The year of horsey|

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Capítulo IV: Palabras atoradas.

  "And I might never be the one who brings you flowers • But I can be the one, be the one tonight"  

Urie miraba hacia los alrededores desde la puerta de su casa. Primero había asomado la cabeza y luego sacado sus pies. Odiaba los días de lluvia, pues en ellos nada bueno sucedía. Primero estaban esos conductores que pasaban sin importarles, los grandes cúmulos de agua que permanecían en los laterales de las calles. El agua era molesta y por muy estúpido que sonara, mojaba.

La gente parecía más irritable en esos días tal y como él, quien debía de caminar resguardado por un paraguas. El verano trajo consigo la temporada de lluvias pasajeras y atmósfera asfixiante. Ya imaginaba a su amigo Shirazu chapotear como un tarado sobre los charcos de agua, convencido de que aquello lo proveía de una suerte digna de dios.

Tomó el tren en la estación como habitualmente y se aseguró de llevar al paraguas consigo. El suelo del tren estaba algo húmedo, no podía esperar a que estuviera seco después de que tantas personas ingresaran al mismo con sus paraguas chorreando agua. Suspiró algo cansado, aquel iba a ser un fastidioso día de verano.

Al cabo de unos minutos, el tren se detuvo en la estación de Shiba. Varias personas abordaron y entre ellas Tooru y Saiko. Urie sonrió de lado al ver a la chica de cabello verde algo sonriente. Ambas al localizarlo se acercaron a él manteniendo sus brillantes sonrisas matutinas.

— Buenos días Urie- kun—saludó la alegre Tooru. Saiko hizo lo mismo cambiando su nombre por el seudónimo "Uri". Tomaron asiento junto a Urie, Saiko se dispuso a jugar una partida de TG: re en su PSP vita y Tooru comenzó a hablar sobre los próximos exámenes que tendrían en su escuela.

— Es verdad Urie-kun, ¿ya has decidido a que universidad ir?—preguntó algo curiosa.

— No, aún.  

Seguía ocultando su ansiedad por ingresar a una universidad del continente americano.

— Oh...ya veo.—Mencionó echándole un vistazo al libro de orientación vocacional que llevaba entre sus manos. —Bueno, veamos...tú eres el tipo de persona que...—parecía que había llegado a la conclusión de que no sabía nada acerca de él. Se ruborizó algo apenada.

— U...Urie-kun, creo que no sé nada sobre ti. 

— A Uri le gusta el arte.—Se escuchó la voz de Saiko que aún seguía jugando. Urie la maldijo en veinte idiomas disponibles en su mente, quería evitar aquel tema.

— ¿Es verdad?...creo que nunca me habías hablado de eso.—Tooru era alguien bastante despistada.

— Si. Bueno, un poco.—(ya apliqué para mis exámenes)

— Oh, entonces....veamos—  Pasó un par de hojas de su libro y buscó con el dedo índice la página que la llevaría a la sección de Arte. — ¡Oh mira! Hay muchas universidades disponibles en Japón—mencionó algo sorprendida.

— Si.—(sucede que no quiero asistir a ninguna de ellas)

— Por cierto... ¿tienes algo que hacer ésta tarde?—preguntó algo nerviosa. Urie la encaró con algo de duda, ella no solía pedirle favores ni nada de eso.

— Depende. —(el día de hoy debo asistir a la academia) —Debo ir a la casa de Shirazu por algunos libros que le presté. —Miró de reojo a Tooru quien parecía algo desanimada. — ¿Es algo importante?—

The year of Horsey [Mutsurie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora