The year of Horsey [Mutsurie]

Blurry Eyes.

Capítulo III.

"Ya perdí la lucidez, una vez más."

Él tenía una duda con respecto a ella. Mutsuki Tooru, continuamente llevaba un parche medico sobre su ojo derecho. No era extraño que las personas lo usaran, estaba de más decir que en una época tan contemporánea como aquella, posmodernista, con tantas tendencias circundando a la sociedad. El uso de ese apósito sería meramente por moda, ¿o acaso existía algún motivo médico?

Hacía ya un tiempo que ella lo llevaba, como si estuviera grabado en su piel. Urie no pudo evitar replantearse el porqué de tal decisión. Existían momentos en lo que se encontraba a solas con ella, y a sus adentros, aunque ella hablara sobre el cuidado de la ecología o de lo grave del mal uso de los protectores solares durante el verano, meditaba acerca de lanzar o no, la pregunta que sucumbía a su cerebro, casi permanentemente. Al cabo de unos segundos, se rendía, emitiendo un suspiro cansino. Miraría su reloj de pulsera y seguiría escuchándola un poco más de tiempo, hasta que llegaran algunos miembros del consejo.

— Ellos... no vendrán. —

Al parecer ella había notado que él se encontraba algo inquieto. Urie arqueó una ceja un tanto confuso. No entendía por qué de repente ella hacia esa aclaración. Si no estaban ahí por la junta del consejo, porque estarían. ¿Solo para mantener una charla, casi unilateral? La había notado actuar algo extraño desde que habían terminado el día escolar. El sol estaba cayendo lentamente, los colores anaranjados se veían proyectados sobre la pared lateral de su salón de clases.

— Quiero decir... hoy no habrá junta del concejo estudiantil—

— ¿A qué te refieres?—

— Yo solo quería...— Ella parecía un poco más tímida de lo normal.

No es que se comportara siempre de esa manera, simplemente ella era algo parecido a una caja de pandora. Existían días en lo que se veía demasiado alegre, que hasta el sol envidiaba su irradiación en constante felicidad. Como en su oposición, había días en lo que parecía aborrecer al mundo y mantenerse callada durante toda la jornada, esta faceta era algo rara en ella. Urie suponía que en días como aquellos, ella solamente no era capaz de re conectarse con el resto del mundo. Por lo general era una persona muy sociable, con la que se podía hablar de distintos temas. Aunque, en ciertos momentos quisiera que ella cerrara la boca y solo se dedicase a contemplar el silencio junto a él. Las palabras salían fácilmente de su boca, sus labios brillaban tenuemente bajo el destello solar. En esa condición Urie sentía el corazón fatigarse. Se le había pasado por la mente, algunas ingeniosas formas de instalar el silencio. "¿Ella cerraría sus ojos, si lo intentara?"

— Quería hablar con alguien—Sus manos retorcían nerviosamente, la tela de su falda escolar. —Lo siento. Sé que te pedí que te quedaras...— Su mirada no podía ser sostenida por mucho tiempo—Yo, lo siento. Creo que soy una persona muy egoísta. —

Urie se mantuvo callado, sin siquiera hacer un gesto o una mueca en notable frustración. Para él, el pasar tiempo con Tooru era importante, sin embargo, toda esa situación era bastante inusual. Sutilmente se recostó sobre el respaldo de su asiento. Tooru se mantenía en frente de él, aún con una postura bastante rígida. Observó a su compañero de clases cruzarse de brazos, pretendiendo escuchar lo que tenía para contarle.

— Soy todo oídos. — murmuró logrando que Mutsuki lo mirara algo nerviosa.

— Veras...Yo— Comenzó diciendo para reparar en la búsqueda de quién sabe qué, dentro de su bolso. Al encontrarlo, Urie juró ver un destello aparecer en sus ojos. —Esto, es para ti. — Musitó extendiendo un sobre blanco hacia él.