Perdóname [#2temporada Casados por ley] (TERMINADA) (Justin Bieber) (EDITANDO)

Capítulo 35 *¿Quieres ir al grano? *

Me desperté con un dolor de cabeza increíble. No me extrañaba, la noche anterior me había pasado.

Bajé las escaleras y me dirijí a la cocina donde Justin se estaba tomando su café.

-Buenos días, cielo.

-Buenos días.-Dijo cortante.

Le miré con una mueca. Ni siquiera se fijó en mi.

-¿Qué te pasa?- Rodeé su cintura con mis brazos pero él se despegó de la encimera y se dirigió al fregadero.-¿Vas ha hacerme el vacio o qué?

Sus ojos penetraron los mios con una fuerza brutal. Mi cuerpo tembló ante aquello y menos mal que me agarré a la encimera, sino me hubiera caído al suelo por culpa de que mis piernas flaquearon.

-¿Te lo pasaste bien con Alex ayer?

-¿Qué?- Alcé una ceja.

-¿Qué si te lo pasaste bien con Alex?

-¿Porqué?

-Por preguntar, ¿no puedo?

Esta conversación no iba por buen camino. Había algo que él sabía y le estaba molestando.

-¿Quieres ir al grano?- Le pregunté enfadandome.

-¿Quieres que vaya al grano?- Asentí furiosa.- Pues iré al grano.

Tragué saliva duramente por lo que podía venir ahora. No me acordaba nada de anoche excepto que estuve en la discoteca con Alex y Yasmina.

-Cuando llegaste a las tantas de la noche, Alex me contó que habiaía follado en el baño de la discoteca. Claramente estaba borracho porque sino no hubiera tenido cojones de venir a contarmelo. Y menos con aquella sonrisita de capullo.

Me quedé helada en el sitio. ¿En serio había pasado eso? No me lo podía creer. ¡Yo no quería hacerle daño a Justin! ¡Y mucho menos engañarle! No podía perdonarme esto que me había echo. Justin siempre había sido muy bueno conmigo. Bueno, solo desde que empezó a pensar con la cabeza y el corazón y no con el culo. Me sentía fatal. Le había puesto los cuernos al amor de mi vida. Al chico al que amaba... Me sentía sucia.

-¿Qué?- Susurré.

-No te hagas la tonta.

-Justin, juro que no me acuerdo de nada. -Sollocé.- Estaba muy bebida y me habré descontrolado, pero yo no quería hacerlo. Sabes que yo te amo atí, no te engañaría con otro hombre.

-Ahora no lo tengo tan claro...

-Justin, sino te quisiera no me hubiera casado contigo.Y lo sabes.- Se me quedó mirando detenidamente, como si no supiera que decir.- Perdóname, Justin. Yo te amo. Te amo más que a nada en este mundo.

Un amargo silencio nos inundó. Solo hablaron nuestros ojos, que estaban conectados entre sí. Ellos transmitían todo lo que sentiamos en ese momento. Y la traición estaba presente.

Se escucharon los gritos de los niños arriba, con lo cual, nos quedaba poco tiempo para seguir hablando de este tema.

-Te perdono, _____, te perdono.

Sonreí ampliamente y le abracé con todas mis fuerzas. Aspiré el aroma de su cuello pero no era su arona habitual. Estaba mezclado con colonia batara de mujer. ¿Dónde había olido yo antes eso?

-Justin...¿Porqué hueles a mujer? -Le miré a los ojos con miedo.

-Lo siento,  nena...-Tragó saliva. No sé que me iba a doler más, si saber que se había acostado con una mujer o saber que esa mujer iba a ser Lucy.-Me despisté y caí de nuevo en sus lazos...-Miró a otro lado.

-Entiendo...-Suspiré separandome de él.-¿Qué nos está pasando? Se supone que somos maduros que tenemos que dejarnos de tonterias y lo primero que hacemos es tirarnos a otra persona... ¿Qué estamos haciendo con nuestro matrimonio Justin? ¿Vamos a seguir tirandolo por la borda o vamos a luchar por ello? Porque no sé tú, pero yo soy muy feliz con lo que tengo. Tú, mis niños,  mi familia...Sois lo más importante que tengo y si os pierdo, no sé que será de mi. Hace mucho tiempo dependo de un chico de ojos mieles. Y casi me muero cuando tuviste aquel accidente, imáginate como estaría si te pierdo para siempre.

Justin me apretujó entre sus brazos y besó mi cabeza.

-No más infielidades.-Me susurró con delicadeza y depositó un pequeño beso en mis labios. -Yo también te amo. Y no quiero perderte.

Sonreí. Los niños bajaron poco después. Hice el desayuno y me senté en el sofá con una tila en mis manos. Me dolía un montón la cabeza de la resaca.

El móvil de Justin sonó como un loco. Se levantó de la mesa y se fue al patio. Desde mi sitio pude ver como se le cambiaba la cara cada vez que le hablaban. Entró y me miró atónito.

-¿Qué pasa mi amor?- Le miré curiosa.

-Me han dado el puesto de jefe.

Chillé emocionada y me lancé sobre él. Devoré sus labios con amor y al separarnos besé su mejilla.

-Me alegro, peque.-Susurré.

-¡PEQUE SOY YO EH!-Gritó Logan desde la mesa.

Justin y yo reímos. Este niño quería ser el centro de atención como su padre.

Mi móvil sonó con la voz de María y Logan diciendo: 'Tienes un mensaje, tienes un mensaje, mamá, tienes un mensaje'. Lo habíamos grabado un día en París cuando estuvo todo el santo día lloviendo y nos aburriamos. Lo cogí y lo leí atentamente. Cuando acabé, no sabía como reaccionar. Si bien o si mal. Pero lo más seguro es que mal.