a tu mesa. — Disculpa Peter, en qué estábamos?...

Más que amigos | Sebastian StanWhere stories live. Discover now