Perdóname [#2temporada Casados por ley] (TERMINADA) (Justin Bieber) (EDITANDO)

Capítulo 20 *Mierda de vida*

Un ruido hizo que saliera de mis pensamientos. Dejé el cuadro, con una foto de los dos, encima del escritorio. Bien colocada. Me sorbí los mocos. Giré sobre mis talones lista para salir de allí, pero una silueta detrás de la puerta hizo que me sobresaltara y se activara la parte nerviosa en mi cuerpo. Mordisqueando mi labio inferior no sabía donde meterme antes de que Justin entrara. Porque sabía perfectamente que era él el que hablaba con su jefe detrás de esa maldita puerta. Golpeé mi cabeza. ¿Cuándo se me había ocurrido este estúpido plan?

Mi cerebro pareció volver a funcionar ya que obligó a mis piernas correr hasta la puerta que guiaba hasta el baño. Wow, era un baño enorme. Tenía tres retretes y tres espejos y bajo estos un lavabo. Obvio que cada retrete tenía sus puertas para la privacidad.

-Si, jefe... Voy al baño y ahora te vuelvo a llamar...

Mierda. Santísima mierda.

Mordí mi labio mirando a todos lados. ¿Y qué hacía yo ahora? Corriendo me metí en uno de los baños y cerré la puerta con pestillo por si se le ocurría entrar. Me puse de pié sobre la taza y aguanté la respiración.

Lo escuché entrar y hacer sus necesidades. También lavarse las manos y un largo suspiro a continuación.

-Mierda de vida. Estúpido jefe de mierda.

Soltó otro suspiro y por fin salió del baño. De mis labios salió un largo suspiro con todo el aire que tenía retenido. Haber como salía ahora de ahí. Me apoyé en la puerta que daba al despacho de Bieber. Él la había dejado encajada, así que podía ver lo que hacía sin que me viera.

Iba perfectamente vestido con su traje. Se quitó la chaqueta azul marino y la dejó bien puesta en el respaldo de la silla. A continuación dobló bien las mangas de su camisa azul celeste, desabrochó los tres primeros botones de ésta y se dejó caer en la silla. Ésta rodó un poco hacia atrás, pero enseguida él la estabilizó y se arrimó al escritorio.

Apoyó sua codos en la mesa y suspiró largamente. Pero algo le llamó la atención. Cogió el papel del divorcio. Se mordió el labio negando con la cabeza.

-¿Aún estás con esto? ¿Cuándo me vas a perdonar nena?- susurró doblando el papel por la mitas y guardandolo en el bolsillo de su chaqueta.

Se levantó rápido, se puso de nuevo la chaqueta y salió como una bala del despacho. Porfin se había ido.

Narra Justin:

Aparqué delante de la puerta del edificio. Mi móvil sonó justo cuando salí del coche. Lo saqué de mi pantalón y desbloqueandolo ví en la pantallita en número de mi jefe. ¿Qué mierda quería ahora?

Esta mañana me había llamado para que fuera corriendo a su oficina y ahora a saber que coño quería.

Descolgué y lo llevé a mi oreja.

-¿Sí?- abrí la puerta del edificio y me acerqué hasta la recepcionista. Ella siempre tenía algún recado para mi.

-Justin, me ha surgido un problema y no voy a poder ir a la reunión que tenía después del armuerzo, ¿te puedes encargar tú de ella?

Volteé los ojos. Marina, la recepcionista me saludó con su blanca sonrisa de siempre y le devolví el saludo.

-Si claro jefe. Para eso estoy, ¿no?

-Si si...-mientras que él decía millones de cosas más sobre de que iba la maldita reunión me puse ha hablar con Marina en voz baja.

-Señor Bieber ha venido una chica ha hablar contigo.

-¿Ah sí?

-Si, le dije que te esperara arriba, en tu despacho, asi que no te asustes cuando la veas. Aunque era bastante mona, ni creo que te asustes-y me guiñó un ojo.

Solté una carcajada.

-¿De qué se ríe Bieber?- la voz de mi jefe seria al otro lado del aparato me hizo callar.

-Perdón, no era con usted. Es que Marina me ha dicho una cosa muy graciosa-intenté excusarme.

-Bieber, necesito que se centre en su trabajo. No nos puede salir mal esto, ¿de acuerdo?

-De acuerdo. Continúe. -El jefe siguió soltandome más palabras aburridas.

-¿Cómo se llama?- le pregunté curioso a Marina.

-_______, señor Bieber.

Abrí los ojos sorprendido. ¿_______ estaba aquí?