Más que amigos | Sebastian Stan

PARTE 11

Era el día de tu cumpleaños, toda la vida habías acostumbrado a celebrarlo entre familia y amigos, más que todo en casa y con el karaoke a toda máquina! Las boquitas, beer pong y charadas tampoco faltaban para luego ir a bailar a un buen club cerca de casa.Con tu nuevo empleo habías logrado alquilar un pequeño apartamento cerca del de Chris, la cercanía a él era primordial para ti... era lo único que te mantenía en cierta forma en sintonía con el presente de Sebastian. A pesar de todos tus planes de estrenar apartamento para tu cumpleaños, la mudanza te había fallado y tendrías que celebrarlo en el amado bunker que compartías con Chris.

Peter se había mandado con todos los preparativos, se notaba en extremo entusiasmado por tu cumpleaños desde hace días. Te había mandado un hermoso arreglo de rosas un día antes junto con una pequeña caja que en su interior contenía un hermoso brazalete de Zafiros. Después de darle muchas vueltas al asunto decidiste contarle todo lo que habbía pasado con Sebastian, la causa de perder tu empleo por esa visita nocturna a la casa de tu ex jefa. Para Peter no había sido fácil digerir todo aquello, era claro, para nadie lo era, sobre todo porque era claro que Sebastian estaría siempre presente en tu vida, era inevitable. Fue difícil tratar con él por unos días pero no se daba por vencido, quería estar contigo y más cerca que nunca a pesar de todo.

Muchas veces te había insistido en que vivieran juntos, pasar las noches separados era insoportable para él y compartir piso con Chris tampoco le agradaba mucho; en realidad le era completamente inapropiado como él decía *una chica no puede vivir con un chico sin ser algo*, para él era incomprensible que dos amigos pudiesen vivir bajo el mismo techo sin tener que meterse en la cama y cada vez que le rebatías su punto traía de vuelta el tema de Sebastian. Era su arma para ese tipo de discusiones pero por más que refunfuñara querías por una extraña razón mantenerte de esa forma, incluso el hecho de que hayas alquilado un nuevo apartamento lo mantenía en constante agonía. Pero a vísperas de tu cumpleaños nada podía arruinar las cosas.

Por la mañana Chris te había despertado con un hermoso ramo de girasoles, sabía lo mucho que te encantaban y el especial significado que tenían para ti. Además se había "esmerado" en prepararte lo que él llamaba un "Desayuno de campeones preparado para una sosa no tan campeona por su cumpleaños"... Sí, así justamente lo había descrito cuando saliste de tu habitación y descubriste una mesa llena de pastelillos, huevos, tocino e infinidad de fruta.

- Chris, debes saber que no me terminaré de comer todo esto - mascullaste tratando de ingerir todo lo que él te iba colocando sobre el plato. - Es demasiado incluso para ti grandote!

- No digas tonterías - replicó - Es lo justo y necesario, además necesitaras toda la energía posible este día. Pediste libre? - te preguntó tomando su cuarto pastelillo. Asentiste terminando de masticar.

- Debo preparar la comida y ordenar este chiquero - él frunció el seño percatándose de la sala que parecía un campo de batalla con un montón de ropa y cajas de comida china sobre la mesa de centro - Anoche viniste acompañado.

Él te miró con cierto reproche, había pasado en grabación todo el día y había regresado con un grupo de chicas a altas horas.

- Lo siento si te desperté - tú lo miraste con seriedad. Su mirada estaba muy apagada.

- Chris... peleaste con ella otra vez no? - él sólo asintió con reproche - Vamos capitán! qué pasó esta vez?

- No la comprendo... Ella conoce cómo es mi vida pero sigue enfureciéndose por cualquier estúpido rumor - Se notaba muy cansado. - Sólo quiero que ella confíe en mí. Entre todas las mujeres sólo puedo pensar en ella.

- Hazle saber eso, sé que puede sonar muy complicado pero no te canses. Ella vale la pena y a ti muchas veces se te van las manos también - él resopló - tu descaro a veces llega a los límites y no puedes seguir así. Lo de ayer es historia, así que ahora ve donde ella y soluciona las cosas!